Cada semana, un sobresalto. El líder Hércules llega al viernes tras una semana abrupta, en la que Emaná y Carlos Martínez, sus dos delanteros titulares, son seria duda para el partido de mañana en Lleida. El primero se marchó el miércoles del entrenamiento con unas molestias en el isquiotibial que han resultado ser una elongación muscular que le complica bastante su presencia mañana en el Camp d'Esports. El segundo hizo saltar las alarmas ayer al torcerse el tobillo cuando pisó un agujero del maltrecho campo de atletismo. Diagnóstico: un esguince de grado 1 pendiente de evolución.

Pese a que la lesión de Carlos Martínez es menor que la de Emaná e incluso le podría permitir estar mañana en Lleida, el estado del césped del campo de atletismo ha vuelto a suscitar malestar en el Hércules, que pagó la resiembra del campo hace apenas un mes. Tras la lesión de ayer de Carlos Martínez, Javier Portillo se puso en contacto con la concejala de Deportes, Marisa Gayo, para expresarle su molestia por los hoyos (provocados principalmente por el lanzamiento de disco y jabalina) que presenta un césped que la primera plantilla blanquiazul comparte con deportistas de otras disciplinas.

El esguince de tobillo de Carlos Martínez ha coincidido con la resiembra del Rico Pérez, por lo que el Hércules se verá obligado a entrenar sí o sí en el campo de atletismo Joaquín Villar hoy y las próximas dos semanas. El equipo de Planagumà ya se ejercitó en pretemporada en dicho terreno y no tuvo lesionados, aunque en el último mes y medio sus entrenamientos habían sido casi exclusivamente en el Rico Pérez.

El PP lamenta el incidente de Carlos Martínez con el agujero y asegura que la concejalía ya trabaja para buscar soluciones y alternativas. Sin embargo, quiso recordar que el Joaquín Villar «es una instalación para atletas» y que estos «estaban antes que el Hércules».

Además, fuentes municipales comunicaron que, por el momento, la mejor solución pasa por «seguir compartiendo el uso». «En ningún caso dejaremos al Hércules sin campo ni a los atletas sin espacio para entrenar», deslizó un Gobierno que recordó que el club blanquiazul «únicamente» pagó el mes pasado la resiembra del césped. «Nada más».

El incidente con el lugar de entrenamiento volvió a sacar ayer a primera plana la situación de las instalaciones de Fontcalent, actualmente en estado de abandono. Incluso el capitán Chechu Flores se pronunció al respecto: «Entrenar en Fontcalent era un lujo estando en Segunda B, tenía unas condiciones inmejorables, pero volver ahí no depende de nosotros. Si piensan en regresar, bienvenido sea». Difícil porque su rehabilitación costaría unos 70.000 euros.

El extremo jienense, que apunta de nuevo a la titularidad, reconoció los inconvenientes de ejercitarse en el campo de atletismo, pero rehuyó victimismo. «Hay mucho agujero, tiene zonas blandas y zonas muy duras, es un sitio propicio para que nos lesionemos, pero no hay que poner excusas porque hay otros equipos en Segunda B que entrenan en peores condiciones y en césped artificial», apuntó.

Chechu admitió que en la celebración de cumpleaños de Planagumà del pasado miércoles la plantilla del Hércules no habló con Enrique Ortiz de prima alguna: «Solo nos ha pedido que ganemos en Lleida, todo lo demás queda aún muy lejos».