La falta de acierto en la definición condenó de nuevo a este Hércules de Planagumà que convence en casi todas las facetas del juego menos en la más importante. El repaso que los blanquiazules infligieron al Mestalla tardará tiempo en olvidarse por Paterna, sobre todo tras el descanso. El filial no podía salir de su área por el asedio del conjunto alicantino, que jugó prácticamente en casa por los 300 blanquiazules desplazados. Pero Carlos Martínez y Stephane Emaná, que actuaron juntos de inicio, no tuvieron su día y al final el Hércules se marchó con un solo punto en su zurrón y permitió al Villarreal B conquistar la primera plaza por mejor diferencia de goles. Planagumà apostó de inicio por los dos delanteros en la puesta de largo del camerunés como titular. El expunta del Nàstic destaca por su potencia y zancada, por lo que da mucha profundidad al ataque. Suya fue la mejor ocasión del primer acto. Juli sirvió un balón preciso a la espalda del central Guillem que el camerunés hizo buena con su aceleración, pero el portero Cristian Rivero salió muy rápido también y detuvo con el cuerpo su cabezazo forzado.
El Hércules fue mejor también en la primera parte, pero con un ritmo menos arrollador. De hecho, Falcón fue un mero espectador. En el minuto 13, una recuperación de Juli con servicio rápido a Carlos Martínez se convirtió en una contra letal, pero el barcelonés asistió demasiado largo a un Juanjo Nieto que se plantaba solo ante el meta. En el 32', el lateral castellonense se coló hasta la misma área pequeña pero su pase atrás fue repelido por el exherculano Fernando Román, pletórico, cuando Carlos Martínez ya se frotaba las manos. Este último protagonizó el último disparo de la primera parte, que se marchó cruzado.
La puesta en escena del Hércules tras el descanso fue sencillamente inmejorable. El cuadro de Planagumà fue abiertamente a por la victoria ante un filial superado en todas sus líneas que no podía dar dos pases seguidos y se limitó a achicar agua desde su propia área. El primero en probar suerte (47') fue Carlos Martínez, quien golpeó defectuosamente de manera acrobática un buen servicio de Juli. En el 53' Pol Roigé cruzó demasiado el balón con la izquierda y un minuto después llegó la ocasión más clara de Carlos Martínez, quien remató con la izquierda en posición inmejorable un pase atrás de Diego Benito y se encontró con la extraordinaria respuesta del portero.
Los 300 herculanos se enchufaron aún más y llevaron en volandas al equipo alicantino, que se comportó como un martillo pilón contra el área del Mestalla. En el 58', Emaná no empujó el balón a la red con el portero ya superado tras una maravillosa combinación entre Nieto y Carlos Martínez con asistencia final de Pol Roigé.
El «10» blanquiazul volvió a rozar el gol en el 79' con un buen disparo desde la frontal que se marchó rozando el palo y el Mestalla metió el susto en el cuerpo con una internada de Merentiel en el 81' que desbarató Falcón con una buena mano. El central Pol Bueso vio la segunda amarilla en el 87' al derribar torpemente a Merentiel en la frontal del área cuando ya estaba escorado y sin fuelle.
Planagumà recompuso con urgencia la defensa con la entrada de Álvaro Pérez (último jugador de campo que quedaba por debutar) y el Hércules, en inferioridad, aún dispuso de una última ocasión para marcar por medio de Carlos Martínez, quien remató de volea en posición centrada dentro del área, pero su disparo rechazó en un central y acabó en córner para desesperación del punta barcelonés, fichado para marcar diferencias y paliar la sequía de goles de las últimas temporadas. Abandonó el campo abatido y fue consolado por todos sus compañeros.
