El jefe del Consell, Ximo Puig, y el presidente del Hércules, Quique Hernández, analizaron ayer en València la delicada situación económica del club blanquiazul por la sanción de 7 millones impuesta por Bruselas por recibir ayudas de estado en condiciones fuera de mercado. Y ambas partes calificaron de «muy positivo» el encuentro ya que Puig se comprometió a mediar ante la UE en el caso de que el Hércules no reciba la cautelarísima antes del 5 de julio. El Valencia la obtuvo la semana pasada, por lo que no tendrá que desembolsar los 23,5 millones antes de esa fecha, y el Hércules espera la misma resolución para la semana que viene. De esta manera, la sombra de la liquidación se aleja del Rico Pérez, aunque Hernández abogó ayer por la cautela.

La intención de la entidad blanquiazul, y también del Valencia, es agotar al máximo los plazos y dilatar el proceso hasta llegar a juicio, ya que los abogados entienden que esa cifra de 7 millones se rebajarían considerablemente en el caso de que el Hércules finalmente sea condenado.

Hernández calificó ayer de «excepcional» el trato recibido por el jefe del Consell. «Le he transmitido nuestra preocupación por lo más inminente, la obligación de pagar antes del 5 de julio si no llega la cautelarísima. Nosotros no solo confiamos en que llegará, sino que también esperamos la cautelar que ya recibió el Elche en su día. Puig está con nosotros y nos ayudará en lo que pueda, me voy muy contento de València», declaró ayer el presidente del Hércules, quien viajó acompañado por el director general Carlos Parodi, aunque el cónclave fue un cara a cara entre Puig y Hernández.

«Estamos satisfechos, pero moderadamente, la situación económica del club sigue siendo muy delicada y se trata de dar pequeños pasos para poder trabajar con normalidad y realizar un proyecto deportivo ambicioso, que realmente es lo importante ya que necesitamos el ascenso», añadió el presidente del Hércules. Según las fuentes consultadas, en la conversación no se planteó el posible pago a plazos de la sanción a Bruselas, ya que es algo que no depende del Consell y además el objetivo es no realizar ningún desembolso hasta que se celebre el juicio y haya sentencia en firme. El Valencia y el Elche también van por esta línea y todo parece indicar que la Generalitat apoyará con firmeza a los tres clubes valencianos llegado el momento.

Por su parte, Ximo Puig se limitó a desear «una resolución favorable» al Hércules y recalcó que trata «a todos los clubes de la Comunidad por igual». De la misma manera, apostó por «un Hércules bien gestionado y con futuro» ya que «es una institución muy importante para Alicante y su provincia».

En la reunión no se trató la deuda de 3,7 millones que el Hércules arrastra con Hacienda por lo que el club sigue a la espera de que Guillermo Barro, director de Recaudación, responda a la oferta presentada por la entidad hace un mes que incluía el desembolso inicial de un millón de euros, así como un calendario de pagos.

El Hércules también aguarda desde hace más de un año a una cita con los responsables de la Agencia Tributaria para poder cerrar un nuevo convenio, ya que el que estaba en vigor saltó por los aires poco después del descenso a Segunda B, una categoría en la que el club no tiene ingresos por televisión. Las cuentas del Rico Pérez han estado embargadas durante toda la temporada y la deuda se ha reducido en unos 300.000 euros, según los datos facilitados por el club (de 4,2 millones a 3,7 millones).