Es la nueva aventura épica dirigida por el artista de efectos especiales ganador de un Oscar Christian Rivers y el proyecto cuenta, además, con la participación de Peter Jackson, ganador de tres Oscar y director de las trilogías El Hobbit y El Señor de los Anillos. La historia transcurre cientos de años después de que un cataclismo destruyera la civilización tal y como la conocemos. La enigmática Hester Shaw se alza como la única capaz de impedir que la ciudad de Londres, convertida en un gigante depredador móvil, lo devore todo a su paso. Indómita y motivada por el recuerdo de su madre, la joven une fuerzas con Tom Natsworthy, desterrado de la metrópolis, y Anna Fang, una peligrosa criminal a la fuga buscada por los cazarrecompensas.

Al autor e ilustrador Philip Reeve le llevó siete años terminar su primera novela para jóvenes adultos, Máquinas Mortales, publicada vez en 2001. «Lo más ambicioso que se me ocurría era una ciudad sobre ruedas, pero claro, tuve que preguntarme qué sentido tenía aquello», dijo Reeve. «Parecía arcano, pero luego me di cuenta de que una ciudad sobre ruedas podría dar caza a otras metrópolis de menor envergadura..., y cuando desarrollé aquello, de pronto todo encajó».

La aclamada novela, que ganó el Premio a la Mejor Ficción para Niños de The Guardian, fue una de las seleccionadas para el prestigioso Premio Whitbread y acabaría convirtiéndose en una saga de cuatro libros conocida como la tetralogía de Máquinas Mortales: Máquinas Mortales, El Oro del Depredador, Inventos Infernales y Una Llanura Tenebrosa.

La historia de Reeve se desarrolla tras la destrucción de la civilización a causa de un cataclismo conocido como la Guerra de los Sesenta Minutos. Desde entonces, la humanidad se ha adaptado y se ha desarrollado una nueva forma de vida. Gigantescas ciudades móviles recorren la Tierra, asediando y cazando a ciudades de tracción de menor envergadura. Tom Natsworthy, procedente de un Nivel Inferior de la gran ciudad rodante de Londres, se ve luchando por su propia supervivencia tras un encuentro con la peligrosa fugitiva Hester Shaw. Dos personas opuestas, cuyos senderos nunca debieron haberse cruzado, forjan una insospechada alianza destinada a cambiar el curso de la historia.

Desde el primer momento, Peter Jackson estaba muy emocionado con las ideas y las imágenes de Máquinas Mortales. «La sociedad que se muestra en el libro ha reconstruido una semblanza de lo que era en un pasado, solo que ahora las ciudades se mueven literalmente», nos cuenta Jackson. «Son ciudades gigantescas de tracción. Londres tiene más de un kilómetro y medio de longitud, y persigue y engulle a ciudades más pequeñas a lo largo y ancho del Gran Territorio de Caza, que es esencialmente Europa».

En ese concepto de futuro de Reeve está integrado el concepto de darwinismo municipal. «En su forma más simple, las ciudades más grandes devoran a las pequeñas», explica Jackson. «Las ciudades pequeñas engullen a las más pequeñas, y las más pequeñas a las minúsculas. Lo ven como una evolución muy natural. Cuando nos unimos a esta historia, el sistema ya lleva en desarrollo más de 1.000 años, así que está muy asentado». Tras una pausa, añade: «El problema del darwinismo municipal es que tiene un límite. Llega un punto en que las grandes ciudades engullen a tantas de menor envergadura que no quedan más, así que tienen que, o bien enfrentarse entre sí, o bien buscar otro tipo de presas».