Justo medio año después de que INFORMACIÓN reuniese en el emblemático paseo de la Explanada a los cabeza de lista de los entonces cinco principales partidos políticos, los ahora cuatro aspirantes -EU forma parte de «A la Valenciana»- volvieron ayer a verse las caras, apenas unas horas antes del inicio de la campaña electoral. Fue en las instalaciones del periódico, donde los cuatro candidatos fueron citados para «emular» el arranque del segundo asalto en el combate electoral, es decir, el inicio de la cuenta atrás para los comicios del 26-J. Tras la imposibilidad de formar gobierno, las formaciones vuelven a exponerse al juicio de los ciudadanos en una repetición electoral inédita hasta la fecha en España.

El inicio de la campaña electoral empezó la pasada madrugada, horas después de que se conociese la encuesta preelectoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). El sondeo deja un escenario diferente al visto tras la pasada cita electoral. Según el CIS, el PP volvería a ganar las elecciones con 121 diputados, pero la candidatura liderada por Pablo Iglesias lograría superar al PSOE, certificando el «sorpasso», con 92 diputados de la coalición de Podemos-IU frente a los 79 escaños que firmaría Pedro Sánchez.

Con esos datos sobre la mesa electoral, la primera en llegar a las instalaciones de INFORMACIÓN fue la candidata de Ciudadanos, Marta Martín Llaguno, quien hizo acto de presencia acompañada por su responsable de comunicación. Minutos después llegó el aspirante del PSOE, Julián López Milla, que apareció solo. «Están aparcando», aclaró el socialista, que al igual que Martín Llaguno es profesor en la Universidad de Alicante. Él, hasta que entró en política, impartía clases de Economía Aplicada; ella, de Publicidad.

Apenas unos minutos después de que Ciudadanos y PSOE «se encontraran» en la sede de INFORMACIÓN, lo que recordó al acuerdo firmado entre ambas formaciones durante la breve legislatura pasada, fue el turno para la candidata de «A la Valenciana», la coalición que agrupa bajo un mismo paraguas a Compromís, Podemos y, como novedad, a Esquerra Unida. Rita Bosaho apareció junto a dos personas de su equipo, que llegaban con el cartel electoral de Pablo Iglesias bajo el brazo. El socialista López Milla, tal vez el más locuaz de los candidatos en la jornada de ayer, bromeó tanto con Bosaho como con Martín Llaguno, a la espera de que hiciera acto de presencia el ministro en funciones y candidato del PP por Alicante, José Manuel García-Margallo, el último en llegar. «¡Cuánto tiempo, eh!», pensó en voz alta el aspirante socialista, logrando gestos de complicidad por parte de dos de sus rivales en el «ring» que supone esta campaña electoral, una más, que ayer arrancó oficialmente y en la que los candidatos reconocen que el objetivo final es «formar gobierno» tras el fiasco de la pasada legislatura.

A la espera de que el ministro Margallo llegara -lo hizo con algunos minutos de retraso sobre la hora a la que había confirmado-, el resto de candidatos fueron tomando posiciones. Primero se fotografiaron en solitario, junto a sus respectivos carteles electorales, donde los líderes nacionales copan todo el protagonismo. Parecía que ninguno iba a repetir «póster», hasta que Margallo -que apareció «escoltado» por una importante comitiva- desplegó la misma imagen que le acompañó durante la pasada campaña electoral. Eso sí, uno de los dirigentes populares en la provincia puntualizó que el cartel propio de esta campaña era otro: uno horizontal, sobrio, de fondo azul corporativo, donde Rajoy no aparece -ni en foto ni en letra- y en el que se puede leer «A favor», el nuevo lema del PP.

Con sus respectivos carteles en las manos, se produjo una de las anécdotas de la sesión fotográfica. López Milla (PSOE) y Martín Llaguno (Ciudadanos) cruzaron sus caminos. Ambos de detuvieron y posaron sonrientes: Pedro Sánchez y Albert Rivera, frente a frente. Las risas, de todos, aumentaron instantes después, cuando el póster del secretario general del PSOE y aspirante a La Moncloa, colgado en la pared mientras su candidato alicantino se fotografiaba junto a él, se precipitó al suelo, sin previo aviso. López Milla se apresuró para «rescatar» a su líder, pero no pudo evitar que todos relacionasen esa imagen con el «sorpasso» que aventuran todos los sondeos. En la provincia, los aspirantes parten de 4 diputados para el PP, 3 para PSOE y la coalición de Compromís-Podemos (ahora con EU) y 2 escaños para Ciudadanos.

Puños fuera

El cabeza de lista del PP por Alicante, José Manuel García-Margallo, fue el último en acceder a la sala de exposiciones de INFORMACIÓN. Lo hizo cuando el resto de candidatos ya se habían enfundado los guantes de boxeo y estaban ajustándose, con ayuda, el velcro. Margallo, nada más llegar, «respondió» sin pretenderlo a una de las cuestiones que se habían planteado en su ausencia. «¿El ministro también se va a poner los guantes?», se escuchó de boca de varios de los candidatos. El dirigente popular, ya viendo de lejos el escenario que le esperaba y aunque no conocía esa inquietud, reaccionó con rapidez: «¿Y mis guantes?», preguntó en voz alta.

Mientras se le facilitaba su par, Margallo se quitó la chaqueta, se dejó la corbata (en la que se dibujaban decenas de banderas de España) y empezó a ensayar posiciones. De hecho, fue el aspirante que con mayor éxito intentó emular a los grandes del deporte de las doce cuerdas. Pese a los guantes, no hubo ni un solo golpe bajo. Todo lo contrario, los cuatro candidatos exhibieron buen ambiente, y eso que ya acumulan toda una campaña electoral, la pasada, repartiéndose y encajando golpes. Ayer empezaron el segundo asalto de un combate del que todos esperan, o eso dicen, que sea el definitivo. A ninguno se le pasa por la cabeza a estas alturas que el próximo 26-J sea sólo el inicio de un tercer asalto electoral en el país.