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Vecinos de Monóvar urgen una solución a un vertido de aguas fecales junto a un residencial

Los residentes en la zona de Charco Amargo exigen medidas que acaben de una vez con los residuos que han generado, incluso, un cañaveral

Las aguas estancadas por los vertidos permiten la proliferación de un cañaveral que afecta a las viviendas que hay en la zona. ÁXEL ÁLVAREZ

Los vecinos de Charco Amargo, afectados por los vertidos de aguas fecales en la citada rambla y que son expulsadas por el aliviadero de la conducción hasta la EDAR de la Mancomunidad, se han dirigido por escrito a la Concejalía de Medio Ambiente, Urbanismo, Patrimonio y Turismo, para que tome las medidas necesarias en orden a solucionar el problema. En el escrit, los vecinos exponen que «desde hace años vienen soportando las nefastas consecuencias que supone el vertido de aguas fecales en la citada rambla y que el afloramiento de estas aguas negras ha producido un encharcamiento de dimensiones considerables en una zona rodeada de viviendas, que se encuentran situadas a pocos metros de ese foco contaminante».

Entre las consecuencias que apuntan los vecinos está «la presencia de aguas negras como agente contaminante; la proliferación de plagas de mosquitos; y el crecimiento y proliferación del cañaveral de forma desmesurada, lo que potencia el peligro de incendio y el peligro de inundación».

Por todo ello solicitan que dada la magnitud y gravedad que está adquiriendo el asunto de los vertidos para que se tomen las medidas necesarias en orden a solucionar el problema del vertido de aguas negras en la rambla de Charco Amargo.

Las medidas que proponen los vecinos en su escrito es la eliminación del vertido mediante la ejecución de un plan urgente con el drenaje de las aguas encharcadas, la erradicación del cañaveral, el control de plagas de mosquitos y la recuperación de la rambla como espacio natural protegido.

Este escrito firmado por los vecinos de Charco Amargo es el último de los muchos remitidos al Ayuntamiento, ya que en junio de 2017, se presentaron tres (sin respuesta); a la Confederación Hidrográfica del Júcar, en mayo de 2018 (con respuesta); al Ayuntamiento, dos escritos en junio de 2019, (sin respuesta); a la Mancomunidad en junio 2019, (sin respuesta); y el pasado 10 de enero se presentaron cuatro comparecencias-denuncias ante el Seprona de la Guardia Civil de Monóvar.

El cañaveral existente en toda la zona afectada por los vertidos de aguas fecales, según los vecinos, se ha convertido en un gran problema y es un hecho palpable, por las dimensiones que está adquiriendo la propagación de la especie Arundo Donax (caña común) dadas las características específicas de la misma, al tratarse de una especie de alto grado de ocupación, fácil propagación y difícil erradicación. Alguna de las fincas afectadas ya están siendo invadidas por estas cañas, cuyo desmesurado crecimiento se ve favorecido por las aguas estancadas. Las dimensiones del cañaveral, que ha alcanzado el lecho de la rambla, puede ocasionar incendios derivados de la espesa vegetación y el carrizal, convirtiéndose en una considerable masa forestal a base de pinos y matorral bajo. Otro de los peligros que apuntan los vecinos son las posibles inundaciones, ya que esta vegetación puede actuar de barrera al impedir el normal discurrir de la aguas, ante fenómenos de gota fría, cada vez mas frecuentes en la provincia por el cambio climático.

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