La familia del investigado por el crimen de Rabosa defiende su inocencia y considera un error haberle acusado del homicidio cometido sobre las seis de la madrugada del 23 de septiembre de 2017 en el recóndito paraje natural de Petrer. Un espeluznante suceso que acabó con la vida del eldense Fernando Millán Chocero, conocido hostelero de 57 años que fue atacado a traición y de noche, empleando el autor una piedra de gran tamaño con la que le golpeó en la cabeza causándole, además, la fractura de una pierna y una fuerte contusión en el pecho.

Este diario intentó ayer sin éxito contactar con el vigilante del parque de montaña del Centro Excursionista Eldense, que fue detenido en la mañana del martes por la Policía Nacional y puesto en libertad provisional, con medidas cautelares, en la tarde del jueves.

Sin embargo, desde su entorno familiar se han agradecido las numerosas muestras de apoyo recibidas durante estos días por parte de «cientos de personas que han confiando en su inocencia plenamente, y sabiendo que se estaba cometiendo un error enorme con esta acusación. Hay cosas injustas en la vida, y desde luego, ésta ha sido una de ellas», han señalado las mismas fuentes, añadiendo que entienden el dolor de la familia de la víctima, «que quiere saber quién es el culpable del asesinato, pero ésta -en referencia al investigado- no es la persona que buscan». Desde el entorno familiar del investigado también se ha lanzado una crítica por el mal uso de las redes sociales que algunas personas han hecho respecto a este caso. «Qué fácil nos lo ponen en las redes sociales, donde podemos comentar y juzgar algo de lo que no tenemos ni la más mínima idea», lamentan. Por su parte, el hermano del fallecido, José Emilio Millán, también ha sido puesto en libertad provisional con cargos en una causa abierta por un supuesto delito de amenazas de muerte.

Altercado

Como ya publicó el viernes este diario, el hermano de la víctima fue arrestado por la Policía Nacional en la noche del miércoles, durante un registro en las instalaciones de Rabosa en el que estaba presente el investigado por el homicidio. El jueves por la tarde también él fue trasladado desde los calabozos de la Comisaría hasta el Palacio de Justicia de Elda y, una vez que terminó de prestar declaración, fue liberado con la adopción de medidas cautelares. Concretamente una orden de alejamiento de 300 metros respecto al domicilio y lugar de trabajo del vigilante y su esposa, así como la prohibición de establecer contacto y comunicación por cualquier medio con ambos. También se le han requisado todas las armas de fuego que poseía de forma legal con su correspondiente licencia. Precisamente, para evitar que José Emilio Millán pudiera acercarse al detenido cuando el miércoles fue trasladado al Palacio de Justicia por primera vez, la Policía Nacional decidió introducirlo por la puerta de atrás sin previo aviso. Un hecho sin precedentes en la última década.