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Petrer

Despiden a los 30 operarios de una fábrica de calzado de Petrer en plena jornada laboral

Los jefes les apremiaron a dejar sus puestos y salir a la calle para echar el cierre - Un trabajador sufrió un ataque de ansiedad y fue llevado al hospital

Los trabajadores despedidos acudieron ayer a la empresa, que seguía cerrada y sin actividad. áxel álvarez

Los cierres exprés de empresas de calzado para cambiar de razón social no son nada nuevo en el Medio Vinalopó. Forman parte de las prácticas irregulares que denigran al sector, vulneran los derechos de los trabajadores, aumentan la morosidad y buscan defraudar a la Hacienda Pública. Pero la situación que esta semana han vivido los trabajadores de la fábrica Libertad Shoes de Petrer es completamente inusual. «Surrealista» lo califican los afectados porque han sido despedidos por sorpresa, en plena jornada laboral, cuando se encontraban realizando sus tareas en sus respectivos puestos de trabajo y tras los quince minutos del almuerzo.

El insólito hecho se produjo sobre las diez y media de la mañana del pasado jueves cuando los dos hermanos responsables de la empresa, dos eldenses de 53 y 60 años, entraron acelerados a la nave, ubicada en el número 22 de la avenida Libertad del polígono Salinetas de Petrer, y exigieron a la plantilla que abandonara a toda prisa las instalaciones porque habían decidido cerrar la empresa.

Los empleados se quedaron perplejos y pidieron explicaciones. Entre otros motivos porque todavía tenían pedidos pendientes y se les adeuda entre dos semanas y dos meses de salario, cantidades que en algunos casos superan los 2.000 euros.

Los jefes responsabilizaron a la marca monovera para la que trabajan de la crítica situación que les había llevado a tomar la decisión de disolver el negocio. Pero un trabajador veterano cuestionó las razones expuestas y mantuvo un enfrentamiento verbal con el responsable más joven del negocio que, según han indicado a este diario los testigos de la disputa, adoptó una actitud chulesca y llegó a empujar al operario provocándole un ataque de ansiedad. El incidente hizo que la Policía Local se personara en la nave siendo la víctima trasladada en una ambulancia Soporte Vital Básico hasta el Hospital Universitario de Elda, donde fue dada de alta horas más tarde cuando le remitió la crisis de nervios.

Tras el altercado los jefes obligaron a la plantilla a salir a la calle a toda velocidad, sin apenas tiempo para recoger sus objetos personales, y a continuación desconectaron el suministro eléctrico y cerraron las puertas con nuevos candados antes de marcharse sin mirar atrás ni atender razones.

Los treinta despedidos acudieron a las siete de la mañana de ayer para trabajar pero las puertas seguían cerradas. Y no son los únicos afectados. La empresa tenía una producción media semanal de 1.500 pares de calzado femenino de buena calidad y daba trabajo externo a otras veinte personas. Algunos de los empleados llevaban hasta veinte años trabajando para los mismos empresarios aunque en mercantiles con diferentes nombres. Este diario intentó ayer recabar la versión de los dueños de Libertad Shoes pero fue imposible localizarlos.

UGT pide a Trabajo contundencia para evitar prácticas que degradan el sector

El responsable sindical Joaquín Gil califica lo ocurrido de «despido improcedente vergonzoso y lamentable»

El sindicato UGT ya ha dado traslado de lo sucedido a la Inspección de Trabajo y ha pedido a sus responsables que actúen, con la máxima contundencia posible, contra unas prácticas que degradan al conjunto del sector zapatero y son más propias de los años 50 que del siglo XXI.

Para el representante sindical en la comarca lo ocurrido esta semana en la empresa Libertad Shoes de Petrer ha sido un «despido improcedente acompañado de un episodio lamentable y vergonzoso».

Joaquín Gil ha conocido y combatido durante las últimas décadas todo tipo de prácticas irregulares en el mundo del calzado. «Pero este caso es de juzgado de guardia por la forma en la que se ha producido. Por desgracia, lo habitual es que los fabricantes que se prestan a este tipo de fraudes cierren sus talleres sin avisar a nadie, y trasladen toda la maquinaria y la materia prima a otro local, para cambiar de razón social aprovechando unas vacaciones o, incluso, un fin de semana. Pero no recuerdo ningún caso en el que los jefes tiren a la calle a gritos a sus operarios mientras están trabajando en la fábrica», señala el responsable sindical.

Tras reunirse con los operarios despedidos, el representante de UGT ha tenido conocimiento de que la compañía para la que trabajaba Libertad Shoes había realizado, esta misma semana, una transferencia bancaria de 14.000 euros para abonar los salarios pendientes de toda la plantilla. También se había comprometido a hacer frente a las nóminas de los 30 operarios directos y 20 indirectos hasta que terminasen el pedido de zapatos pendiente de elaborar, lo que implicaba dos semanas más de trabajo. Los dueños, sin embargo, negaron ante sus empleados esta versión y responsabilizaron del cierre a la dirección de la marca. Postura que los afectados que contactaron con este diario rechazan rotundamente, después de haber visto el justificante de la transferencia.

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