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La Policía Local de Aspe deja la armería del retén sin custodia para patrullar de noche por la población

La medida de la alcaldesa para recuperar la vigilancia nocturna también obliga a desviar las llamadas por la falta de un agente

Dos coches patrulla de la Policía Local junto al retén del Ayuntamiento de Aspe. ÁXEL ÁLVAREZ

El Ayuntamiento de Aspe ha resuelto la ausencia de vigilancia policial en el turno de noche dejando sin protección el Ayuntamiento y el retén, en cuya armería guardan los treinta efectivos de la plantilla la munición y las armas reglamentarias cuando finalizan el servicio.

La alcaldesa socialista María José Villa ha dado instrucciones a los mandos de la Policía Local para que los dos agentes que cubren actualmente el turno de noche -de 22 a 6.30 horas- cierren el retén, como ocurre en los pueblos de 2.000 habitantes, y lleven a cabo tareas de vigilancia por el casco urbano y el amplio extrarradio de la localidad. Una decisión motivada por la baja de paternidad del tercer agente asignado al horario nocturno, y que ha obligado también a desviar todas las llamas de emergencia que se venían recibiendo en la centralita.

La medida se hizo efectiva en la noche del miércoles y unas horas más tarde se produjo un robo con violencia e intimidación en una vivienda del casco urbano. Según ha podido averiguar este diario por fuentes policiales, dos personas entraron en una casa situada en el barrio de San Juan, en pleno centro de Aspe, cuando sus moradores se encontraban en el interior. Fue un vecino quien se percató de lo que estaba ocurriendo y llamó por teléfono al 112 alertando del suceso. La patrulla de la Guardia Civil recibió el aviso y pidió apoyo a la Policía Local, que también acudió a la emergencia.

En el interior de la vivienda se encontraba una pareja joven y, al parecer, los ladrones les sustrajeron un teléfono móvil de alta gama y la libreta del banco, tratando además de intimidarlos mediante amenazas para que les indicaran el número PIN de la cuenta con la intención de extraer dinero en un cajero.

Una vez recabada la información de las víctimas, los agentes identificaron un vehículo sospechoso estacionado en las calles colindantes. Sus ocupantes tenían numerosos antecedentes por hechos similares pero, tras las comprobaciones realizadas posteriormente, no parece que tengan relación alguna con el asunto. No obstante la Guardia Civil mantiene abierta la investigación para tratar de detener a los autores.

Responsabilidad

La decisión de cerrar el retén y enviar a los dos policías a patrullar las calles la ha tomado la alcaldesa sin consultar ni informar previamente al concejal de Seguridad, Chema García Payá. A pesar del malestar que esa falta de comunicación le está generando, el edil de IU considera que la medida adoptada por María José Villa es «acertada» y, al igual que ella, también él ha restado importancia a la desprotección en la que queda la armería y la propia Casa Consistorial. «Las armas y la munición se guardan en una caja fuerte con las debidas medidas de seguridad, y el Ayuntamiento dispone de un sistema de alarma que se activaría en el caso de que alguien trate de forzar los accesos», ha puntualizado el regidor apelando «a la responsabilidad de la Policía Local para que cumplan con su cometido». Para García Payá «los únicos problemas que hay en esta plantilla los causan aquellos que no quieren trabajar y que abusan de la Administración Pública y, por tanto, de los ciudadanos que les pagan sus salarios a través de los impuestos», ha enfatizado aludiendo a dos datos concretos. «En lo que va de enero las arcas municipales ya llevan gastados 7.000 euros en horas extra para los agentes y, además, en estos momentos con una plantilla de 30 policías tenemos a la mitad de baja». Y ha sido precisamente la baja por paternidad de uno de los tres agentes del turno de noche la que ha desencadenado esta semana el conflicto por la falta de seguridad. En cualquier caso, la Alcaldía mantendrá vigente hasta el próximo 31 de enero la providencia por la que no se reforzará el servicio nocturno cuando el turno quede por debajo de tres agentes. Como es el caso. Pero si causara baja un segundo policía se tendría que quedar en el retén, para atender la centralita y custodiar el Ayuntamiento, y se volvería a producir el problema de la ausencia de patrullas en la calle por las noches.

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