Algodones, productos químicos y mucho mimo son los tratamientos que se le han dado a la imagen de San Antón en el taller de restauración del eldense Julián del Olmo. La Mayordomía de San Antón decidido que la escultura debía de pasar un examen para saber cómo el paso de los años la había tratado. Ya se habían detectado algunos desperfectos y erosiones y era el momento, de que pasará por el taller.
El examen previo detectó que la escultura está en plena forma, únicamente y en las capas exteriores, el paso del tiempo había hecho mella. La suciedad de la pólvora, los traslados y la climatología adversa que habían soportado en ocasiones no eran la mejor medicina para conservarse en el mejor de los estados.
El presidente de la Mayordomía de San Antón, David Guardiola, comenta acerca de la restauración que «ha sido poca cosa, pero no teníamos la certeza de cuando se había realizado una actuación de este tipo y hemos creído que era necesario intervenir».
La intervención ha consistido en retirar la capa de barniz exterior, que con el tiempo se había oxidado. Así se ha limpiado eliminado una primera pátina de suciedad. Guardiola comenta que «aún se debería eliminar algo más». Sin embargo se ha decidido no hacer una actuación demasiado agresiva y el proceso de rejuvenecimiento de la imagen será progresivo. Guardiola indica que «igual que lo hemos ido viendo envejecer poco a poco lo vamos a ir viendo rejuvenecer». Así, para la Media Fiesta, que comienza este fin de semana, San Antón estará en perfecto estado de revista y más limpio.
Por otra parte, el libro que lleva en la mano estaba atornillado con material metálico y se han cambiado por unas espigas de madera que son menos agresivas para la talla. El cordón de nudos, que lleva atado a la cintura y cae sobre las piernas, se había clavado con unas tachuelas y se ha eliminado así como reparado los daños que han provocado y se ha sujetado con unas grapas especiales que se utilizan para salvaguardar el santo.
También se han reparado las erosiones que se habían detectado en la cabeza y en las manos. La actuación que se ve, subraya Guardiola, es «una lavadita de cara».
En 2016, la Mayordomía de San Antón celebró el 75 aniversario de la llegada de la talla a Elda desde el taller de Pio Mollar en València. La talla desapareció en el transcurso de la Guerra Civil. La imagen original llegó en el siglo XV desde Navarra hasta la capilla del castillo de Elda de la mano de los Corella. Posteriormente se trasladó a la ermita de Santa Catalina, que fue demolida en el siglo XX.
El patrón de los Moros y Cristianos goza de una gran devoción en la ciudad, no solo por quienes participan de forma activa en las nueve comparsas que componen los bandos de la media luna y la cruz.
