Los trabajos de construcción de la A-33 ya han alcanzado el término provincial de Alicante en su comarca del Alto Vinalopó. Es la autovía que conectará la A-35 de Valencia con la A-30 de Murcia por un trazado de 90 kilómetros que transcurre por el Altiplano y cruza Yecla y Jumilla. Los movimientos de tierra y la ejecución de la explanada necesaria para la posterior instalación del firme ya se están desarrollando a la altura de la cárcel de Villena. Concretamente en el punto en el que la A-33 enlazará con la colapsada autovía A-31 de Alicante-Madrid.
En este tramo de 11 kilómetros comprendido entre la localidad valenciana de La Font de la Figuera y la alicantina de Villena se ha ejecutado el 80% del proyecto. Así lo han indicado a este diario responsables del Ministerio de Fomento, recordando que entre junio de 2017 y julio de 2018 se han acometido en este trazado tres puestas en servicio parciales. Concretamente los cinco kilómetros de la circunvalación que el 19/06/2017 permitió desviar el tráfico del casco urbano de La Font de la Figuera; los dos kilómetros de la rectificación del trazado de las «Curvas del Angosto» en la A-31 que se abrieron a la circulación el 31/12/2017; así como los cuatro kilómetros inaugurados el 26/07/2018 que han dado continuidad a la variante de La Font de la Figuera en dirección Villena. Y en la actualidad está en ejecución de obras el tramo que va desde el enlace de la A-31 a la altura de la cárcel de Villena hasta la confluencia con la N-344, la peligrosa «ruta de los camiones» que en la última década se ha cobrado una larga lista de víctimas mortales y heridos de distinta consideración.
37 millones de euros
Cabe recordar, tal y como este diario publicó en su día, que fue en agosto de 2013 cuando el Ministerio de Fomento retomó los trabajos de construcción de la A-33. Estaba previsto que la conexión entre La Font de la Figuera y la autovía de Madrid, presupuestada en 37 millones de euros, finalizara en 2014. Sin embargo, cuatro años después ese objetivo sigue sin haberse alcanzado, si bien en estos momentos solo falta un 20% para conseguirlo. Los retrasos se han debido, principalmente, a los recortes presupuestarios sobrevenidos por la crisis que, una vez resueltos, han permitido recobrar el ritmo natural de esta infraestructura entre la A-35 y A-31.
Los primeros estudios técnicos de Fomento se realizaron antes de 2003 y las primeras licitaciones de obra se remontan a finales de 2007. Once años después la provincia de Alicante sigue esperando la apertura del corredor natural que conectará Murcia y Andalucía Oriental con Valencia, Cataluña y Europa. Un pasillo terrestre de estratégica importancia para las mercancías agrícolas e industriales que se exportan a la UE.
