El incremento del número de familias con dificultad para hacer frente al pago del suministro de la energía eléctrica ha aumentado de forma significativa en la provincia de Alicante durante los últimos años. La Generalitat Valenciana es sensible a esta problemática y por eso ha comenzado a dar los primeros pasos para combatir la pobreza energética con la creación de un cheque de 100 euros. Un soporte público pionero destinado a todas aquellas personas que no tengan recursos suficientes con los que hacer frente a las facturas energéticas.
Las primeras citas para tramitar las ayudas han empezado esta misma semana y, según los datos que maneja el Instituto Valenciano de la Competitividad Empresarial, IVACE Energía, hay capacidad para asumir la gestión de más de 2.500 solicitudes hasta finales del presente año. Este cheque energético social pretende colaborar con las familias que cuenten con electricidad, gas o gasoil en su vivienda habitual, en las que convivan hijos menores de 18 años y que tengan unos ingresos totales de la unidad de convivencia no superiores al Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples, que está establecido en 532 euros al mes aproximadamente.
Listado de poblaciones
Fue el pasado jueves cuando comenzó la presentación de las solicitudes en los centros de Cruz Roja adscritos al programa. En la provincia se han habilitado 29 y se han distribuido de manera uniforme para abarcar todas las comarcas alicantinas y facilitar, de este modo, los trámites a la mayor parte de la población en situación de riesgo social. Con tal fin se han acogido a este convenio las Asambleas locales de Cruz Roja de Alicante, Elche, Elda, Benidorm, Torrevieja, Alcoy, Orihuela, San Juan, San Vicente, Santa Pola, Almoradí, Altea, Aspe, Banyeres, Callosa de Segura, Calp, Crevillent, Dénia, Guardamar del Segura, Ibi, Xàbia, Monóvar, Novelda, Petrer, Pinoso, Teulada, La Vila, Villena, Pinoso y Sax. La colaboración de estas 29 entidades no es económica. La función de sus voluntarios es únicamente la de gestionar las peticiones y para ello han sido formados por el personal de IVACE Energía, que depende de la Conselleria de Economía Sostenible y Sectores Productivos a cuyo frente se halla Rafael Climent.
El término de pobreza energéticade los abastecimientos necesarios para cubrir sus necesidades básicas, entre las que se encuentran mantener la vivienda a una determinada temperatura mínima y poder disponer de agua caliente. Ese es, precisamente, el fin que persigue el nuevo Gobierno valenciano de PSOE-Compromís. Y, aunque de momento la partida consignada por el Consell alcanza los 250.000 euros para pasar el inminente invierno, la cantidad podría aumentar en función de las necesidades.