El presidente del Patronato que gestiona la Residencia de Ancianos Nuestra Señora de las Nieves de Aspe, Rafael Antón, presentó en la tarde de ayer su dimisión irrevocable y la de toda su junta directiva. Compareció junto al alcalde, el socialista Manuel Díez, y el auditor de cuentas contratado por el Ayuntamiento, Manuel Herrero, y admitió haberse visto completamente desbordado por una deuda que la entidad arrastra desde hace varios años y que, en la actualidad, podría alcanzar los cuatro millones y medio de euros según apuntan fuentes municipales.

Un lastre irreconducible para una entidad sin ánimo de lucro que Rafael Antón achaca a la falta de liquidez por el retraso en el pago de las subvenciones de la Conselleria de Bienestar Social y, también, a la ambiciosa reforma acometida en las instalaciones y a los bajos ingresos que se obtienen de los 62 residentes, cuyas cuotas se sitúan en torno a los 300 euros mensuales.

Lo primero que tiene previsto hacer el Ayuntamiento de Aspe es presentar un concurso de acreedores -antigua suspensión de pagos- en el Juzgado de Novelda para que la precaria situación económica en la que se encuentra sumido el centro no empeore evitando, de este modo, tener que cerrar las puertas de una entidad con 97 años de historia. Las segunda medida tampoco se hará esperar. Mañana el Ayuntamiento va a constituir una nueva junta directiva para el Patronato del Asilo con representación de los tres partidos políticos -PSOE, EU y PP- y de diversos colectivos sociales. Este organismo rector tendrá, en cualquier caso, un carácter provisional en tanto se dan los pasos oportunos para convocar una asamblea de la que emane la nueva directiva encargada de gestionar el geriátrico. En estos términos lo explicó ayer el alcalde Manuel Díez lamentando, asimismo, que "el anterior equipo de gobierno -el del PP de Nieves Martínez- no hubiera prestado en su momento el auxilio que este servicio tan necesario para la localidad requería".

El auditor, por su parte, presentará las conclusiones de su informe en breves días y, aunque no quiso adelantar cantidades, sí que comentó que el desfase entre gastos e ingresos es muy considerable.

El embargo de la lavadora fue el detonante

Las primeras notificaciones judiciales destinadas a embargar la lavadora y la secadora de la Residencia de Ancianos Nuestra Señora de las Nieves de Aspe fueron el detonante que pusieron al descubierto la grave situación económica y financiera que atraviesa el único asilo de -la localidad. Pero los trabajadores ya llevaban entonces cinco meses sin cobrar y unas semanas antes la plantilla supo, a través de una nota del Registro de la Propiedad, que la Seguridad Social y Hacienda le habían embargado al Patronato el solar del edificio y un piso donado.