La residencia de ancianos Nuestra Señora de las Nieves de Aspe está en la más absoluta quiebra. Sus treinta operarios trabajan sin cobrar desde hace cinco meses, los proveedores ya no le entregan mercancías si no cobran en el acto, una de las dos líneas telefónicas ha sido cortada por impago, uno de los dos ascensores bloqueado por el mismo motivo, el instalador de la alarma y del sistema de detección de incendios se niega a efectuar la reparación porque no cobra, el agua caliente ha tenido que ser racionada durante varias semanas porque ningún profesional quería reponer una pieza de la caldera y, lo que es peor, las 62 personas mayores que residen en el centro podrían quedarse en la calle de un momento a otro porque la continuidad del servicio está seriamente amenazada.

La deuda que arrastra desde hace ya muchos años la asociación sin ánimo de lucro que gestiona el asilo ha crecido exponencialmente hasta superar en estos momentos los cuatro millones de euros. El volumen de impagos ha llegado a tal extremo que esta misma semana una comisión judicial se ha presentado en el centro para notificar a la dirección que la única lavadora y secadora industrial que utilizan -las otras dos se averiaron meses atrás y ya no hubo dinero para repararlas- ha quedado embargadas para hacer frente al pago de los 3.000 euros que todavía se adeudan al proveedor que las instaló. Ayer todavía no habían sido retiradas, pero en el momento en el que ocurra la actividad diaria en el geriátrico se sumirá en el "colapso total". Así lo han reconocido ante este diario los propios trabajadores, que esta misma mañana, a partir de las 11 horas, realizarán una marcha reivindicativa hasta la plaza del Ayuntamiento y el Mercado para exigir que les paguen los más de 5.000 euros que les deben a cada uno y para pedir la dimisión del presidente del consejo de administración del asilo, Rafael Antón, al que consideran el culpable de la "caótica situación" por su "pésima gestión".

Pero no es éste el único embargo que pesa sobre la residencia. Tanto el solar donde se halla el histórico edificio fechado en 1915 como el piso que un usuario cedió a la entidad también están embargados por una deuda de 640.000 euros contraída con Hacienda y la Seguridad Social. En cualquier caso, la lista de acreedores es mucho más larga. Según detalla Eduardo Ramírez "Tao", responsable comarcal de CC OO en el sector sociosanitario, a los bancos se les debe más de 2.000.000 euros, a los trabajadores 150.000, a particulares más de 500.00 euros y el constructor que acometió la ampliación y reforma del geriátrico en 2003 sigue reclamando 400.000. "Y eso que se sepa", apunta Eduardo Ramírez.

Rafael Antón: "Hemos sido almas de la caridad y así nos ha ido"

El presidente de consejo de administración de la entidad benéfica encargada de gestionar la Residencia de Ancianos Nuestra Señora de las Nieves, Rafael Antón, admitió ayer que la "situación está al límite" pero redujo la deuda a la cantidad de 2.000.000 euros, achacó los problemas a la falta de liquidez, culpó a la Conselleria de Bienestar Social del retraso en el pago de una subvención de 247.000 euros y negó, en cualquier caso, que el asilo corra riesgo de cerrar. "El problema de fondo -explica Rafael Antón- es que hemos sido almas de la caridad y así nos ha ido. Con los 300 euros al mes que recibimos por residente, el retraso en la percepción de las ayudas oficiales y la inversión de 4,5 millones de euros que realizamos hace unos años para acometer las obras en el edificio no podemos mantener este servicio sin generar pérdidas. Eso es imposible y ahora lo que necesitamos es cambiar la mentalidad de lo que era un antiguo asilo a lo que es una moderna residencia, lo que implica subir los recibos a los 62 residentes para poder mantenerlos en las mejores condiciones posibles sin que nadie tenga que irse a la calle, que es algo que no estamos dispuestos a hacer". En cualquier caso el responsable del centro se encuentra esperanzado en encontrar una solución a corto plazo. "Fuimos nosotros quienes acudimos al alcalde Manuel Díez para exponerle la situación, y el actual equipo de gobierno -PSOE y EU- se ha mostrado muy sensible y, de hecho, ya estamos trabajando de forma conjunta para aplicar una solución en pocos días". Respecto a las críticas que los trabajadores le han dirigido, Antón asegura entenderlos y dice que tienen todo su apoyo por la "absoluta responsabilidad" que están demostrando con creces.