El Conservatorio mantiene todas las especialidades a costa de derivar a 40 alumnos a un colegio

La dirección urge el nuevo edificio ante la falta de espacios en las instalaciones actuales y aislamiento acústico para mejorar la enseñanza

Jornada de puertas abiertas este jueves para divulgar la diversidad formativa

J. R. Esquinas

J. R. Esquinas

El Conservatorio Profesional de Música de Elche tiene que desplazar a cuarenta alumnos al colegio Baix Vinalopó para mantener el nivel de matrícula de las 19 especialidades ante la falta de espacio de las instalaciones junto a la Universidad Miguel Hernández. El Ayuntamiento permitió en 2022 crear en este colegio una sección de la escuela de música, que ha ido progresivamente aumentando el volumen de estudiantes que se trasladan dos días por semana para dar las clases.

Gracias a este recurso, el centro ha conseguido recuperar el nivel de alumnado que se perdió durante la pandemia de coronavirus hasta alcanzar los 465 estudiantes, así como disponer de las modalidades de bajo eléctrico y guitarra eléctrica. Este refuerzo es una medida provisional hasta que se construya el futuro y reivindicado Conservatorio, aunque la comunidad educativa pide celeridad.

Proyecto

A pesar de que el horizonte está ya más claro, después de que el equipo de gobierno de PP y Vox hayan anunciado que se invertirán 11,2 millones para levantar una infraestructura de tres alturas, cuatro pabellones con 50 aulas y un auditorio para 400 personas en Candalix, no se han detallado plazos. Lo único que hay por ahora es una estimación de que este mandato pueda ponerse la primera piedra, aunque todo dependerá de cómo avance la tramitación.

Competitivos

Y en ese periplo la dirección del centro procura mantener un buen nivel de matrículas y ser competitivos con los escasos medios que tienen. «Aspiro a que el Conservatorio crezca pero no me toca decidir a qué velocidad, es muy complejo», indica José Galiano, director del centro desde hace ocho años. El responsable agradece que existan proyectos y que se esté tratando este como una de las prioridades, aunque al mismo tiempo reconoce que tienen «agotamiento de lo larga que ha sido la etapa sabiendo que las cosas hay que hacerlas bien con unos plazos, licitaciones, transparencia y eso significa tiempo».

Alumnos durante la jornada de puertas abiertas en el Conservatorio de Música de Elche este jueves

Alumnos durante la jornada de puertas abiertas en el Conservatorio de Música de Elche este jueves / Áxel Álvarez

Al hilo, Galiano señala que se encuentran limitados por el hecho de utilizar dos centros para ofrecer la enseñanza, a pesar de que agradecen que el Ayuntamiento haya facilitado que se utilice el colegio dotándolo incluso de conserje para controlar el acceso de los estudiantes.

Lista de espera

El hecho de contar con este anexo también ha motivado que la lista de espera para entrar se reduzca y en estos momentos represente aproximadamente un 10% del total de alumnado matriculado, cuando hace unos años la curva era bien diferente, ya que se admitía a un 25% de los solicitantes por falta de plazas.

No obstante, indican desde la dirección, todo aquel que se queda a las puertas de entrar es porque en muchas ocasiones ha declinado formarse en instrumentos que no estaban en su primera opción, ya que hay especialidades que tienen vacantes como contrabajo, tuba y fagot por desconocimiento de estos instrumentos. Se da la circunstancia contraria con el piano, que es la modalidad más demandada y en la que se forman uno de cada cinco estudiantes del Conservatorio.

Jornada de puertas abiertas sobre la diversidad de instrumentos

El Conservatorio de Música de Elche ofreció este jueves una jornada de puertas abiertas, a modo de macroconcierto, para difundir la diversidad de especialidades. Multitud de familias se acercaron para conocer al profesorado y a las formaciones estables. Entre las agrupaciones se encontraba el ensemble de saxos, alumnado de guitarra y bajo eléctrico, la orquesta de flautas Orfelx, el conjunto de viento de enseñanza elemental y la banda de enseñanza profesional. 

Falta de espacios

Para dar cabida a los alumnos en los mil metros cuadrados, el centro ha tenido que hacer encaje de bolillos adaptando espacios. Están en uso treinta espacios sobre esta superficie enmarcada en pleno Palmeral, lo que dan como resultado aulas de ocho metros cuadrados que dejan poca separación entre estudiantes. El futuro proyecto quintuplicaría las dimensiones y se habilitarán diez aulas más con salas que triplicarían el espacio actual, además de sala de informática, biblioteca, estudio de grabación o sala de profesores, espacios hoy que brillan por su ausencia.

El hecho de estar encorsetados en este espacio también afecta a la operatividad a la hora de dar clase, ya que, al existir tan poca distancia entre aulas, y ningún sistema de aislamiento acústico, los sonidos se cuelan entre salas «y los techos altos dan demasiada resonancia», agrega el director.

Quienes hacen posible que día a día el Conservatorio funcione esperan que en algún momento la escuela musical se convierta en el tercer conservatorio en número de alumnos de la Comunidad Valenciana para que se equipare al volumen de población de la ciudad, ya que están por detrás de los profesionales de València, Alicante, Castellón y Torrent.

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