Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Ayuntamiento baraja limitar el tráfico en el puente de la Virgen como hará con el de Canalejas

Movilidad Urbana plantea endurecer las medidas contra la contaminación de modo que, a través de los dos viaductos, solo puedan cruzar vehículos de residentes, servicios de emergencia, transporte público, servicios de carga y descarga y turismos que se dirijan a los aparcamientos de pago

El Ayuntamiento baraja limitar el tráfico en el puente de la Virgen como hará con el de Canalejas

El Ayuntamiento blindará el centro de la ciudad de coches tras peatonalizar la Corredora y la Plaça de Baix a finales de este año. El equipo de gobierno ha decidido restringir el paso de vehículos por el puente de Canalejas y ahora también se plantea limitar la circulación en el puente de la Virgen, dos entradas tradicionales al casco histórico de Elche que dejarán de ser una alternativa para llegar a él o para, lo que se hace de manera más habitual: atravesar el municipio.

Cruzar el puente de Canalejas solo estará permitido a los residentes del casco histórico, transporte público, emergencias, carga y descarga y también para los usuarios de los parkings públicos, como es el del Gran Teatro. Es el plan de la Concejalía de Movilidad, dirigida por Esther Díez (Compromís), quien aseguró que la medida ya fue consensuada con vecinos y comerciantes en 2018 cuando se presentó el Plan Centro. El objetivo es minimizar el tráfico en las calles Alfonso XII y Juan Ramón Jiménez, donde el año pasado realizaron obras para adaptar la calzada al paso de los autobuses que no harán parada en la Plaça de Baix, una vez se peatonalice definitivamente.

Este puente es atravesado diariamente por más de 7.000 vehículos, según un estudio elaborado para el Ayuntamiento en 2017 que también indicó que el 75% de los coches que pasan por la Corredora son de paso (en total circulan 5.000 al día). Este informe arrojó, además, que de todos los que utilizan esta calle, solo un 25% aparcan en la zona centro.

De este modo, el Ayuntamiento instalará lectores de matrícula al principio del puente para permitir el paso solo a los vehículos autorizados y no al inicio de la Plaça de Baix como anunciaron inicialmente cuando presentaron el proyecto de peatonalización de la Corredora. Lo que tiene por definir todavía el equipo de gobierno es a cuántos coches por vivienda permitirán el acceso al centro. Sí que está claro que la Plaça de Baix y la Corredora unicamente serán accesibles a los residentes, que solo pueden llegar por estas vías a sus aparcamientos privados, y a vehículos de emergencias. El transporte de carga y descarga también podrá circular por estas vías peatonales, aunque el Ayuntamiento establecerá un horario limitado y unas zonas puntuales, con la vista puesta en que puedan hacer una reserva a través de una aplicación móvil.

Condicionará

La otra limitación que condicionará de manera importante el acceso al casco histórico y que la Concejalía de Movilidad baraja ahora es en el puente de la Virgen o de Santa Teresa. Según Esther Díez, han sido los propios vecinos del entorno de este viaducto los que han pedido restringir la circulación para minimizar el ruido y la contaminación en la calle Ángel. Precisamente, el último estudio realizado advirtió que el tráfico en este puente es mucho mayor los sábados cuando se cierra la Corredora que el resto de días de la semana.

Por ello, está previsto que el equipo de gobierno se reúna con residentes y comerciantes de la zona para tomar una decisión y precisar cómo afectará esta nueva medida que sopesa y que no estaba contemplada en el Plan Centro presentado hace dos años.

De hecho, en la propuesta que entonces hizo el ejecutivo local, consensuada con comerciantes, vecinos y los grupos políticos, fue utilizar el puente de la Virgen como una de las entradas principales al centro, como la calle Nuestra Señora de la Cabeza, que este año también será remodelada como paso previo a la peatonalización de la Corredora, o como el puente de Altamira.

Estas tres vías fueron calificadas como «distribuidores primarios» pensados para conectar los diferentes barrios de la ciudad, con tráfico preferente y aparcamientos restringidos. Mientras que el puente de Canalejas ya aparecía diseñado en ese Plan Centro como un «viario de coexistencia» de peatón, ciclista y vehículos limitados.

Nuevo centro

La restricción en los dos puentes es una decisión que la Concejalía de Movilidad ve positiva para reducir los vehículos que utilizan el centro como zona de paso. Lo que este departamento municipal persigue es que la gente que quiera visitar el casco histórico y comercial deje sus coches en la red perimetral de aparcamientos para hacer la zona más «humana, verde y segura» para el peatón. Y eso explica la política de supresión de estacionamientos en la vía pública que el Ayuntamiento va a iniciar en nueve calles donde ensancharán aceras y realizarán plataformas únicas, con lo que se perderán unas 90 plazas.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats