El equipo de TAC (tomografía axial computerizada) adquirido gracias a la donación de la Fundación Amancio Ortega al Hospital General de Elche a finales del pasado año está permitiendo realizar más de 400 exploraciones al mes y, al tiempo, está evitando que cerca de una decena de personas tengan que trasladarse a Alicante para realizar estudios de imagen de cardiología, entre ellossobre todo pacientes que han sufrido un infarto.
El balance en estos primeros meses de funcionamiento es más que positivo puesto que está permitiendo agilizar el trabajo al equipo de Radiología del centro hospitalario, pero sobre todo está favoreciendo el acortar los tiempos de atención al paciente.
«Los nuevos equipos no solo mejoran la rapidez y comodidad de la exploración, sino que además permiten la realización de nuevos estudios que previamente no disponíamos», declara el doctor Francisco Ardoy, jefe de servicio de Radiología del hospital.
Estos estudios son además muy rápidos, con tiempos de entre 4 y 30 segundos de radiación «Además de la rapidez no debemos pasar por alto que la radiación recibida en este equipo es aproximadamente la mitad que en los de anterior generación», añade el facultativo.
Las instalaciones radiactivas se clasifican en tres categorías en función del riesgo radiológico asociado a los equipos o materiales radiactivos que se utilizan o se almacenen. Las instalaciones radiactivas del ciclo del combustible nuclear (las fábricas de producción de uranio, y fábricas de producción de elementos combustibles) corresponden a instalaciones radiactivas de primera categoría. Instalaciones radiactivas de segunda y tercera categoría son instalaciones que utilizen aparatos generadores de rayos X.
Con todo, el nuevo aparataje, que tiene un valor estimado de unos 500.000 euros, permite realizar estudios vasculares (angioTC), angiografías, de todas las arterias corporales, en apenas segundos, siendo un dato fundamental la realización de estudios de arterias cardíacas, algo que hasta el pasado mes de noviembre no se podía hacer, es decir, se tenía que derivar el paciente a Alicante, con todas las molestias para el afectado que eso suponía, además de los trámites burocráticos y administrativos.
Patología coronaria
Esto, dicho de otro modo, supone una estimación de unos 120 pacientes anuales con sospecha de patología coronaria, como infarto de miocardio, que pasan a ser realizados en el General de Elche gracias a la colaboración del Servicio de Radiología y de Cardiología, evitando la realización de procedimientos quirúrgicos invasivos y el traslado de pacientes.
Actualmente, en este hospital están operativos dos TAC, dos ecógrafos, una sala de telemando para hacer pruebas de contraste y cuatro salas de radiología, una de ellas para Urgencias, con lo cual funciona 24 horas. En los últimos años se han renovado dos de estas salas de radiología y también un ecógrafo.
En el edificio anexo al hospital, en la Unidad Integral Ambulatoria Especializada (UIAE), existen además de dos ecógrafos y un mamógrafo, una sala para intervencionismo de mama, así como un densitómetro y una ortopantomografía para hacer radiología dental, evitando así también otros desplazamientos a otros hospitales, entre otro aparataje.
A todo ello cabe sumar que existen equipos de radiología simple que se ofrecen en turno ambulatorio en los centros de salud de San Fermín, Altabix y Santa Pola.
El servicio de Radiodiagnóstico, localizado principalmente en la planta semisótano del Hospital General de Elche, nació en el mismo momento que el propio centro, en 1978. «Desde entonces, aun siendo imprescindible contar con los mejores aparatos y técnicas posibles, lo fundamental en el servicio es el capital humano que intenta mejorar la salud de los pacientes que nos necesitan diariamente», apunta Ardoy.
Fotos de secciones del cuerpo al milímetro
El TAC es un escáner que utiliza radiación X para obtener imágenes de secciones de la anatomía. En este caso, el instalado en el Hospital General de Elche es de 64 cortes y permite obtener una excelente calidad de las imágenes, con cortes menores de un milímetro de grosor, realizar reconstrucciones y verlas en tres dimensiones. Esto permite analizar en detalle un gran número de partes del cuerpo, especialmente pulmones, vísceras abdominales, colon, cerebro y otros órganos.
