Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Riegos de Levante pide a Mollà respaldo para la futura desaladora del Camp d'Elx

La consellera de Agricultura se compromete a ayudar a los regantes a conseguir agua

Mireia Mollà llegando a la reunión con regantes. Matías Segarra

Los próximos cuatro años se consideran de vital importancia para garantizar el futuro del Camp d'Elx, que necesita de agua para sobrevivir y mantener el sustento de miles de familias. Es por ello que la llegada de la ilicitana Mireia Mollà a la Conselleria de Agricultura ha sido muy bien recibida entre los comuneros de Riegos de Levante, y más entre su junta directiva, que ayer la recibió en su sede, en uno de sus primeros actos como consellera en su ciudad.

Mireia Mollà, que ya conoce los entresijos de Riegos de Levante, participó en la asamblea de compromisarios de la comunidad general con el objetivo, según dijo ella misma, «de acercar el Consell donde debe estar, que es junto a los regantes», y con la intención de «ofrecerle mi ayuda en todo lo que necesiten, y reivindicar todo aquello que les preocupa».

Y lo que necesitan los regantes del Camp d'Elx ahora mismo quedó ayer más que claro. En la asamblea el presidente de Riegos de Levante Javier Berenguer dijo que el futuro se espera con perspectivas de cambio, y por ello la inversión en una planta de mejora de la calidad del agua que los regantes reciben del río Segura es un «objetivo prioritario para poder asegurar a nuestros agricultores una gran parte de los recursos hídricos necesarios, más allá de las condiciones climáticas o de la voluntades políticas». Con este proyecto se espera obtener la mitad de los recursos hídricos que se destina cada año a los cultivos ilicitanos.

Es decir, que a Mireia Mollà se le quiso dejar bien claro que de la más que estrecha colaboración de la conselleria que dirige depende que el proyecto de la futura planta desaladora del Camp d'Elx vea la luz durante los próximos años, que tiene que pasar trámites tan complejos como, por ejemplo, el de la declaración de impacto ambiental.

El proyecto de la desaladora ya contaba con la bendición de su antecesora en el cargo, Elena Cebrián, que firmó el calendario de pagos a los regantes para satisfacer la indemnización por prohibir la caza en El Hondo que se considera vital para pagar esta infraestructura.

Sin embargo, este proyecto no es el único que quieren poner en marcha los regantes, que hace unas semanas ya iniciaron los trámites para pedir el apoyo de la Conselleria de Agricultura para financiar varias obras valoradas en unos 400.000 euros, y que también se consideran importantes para hacer un uso responsable del agua.

Una iniciativa que también es bien vista por al titular de Agricultura y Emergencia Climático, que ayer dijo que «el agua es un bien necesario y escaso, y aquí sabemos muy bien lo que es no malgastar ni una gota, ya que con la agricultura también se combate la sequía».

Así se cerró la primera toma de contacto de Mireia Mollà con Riegos de Levante, que ahora debe materializarse en decisiones y acciones que repercutan en la mejora de un sector al que también le preocupa la guerra de precios.

La Comunidad General acabó 2018 con un déficit de 9.384 euros por el cierre del trasvase

La cúpula de la entidad achaca el gasto de 300.000 euros en infraestructuras a la falta de mantenimiento anterior

Además de pedir apoyo a la consellera de Agricultura, Mireia Mollà, los regantes celebraron ayer una asamblea ordinaria en la que se dio cuenta del resultado contable de 2018, que se ha saldado con un déficit de 9.384 euros, sobre un presupuesto de 2,8 millones de euros. La desviación sobre el importe de la cifra de negocio ha sido del 0,3%, según se explicó ayer a los regantes que asistieron a la asamblea.

Para justificarlos desde la dirección de Riegos de Levante recordaron que el «año pasado se inició con el trasvase Tajo-Segura cerrado, sin agua desalada y con la cuenca del Segura en situación de emergencia». Una situación delicada que también obligó a poner en marcha un expediente de regulación temporal de empleo «con el fin de minimizar las pérdidas de explotación». Este expediente se mantuvo el primer trimestre hasta que se abrió el trasvase.

Durante la asamblea también se dio cuenta de las inversiones realizadas durante el 2018, donde destaca la infraestructura necesaria para tener preparada la elevación de agua de El Hondo al Pantano de Crevillent, que ha supuesto un coste de 229.000 euros, o los 46.000 euros invertidos en la primera fase de una nueva aplicación informática de gestión para la Comunidad General y las comunidades de base.

Además, el presidente de Riegos de Levante, Javier Berenguer, y su equipo, destacaron el «elevado gasto en 2018 en actuaciones de mantenimiento y conservación, superando los 300.000 euros, ya que ha sido necesario sustituir y reparar varias bombas de las elevaciones por falta de mantenimiento preventivo en los años anteriores».

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats