Pocos fueron los que la semana pasada, en el primer Lunes de Mona, salieron al Pantano y las playas de Elche a pasar la jornada festiva junto a sus familias. Las lluvias que condicionaron la Semana Santa también impidieron disfrutar del primer Lunes de Mona al aire libre. Tan solo unos pocos valientes se atrevieron a salir con sus sillas y mesas al aire libre. En el caso del Pantano, por ejemplo, apenas se contaron un par de mesas. Nada que ver con lo que se está viviendo hoy en Elche. El centro de la ciudad presenta un aspecto muy tranquilo, sin problemas para encontrar aparcamiento, pese a que la Feria Andaluza permanecerá hasta el miércoles en el recinto de Candalix, y tanto el Pantano como las playas ofrecen mucho más movimiento, con una gran cantidad de ilicitanos disfrutando de un día en el que los termómetros sobrepasan los 20 grados.

Esta singular jornada, en la que no es fiesta en todos los rincones de la provincia, se está viviendo de una forma muy especial en Elche, donde la población ha contado con la oportunidad para escaparse durante algunas horas hasta el Pantano, las playas o la vecina localidad de Santa Pola y cumplir de esta manera, un año más, con una de las grandes tradiciones ilicitanas de esta parte del año. Los que, por su parte, han decidido quedarse en la ciudad, cuentan con mayor tranquilidad para realizar actividad que normalmente presentan más dificultades, como son las de salir a correr, dar una vuelta en bicicleta o hacer una ruta en patinas, una afición que cada vez está cantando a un mayor número de adeptos. Entre los "urbanitas" también estuvieron los que decidieron acercarse hasta el Huerto de la Cuerna, en el barrio de Altabix, para disfrutar de la convivencia vecinal que se ha organizado con motivo de las fiestas en honor a San Vicente Ferrer.

Tanto en Arenales del Sol como en La Marina se están congregando numerosas familias para disfrutar de esta jornada en compañía, aunque, como viene sucediendo durante los últimos años, es en el Pantano donde se ha dado cita un mayor número de ilicitanos. Los juegos, las tertulias comentando la actualidad, totalmente marcada por las elecciones del 28A, y los largos paseos están siendo la nota predominante. Esta imagen contrasta con la que presenta el centro de Elche, en el que la mayor parte de los locales permanecen con la persiana bajada y es difícil dar con un establecimiento en el que comer un bocadillo o tomar un café.