Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La remodelación integral del barrio de San Antón se dilatará más de 20 años

La primera actuación arrancó en diciembre de 2014 y hasta la fecha hay construidas apenas 200 viviendas de las 1.050 previstas

La remodelación integral del barrio de San Antón se dilatará más de 20 años ANTONIO AMORÓS

La remodelación integral del barrio de San Antón de Elche aún tardará más de 20 años antes de que se complete totalmente. Y eso si todo va bien, es decir, si se siguen agilizando los trámites, como en estos últimos tres años, y si continúa habiendo financiación. De momento, todavía no ha finalizado la primera fase de esta actuación urbana cuando se sabe desde hace años que serán necesarias más fases (no está claro cuántas) para las que, además, todavía no está cerrado qué administraciones pondrán el dinero.

En total, se trata de crear 1.050 viviendas nuevas en este mismo barrio cuyos vecinos, desde hace 25 años, vienen escuchando anuncios de los distintos grupos políticos que han pasado por los gobiernos centrales, autonómicos y locales dando a entender que la reforma integral del barrio prácticamente era ya una realidad.

«Es un tema de gestión y paciencia», reconocen fuentes municipales del Ayuntamiento de Elche, administración interesada en poder acelerar al máximo esta renovación, pero que no depende solo de ella. De hecho, el Gobierno central y la Generalitat Valenciana ponen aquí los fondos que en esta primera fase, que incluye los tres primeros edificios, va a suponer en última instancia un desembolso cercano a los 25 millones de inversión.

573.00 euros de sobrecoste

Las obras del primer edificio comenzaron oficialmente en diciembre de 2014 y ya se puede residir en los primeros 74 pisos construidos. El segundo bloque de viviendas, con 120 nuevos hogares, en principio podría ser ocupado para vivir a partir del verano. Precisamente, ayer en la reunión de Pimesa se supo que el segundo bloque ha costado 573.000 euros por encima de lo previsto (sin contar el IVA), esto es un 9,941% más de lo adjudicado, muy cerca del 10% máximo que permite la ley.

Con respecto al tercer bloque que completaría esta primera fase, con 90 viviendas, se está ahora mismo en plazo, hasta el 11 de febrero, para presentar ofertas para su construcción. Es decir, aún pasarán un par de años antes de que podamos ver gente residiendo en este tercer y último bloque de la primera fase.

Sin embargo, casi sin esperarlo, se ha podido conseguir dinero para levantar un cuarto edificio, el primero de la segunda fase. Se trata de crear 55 nuevos hogares, algo para lo que todavía no hay ni fechas estimadas.

En cualquier caso, de momento parecen seguros unos 330 pisos (aparte de locales comerciales y garajes), para los cuales se estima que, desde que se puso el primer ladrillo hasta que se esté listo para entregar la llave en mano habrá transcurrido prácticamente una década.

Transformar la barriada

Aún quedarían por tanto una posible segunda fase, con unas 400 viviendas, una, se estima, tercera, con otras 300 pendientes y, además una actuación en la vía pública para generar espacios verdes, reformar viales y crear nuevas zonas dotacionales.

Y por si fuera poco, San Antón debería, antes o después, asistir a la demolición progresiva de la quincena de bloques deteriorados desde hace décadas (y que el Ayuntamiento ha venido gastando importantes sumas para asegurar sus fachadas y cubiertas) conforme sus inquilinos se vayan reubicando en los nuevos edificios. En principio, los primeros que tendrían que ser derribados (para construir en este suelo futuros nuevos edificios para continuar con ese realojo) serían los bloques 11, 12, 13 y 14. Para esto tampoco nadie maneja plazos ni se sabe qué organismos públicos pueden costear esta entrada de las máquinas de demolición.

Aún continúa en el recuerdo de muchos vecinos, tanto del barrio como de fuera de él, de cómo en julio de 2011 la entonces consellera de Infraestructuras y actual candidata a la Generalitat , Isabel Bonig, y la entonces alcaldesa de Elche, Mercedes Alonso, colocaban la primera piedra para dar así el pistoletazo de salida la transformación del barrio. En aquel entonces la primera fase contemplaba cinco bloques para ejecutar 308 nuevas viviendas protegidas, que tendrían un coste edificatorio de 28 millones de euros. Precisamente, donde se colocó esa primera piedra sigue siendo hoy en día una zona donde nunca se ha actuado.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats