Antes de las próximas elecciones de mayo Elche debería contar con una normativa municipal actualizada y clara sobre qué vehículos de movilidad personal (VMP) pueden y no pueden circular en determinadas zonas de la vía pública. Posiblemente, se ponga en vigor con escasos meses de diferencia con respecto a la nueva normativa estatal, que se espera llegue para mediados de 2019. De momento, para la Dirección General de Tráfico (DGT) estos elementos VMP están en una especie de limbo, ya que oficialmente la expresión mínima de vehículo se queda en la bicicleta, es decir, no va más allá. En noviembre de 2016 la DGT sacó una «instrucción» con una serie de criterios «y en tanto no se elabore una normativa específica sobre los referidos vehículos».

Patines, patinete eléctrico, patinete sin motor, monopatín, monociclo eléctrico, hoverboad, segway o pequeños scooter a motor que no son patinetes ni bicicletas están hoy por hoy, como ocurre en la gran mayoría de las ciudades de España, fuera de cualquier ordenanza, lo que, dicho de otro modo, quiere decir que no está regulado por dónde y cómo deben circular, a qué velocidades ni a qué sanciones se puede enfrentar el propietario o usuario.

La edil de Movilidad Urbana, Esther Díez, señala que recientemente se ha comenzado ese trabajo que lleve a modificar la normativa local de circulación, que ya se acometió en 2017 pero para clarificar el devenir del uso de la bicicleta por las calles y aceras del municipio. Así, se ha empezado por dos tareas básicas: clasificar los vehículos de movilidad personal que vemos a diario por las vías públicas y, seguidamente, concretar por dónde pueden y no pueden transitar.

Díez explica que para esta labor está siendo necesaria la colaboración de técnicos de las concejalías de Urbanismo, Movilidad, Tráfico, así como de la Policía Local, todo ello a partir de reuniones de la denominada Mesa de Tráfico.

En esta labor es muy probable también que se incluya y aclare por dónde pueden circular incluso las sillas de ruedas, eléctricas o no, de personas con movilidad reducida.

«Las nuevas tecnologías han favorecido la aparición de soluciones de movilidad urbana que favorecen los desplazamientos peatonales mediante el auxilio de nuevos modelos de vehículos que rompen la tradicional división peatón/vehículo de motor. Estos vehículos en algunos casos ostentan una masa superior a la de las personas y se mueven a una mayor velocidad que los peatones», señalan desde la DGT.

Según el organismo estatal, los VMP pueden definirse como vehículos capaces de asistir al ser humano en su desplazamiento personal y que, por su construcción, pueden exceder las características de los ciclos y estar dotados de motor eléctrico. Los ayuntamientos deben establecer limitaciones a la circulación en las vías urbanas, dependiendo de la velocidad máxima por construcción, masa, capacidad, servicio u otros criterios que se consideren relevantes.

Pero además de saber qué artilugio puede circular por qué sitio, también es necesario que sepamos diferenciar los diferentes tipos de vía. Tras esa clasificación de MVP en la que está trabajando el Ayuntamiento de Elche, y después de cuadrar en qué vías puede circular cada vehículo de los que tanto se han puesto de moda, se pasará a determinar cuál debe contratar obligatoriamente un seguro, incorporar reflectantes y otra serie de cuestiones añadidas.