El Clot de Galvany está más cerca de conseguir el máximo blindaje frente al ladrillo y cualquier interés urbanístico. El Ayuntamiento aprobará en el pleno municipal del lunes la ampliación en 366 hectáreas de la protección del paraje natural, que deberá ser ratificada después por la Conselleria. Salvo imprevistos, el área de Medio Ambiente quiere sacar adelante esta propuesta con la que será necesario el apoyo de la mayoría de concejales de la corporación municipal. De obtener el visto bueno del pleno y del Gobierno valenciano, se duplicará el terreno protegido. En estos momentos hay 343 hectáreas, que son las que componen actualmente la zona del Fondet de la Senieta, y las lomas y salinas de Balsares. El objetivo es que el paraje natural municipal pase a contar con un total de 709 hectáreas protegidas.
Ahora mismo, el espacio ya es superficie no urbanizable, pero sin el blindaje siempre quedaría abierta la posibilidad de una recalificación. De hecho, en 2013, con el PP en el Gobierno local, se planteó esta opción, para poder construir allí un bulevar, 629 viviendas y un hotel, aunque, al final, el proyecto acabó bloqueado y quedó en nada. De hecho, fue la propia Generalitat, entonces del Partido Popular la que detuvo esa aspiración.
Con esta medida que abordará el Ayuntamiento el lunes, el Clot de Galvany alcanzará la protección similar a la de parque natural. Todo ello ha sido posible después de la elaboración de una memoria en la que ha trabajado el Consistorio ilicitano en este último año. La intención es que antes de que acabe el mandato la Generalitat haya cerrado definitivamente la puerta a cualquier intento de edificación en este lugar.
Ni bares, merenderos, chiringuitos, restaurantes, instalaciones para deportes náuticos, centros deportivos, sanitarios, campamentos de turismo ni, por lo tanto, hoteles o espacios residenciales. Lo cierto es que, aunque no se trata de terrenos urbanizables, estos humedales son de propiedad privada, y hasta ahora, según el edil de Medio Ambiente, Antonio García, se necesitaba el permiso de los dueños para incluirlos como parajes naturales municipales. Sin embargo, tras un cambio en la legislación, ya no es necesario, según el Ayuntamiento ilicitano.
Reivindicación
Grupos ecologistas como Margalló y la Asociación de Amigos de Humedales del Sur hicieron ayer un llamamiento para que todas las formaciones políticas del Ayuntamiento respalden esta medida y no cedan a las presiones de las grandes empresas.
Los colectivos conservacionistas han puesto el foco en la importancia proteger al máximo esas zonas consideradas de «gran valor ambiental» como el Fondet de La Senieta y la charcas y el saladar de Balsares, que forman parte inequívocamente de la zona húmeda. Además advierten de que el Clot de Galvany sufre una intensa presión urbanística y que pese a los graves impactos que padece, durante estos años «se ha logrado rescatar un valioso espacio natural, muy apreciado por los ciudadanos de Elche y por todos aquellos que lo visitan».
El equipo de gobierno está despuesto a hacer realidad esa reivindicación, aunque para ello haya que aumentar los recursos que se destinan actualmente al mantenimiento de esta zona de Elche rica en flora y fauna, que linda con Santa Pola.
Aunque el Consell, de acuerdo al nuevo Plan de Acción Territorial de la Infraestructura Verde del Litoral en la Comunidad Valenciana (Pativel), ya da la máxima protección a este enclave natural, el Ayuntamiento ha querido, a su vez, hacer esta petición expresa al Gobierno valenciano.
La iniciativa autonómica proyecta, además, conectar con una vía verde los tres humedales de la provincia: Agua Amarga, el Fondet de la Senieta y el Clot de Galvany. Aunque todavía no hay fechas concretas, la intención es hacer un trazado pensado para ciclistas y peatones que una los espacios naturales con la ciudad y enclaves económicos como el Parque Empresarial.
