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González: El Gobierno no pierde credibilidad por modificar su postura»

No han sido unos meses fáciles para el primer edil ilicitano. Al revés de la agrupación socialista se suma un largo listado de cuestiones enquistadas

González: El Gobierno no pierde credibilidad por modificar su postura»

¿Está hoy Carlos González

Al contrario, el transcurso del tiempo me ha reforzado como alcalde... El transcurso del tiempo, las decisiones adoptadas, y la consolidación del Gobierno y del rumbo político. Afronto la recta final del mandato, dicho desde la máxima humildad, con una solidez y con una fortaleza política que, probablemente, no tenía cuando me senté en este sillón el 13 de junio de 2015. Hoy me encuentro con fortaleza y reforzado tanto dentro como fuera, por los miembros de mi Gobierno, por la ciudadanía y por mi propio partido, con independencia de los avatares de la agrupación.

¿Funciona este Gobierno como un verdadero equipo?

Por convicción y por contraste con otros municipios, éste es un gobierno que funciona con unidad de criterio y sin compartimentos estancos. Otra cosa es que los concejales y concejalas, sin distinción de grupo, tienen una amplia autonomía dentro del acuerdo de Gobierno.

Reformulo la pregunta: ¿Hay tres gobiernos en este Gobierno?

No percibo que haya tres gobiernos. Hay un Gobierno con concejales con autonomía, pero dentro de la coordinación y la unidad de objetivos y criterios. Uno de mis temores al comenzar el mandato era que pudiéramos entrar en dos gobiernos, el Gobierno del mayoritario y el de los minoritarios, y eso tengo que agradecérselo a la actitud y la forma de entender la gobernabilidad del Partido de Elche y Compromís.

¿Cómo son las relaciones con Compromís en estos momentos?

Son razonablemente buenas, lo que no quita para que haya desencuentros. Dentro de una relación política razonablemente buena, hay que entender que caben los desencuentros, y se gestionan de forma razonable, prudente y responsable. Ambas partes hemos hecho un gran esfuerzo para ser capaces de anteponer lo que de positivo tiene este acuerdo para la gobernabilidad y la transformación de la ciudad ante las discrepancias. Los dos partidos sabemos distinguir el grano de la paja.

Desde el minuto uno dijo que era difícil la moción de censura, pero es uno de los factores que ha pesado a la hora de recular con la Corredora

Asistimos a un escenario político inédito en la ciudad, con un Gobierno compuesto por tres formaciones y con una aritmética que propicia la amenaza de la moción de la censura. El mismo día que tomé posesión, ya se me dijo que la moción de censura estaba en marcha. Bueno, lo primero que me dijeron es que no duraría seis meses, lo segundo es que no me comería el turrón. A partir de ahí, estamos en el tercer año, tres Navidades, tres turrones... Somos un Gobierno estable y cohesionado, y no hay razones para una moción de censura. Creo que no ha habido nunca en la agenda política una moción de censura seria porque nunca ha habido razones.

¿Y por qué entonces ése fue uno de los argumentos utilizados para echar atrás la peatonalización

Suspender el proceso de peatonalización de la Corredora obedece esencialmente a nuestra convicción de que estábamos cometiendo un error con un proyecto que es fundamental para la ciudad. No puede ser que un proyecto que estoy seguro de que pasará a la historia se encuentre con una oposición ciudadana tan intensa. Ésa fue la gran preocupación y el principal motivo que ocasionó nuestro cambio de criterio. El temor era a parecernos al Gobierno de Mercedes Alonso, es decir, a un gobierno que se aísla y se obstina en sacar adelante un proyecto con la oposición de todos. Un gobierno que es participativo y transparente, que respeta y escucha a la oposición, y que está en contacto permanente con los ciudadanos y con los colectivos no puede atrincherarse.

El rechazo por parte de ciertos sectores se conocía desde hacía semanas, un viernes se aprueba en la junta de gobierno continuar y al lunes siguiente se decide parar. ¿Qué pasó ese fin de semana?

Yo creo que es el efecto acumulativo. Veníamos de una primera moción que el Gobierno plural había perdido en el pleno, y de un incremento de la presión social y política a partir de esa moción. Ese lunes antes del martes 1 de Mayo, y del pleno del miércoles, éramos conscientes de que esto se podía agravar, con las circunstancias que se podían dar en el pleno: otra moción rechazando la Corredora, más tensión con los colectivos, y más presión social y política. Era miedo político a sentirnos un Gobierno obsesionado y atrincherado con un proyecto. Éste es un proyecto para transformar la ciudad, y no podía estar enmarañado por esa oposición ciudadana.

¿Pesó la sombra de Alicante

En Alicante no ha habido moción de censura, sino un cambio de Gobierno como consecuencia de la dimisión del alcalde socialista y de la falta de acuerdo para investir a una nueva alcaldesa de izquierdas. Por lo tanto, no tienen nada que ver las circunstancias de Alicante con las de Elche. He visto con preocupación y con pena política lo que ocurría en Alicante, pero no influye en nuestro ánimo ni en el proceso de toma de decisiones en Elche.

¿La paralización de la Corredora supone un golpe a la credibilidad del tripartito?

La Corredora era y es un proyecto importante para el Gobierno. Todavía hay opciones reales de generar el consenso necesario para retomar el proyecto, y nos vamos a emplear a fondo y me voy a emplear a fondo para que así sea. Un Gobierno no pierde la credibilidad por ser capaz de entender las críticas y modificar su postura en torno a una materia. Al contrario, nos da más credibilidad y fortaleza entender que hay críticas, echar el freno y replantearnos un proyecto. Lo fácil es atrincherarse. En este momento, se está trabajando no sólo en construir el consenso, sino en lo que ha derivado de esa primera reunión de trabajo.

¿Cuáles son los próximos pasos que se van a dar con la Corredora?

Lo fundamental es seguir trabajando con los vecinos y las formaciones políticas. A partir de ahí, quiero poner sobre la mesa un plan integral de peatonalización del centro que conlleve desvíos y alternativas al tráfico, y reparta de forma más armónica y equilibrada las cargas. Queremos un desvío más racional, menos polarizado, porque antes todo giraba en torno a Alfonso XII, Juan Ramón Jiménez y Ángel. Ése ha sido un elemento determinante para que el proyecto se encontrara con la oposición ciudadana, y ahí y en la peatonalización del conjunto es donde tenemos que incidir.

¿Qué va a pasar con el Mercado Central

Éste es un proyecto extraordinariamente complejo que nació mal. Como consecuencia de las decisiones erróneas que tomó quien impulsó el proyecto, el Gobierno del PP, hoy la ciudad y el Gobierno están en una tesitura compleja y sometida a condiciones que están fuera de nuestro alcance: las recomendaciones de Icomos hacia la Unesco y las decisiones que pueda tomar la Conselleria sobre el refugio. Ahora estamos en un momento de incertidumbre por esos factores ajenos a la voluntad municipal, pero que van a condicionar el futuro.

¿Cabe la rescisión?

Lo que he dicho públicamente, y me reafirmo, porque creo que es lo correcto, es que, ante la hipótesis de que se confirme la recomendación de Icomos ante la Unesco, y ante la hipótesis de que el refugio comprometa la construcción del aparcamiento, sólo hay dos alternativas: negociar con la empresa una modificación sustancial del proyecto o negociar con la empresa poner punto y final a la concesión administrativa en vigor. Es mejor negociar una salida ante la hipótesis de que el Mercado sea inviable que judicializar la salida, y pienso en las tres partes: ciudad, placeros y empresa.

¿Y esa salida negociada se podría alcanzar en este año?

Debo ser prudente, porque los plazos en cuestiones tan complejas a veces se nos escapan de las manos. Yo intento imprimir la máxima celeridad a cada una de las decisiones, para encontrar la solución lo antes posible. No me atrevo a decir si será antes o después, pero la voluntad del Gobierno y mi voluntad es despejar las incógnitas cuanto antes.

El Progreso sigue cinco meses después parado y, de por medio, ha habido informes de Cultura muy duros. ¿Qué se hizo mal?

Con sinceridad, considero que la actuación municipal ha sido impecable. Las decisiones que se han tomado en el ámbito municipal con relación al edificio de Nuevos Riegos El Progreso eran ajustadas a derecho y a nuestro Plan General. La licencia está bien concedida. A partir de ahí, se han producido circunstancias indeseadas para las partes que nos han llevado a una encrucijada jurídico-administrativa compleja.

La Conselleria mantiene que la responsabilidad recae completamente en el Ayuntamiento...

Insisto en que la actuación municipal ha sido impecable. Las administraciones no debemos arrojarnos la reponsabilidad las unas a las otras, sino que debemos cooperar. Entiendo que la Administración autonómica defienda su posición, pero yo defiendo con convicción la actuación municipal, y creo que, como consecuencia de ello, va a ser inevitable la judicialización. Lamentablemente, tendrá que ser un tribunal quien decida no sólo la salida, sino dónde está la responsabilidad, que, en definitiva, es el debate que hay de fondo. Y lo lamento por el impacto estético que tiene en la ciudad, por los intereses de los propietarios y por la debida protección del patrimonio, que, en este caso, queda un poco en entredicho.

El hotel de Arenales seguirá ahí otro verano, y está judicializado. ¿Hay solución a corto plazo?

Si estamos donde estamos no es como consecuencia de una decisión municipal, sino de los errores en el planteamiento constructivo por parte de la mercantil. No ha habido boicot por parte del Gobierno municipal, ni palos en la rueda, sino un incumplimiento de la mercantil y una resolución de la Dirección General de Costas, y quien ha paralizado la obra es el Gobierno de España. Por tanto, el PP no puede decir que hemos obstaculizado la construcción del hotel. Eso es manipular la realidad e intentar confundir a los ciudadanos intencionadamente.

Las respuestas del Gobierno sobre la cesión de la Dama han sido contradictorias, y de 2018 hemos pasado a 2019. ¿Tiramos la toalla?

Yo encuentro explicaciones razonables. Entiendo a un Gobierno que en el Parlamento, y ante las tareas de fiscalización de la oposición, elude comprometerse, pero el Gobierno, en las reuniones de trabajo con el Gobierno municipal, ha planteado un calendario de trabajo que estoy convencido de que nos va a llevar a que la Dama pueda estar en la ciudad en 2019. Tenemos el plan museológico, el plan museográfico... Lo tenemos todo ya hilvanado, y habrá una reunión antes del verano para seguir avanzando. El cambio de fecha obedece al criterio del Gobierno de agotar 2018 con el 150 aniversario del Museo Arqueológico Nacional.

La revisión del Plan General se arrastra desde hace tres mandatos. ¿Por qué hoy seguimos prácticamente en el mismo punto?

No quiero eludir responsabilidades, pero concurro a unas elecciones en 2015. Uno de los compromisos era impulsar la revisión del Plan General, siendo conscientes de que es una decisión que comienza en un mandato y culmina en el siguiente. Nosotros hemos iniciado una gran modificación del Plan General, para la ampliación de Elche Parque Empresarial, y, a continuación, pusimos sobre la mesa el Plan Especial de Palmeral, segunda prioridad urbanística. Luego viene la revisión del Plan General. Yo respondo desde 2015 hasta ahora. El PP, en su anterior Gobierno, no se planteó seriamente el nuevo Plan General, y nosotros sí estamos trabajando en el Plan General del siglo XXI.

¿Habrá Plan Especial del Palmeral antes de un año?

Tendremos en breve una aprobación inicial, y, a partir de ahí, esperamos que pueda alcanzarse la aprobación antes de mayo de 2019.

Hace tres años defendió la edificabilidad cero en los huertos, pero la Ley del Palmeral sí permite construcciones como centros de interpretación o museos e incluso el cambio de uso de residencial a hotelero y hostelero. ¿No se aleja eso de la edificabilidad cero?

Estamos en la edificabilidad cero privada y hay un margen mínimo de edificabilidad con criterios de interés general vinculada al propio Palmeral y con un impacto cero sobre el Palmeral. Por lo tanto, estamos dentro de los parámetros que he defendido como candidato, que ha defendido el PSOE, que hemos incluido en el acuerdo de gobierno, y, sobre todo, dentro de los parámetros de lo que necesita la ciudad. Hay que blindar el Palmeral para la construcción privada y hay que dejar un resquicio para que alguna construcción de interés general asociada al Palmeral tenga cabida. Es coherente y refleja el concepto de edificabilidad cero. Hemos sido capaces de poner sobre la mesa un borrador de una Ley del Palmeral que es un hito para este Ayuntamiento y es fundamental para el futuro del Palmeral, y, al mismo tiempo, hemos desarrollado un Plan Especial que es estricto, conservacionista y que garantiza el futuro del Palmeral, que es nuestra máxima preocupación.

Hace dos años se declaró el procedimiento de urgencia para ampliar el Parque Empresarial, pero no culminará hasta 2019...

Estoy seguro de que la modificación del Plan General que va a permitir la ampliación de Elche Parque Empresarial va a ser la tramitación urbanística más rápida de la historia del urbanismo valenciano, y no es una exageración. Estamos ya en la fase de exposición pública. La cooperación entre el Ayuntamiento y la Generalitat va a posibilitar que todo sea extraordinariamente rápido. Aún así, el urbanismo español y valenciano, la conjunción de la Ley del Suelo y la LOTUP, hace que la tramitación urbanística sea extraordinariamente densa, compleja y lenta. Eso nos hace enfrentarnos a un escenario administrativo que hace que las decisiones políticas y su correlato administrativo urbanístico no estén en consonancia con las necesidades de la actividad económica y lo que necesita la sociedad civil.

Siempre dice que la clave está en ir por delante en la generación de suelo industrial, y se ha hablado de otra ampliación en el Parque Empresarial y del Porta d'Elx. ¿Cómo se lleva eso a la práctica?

Sigo defendiendo que, en la estrategia de ciudad y en el objetivo de ser la primera ciudad industrial de la Comunidad, hay que ir por delante en la generación y oferta de suelo industrial. Hemos perdido cuatro años muy valiosos, y eso nos hace estar ahora en una situación compleja. Sigo manteniendo no sólo ese criterio, sino la plasmación práctica de ese criterio, y eso pasa por desarrollar cuanto antes la ampliación del E-49, y, en cuanto esté bien encauzada, hay que empezar a pensar en una ampliación que tenga carácter de transitoriedad hasta la aprobación del nuevo Plan General, que ya clasifique suelo y dé respuestas a las demandas de suelo industrial de los próximos 20 años, sea dónde sea.

¿Se descarta el Porta d'Elx?

Cuando uno se encuentra en un proceso de definición de un nuevo Plan General, una de las primeras respuestas que se debe dar en una ciudad industrial es el suelo industrial a futuro, y hay que contemplar todas las opciones. Evidentemente, el suelo situado en el noreste del término municipal tiene un potencial indiscutible, sin hablar de marcas.

¿Por dónde va a ir la nueva contrata de basuras?

Es un contrato que debe dar respuesta a la demanda de limpieza en barrios y pedanías, un déficit de esta contrata por su prolongación artificial en los últimos años. El segundo criterio es que tiene que ser mucho más eficiente desde el punto de vista del rendimiento, y eso implica la mecanización del servicio, y, junto a ello, recuperar el barrido diario. Hay que modernizar la maquinaria e incorporar equipos que hagan que sea una contrata que no se base tanto en la mano de obra, y más en los equipos que favorecen el rendimiento. El tercer elemento es que hay que incorporar criterios ambientales y el quinto contenedor. En cuarto lugar, hay que incluir las zonas ajardinadas. Luego, hay que dar respuesta a necesidades específicas del Camp d'Elx, como las podas. Podría seguir, pero esos son los aspectos más importantes.

¿El Ayuntamiento y el IVF han perdido la batalla con el consejo de administración del Elche?

La situación del Elche se encuentra judicializada. Yo no creo que nadie haya perdido ninguna batalla, está pendiente de una decisión judicial. El IVF está defendiendo el interés general de los valencianos y, al mismo tiempo, ha trabajado a lo largo de esta legislatura para buscar una solución a los problemas institucionales y económicos del Elche. Ha armonizado los dos criterios.

Siempre dice que la parálisis es una etiqueta de la oposición. ¿Con qué proyectos rebatiría eso?

La parálisis es un problema de la oposición. Tres años después, todos somos conscientes de que la oposición se ha encontrado inmersa en sus dificultades y paralizada por su dinámica interna. Este Gobierno no ha dejado de trabajar desde el primer día en la adopción de medidas de política social; en la mejora de los servicios públicos municipales, como la limpieza, la educación, en cultura, en seguridad ciudadana... Hay cooperación con la Generalitat para la mejora de los servicios públicos, y, fundamental, hemos trabajado en la mejora del espacio público, y en la reactivación económica y en la generación de empleo.

Ya, pero, ¿con qué cinco proyectos refutaría eso de la parálisis?

En primer lugar, está la ampliación del Parque Empresarial. Luego, el campus tecnológico es un espacio específico para atraer empresas de la nueva economía, y significa llevar la Universidad al Parque Empresarial. En tercer lugar, destacaría la regeneración del barrio de San Antón, que supone más de 12 millones movilizados en el sector de la construcción. Asimismo, están el alcantarillado de Peña de las Águilas y el colector de Carrús, con una inversión pública de 6 millones. También estamos trabajando en la conexión de la ladera con el Pantano o el transporte a las pedanías. Es más, hay un catálogo de marrones resueltos, como la DGT, Asfeme, el albergue juvenil, el Instituto de la Palmera..

¿Llegara el equipo de gobierno al final del mandato con la configuración actual?

Estoy convencido de que sí. El equipo de gobierno está cohesionado, y no es un eslogan. Hay buenas relaciones personales, una relación política sólida, y un objetivo, trabajar hasta el último día para cumplir los acuerdos. Cuando hablo con el Partido de Elche o con Compromís, creo que todos somos conscientes de que mostrar a los ilicitanos que hemos sido capaces de gobernar juntos con seriedad, con un proyecto de ciudad, es lo que más beneficio político nos va a dar a cada partido, porque el interés general es lo mejor para cada partido. Si estuviéramos peleando constantemente, la gente nos castigaría y se favorecería a los que están en la oposición.

¿En que fase se encuentran ahora con Cs?¿Se ha roto el matrimonio a un año de las elecciones?

Hemos sido capaces de establecer una relación política con Ciudadanos basada en la responsabilidad y en la búsqueda del interés general. Y desde la perspectiva de es oposición y no es Gobierno, pero apoya al Gobierno cuando hay cuestiones de interés general, creo que hay una relación de cooperación leal, inteligente y positiva para la ciudad.

¿Qué nota le pone a su gestión?

Son los ciudadanos los que tienen que valorar el grado de satisfacción con un Gobierno o con un alcalde. Nuestra obligación es trabajar, informar, cumplir compromisos, pero nunca pondré nota ni a mi trabajo ni al de mi equipo.

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