n Que exista una granada como la mollar de Elche con Denominación de Origen es bueno. Así lo dicen los agricultores que, a su vez, reconocen que se han plantado tantas hectáreas en los últimos años de este cultivo, y que es tal el nivel de calidad que se exige, que su rentabilidad en el campo es muy baja. Tan baja que a muchos, confiesan, no les da ni para cubrir gastos en una época en la que las horas de agua son más caras por la sequía. Por este motivo, los viveros de árboles frutales están dando más salida a otras variedades de granada, como la wonderful o ACCO, que tienen más color y son bien recibidas en mercados europeos, donde existe demanda. Estas variedades se están plantando en terrenos que antes ocupaba la granada mollar.

La diferencia, apuntaban ayer varios productores de granada, está en que por la granada mollar se están pagando 40 céntimos por kilo en el campo, mientras que por las otras se llega a ofrecer entre 60 y 70 céntimos, pese a que, según los expertos, son de peor calidad. La wonderful es más ácida y su hueso es más duro.

El problema de la granada mollar es que la producción se reduce mucho cuando los árboles son adultos, y, además, una parte importante de la producción se queda en el campo porque no cumple con los cánones de calidad exigidos en el mercado. «Se trata de un fruto que suele tener muchos defectos en la piel, y eso la echa para atrás», explica un agricultor de Elche, que asegura que «hay cultivos en los que sólo se ha podido vender la mitad de la producción, y la que se vende para zumo da menos beneficios al agricultor, aunque el litro se venda a cuatro euros en el supermercado».

Es por estos motivos por los que en Elche y en otras localidades de la provincia se están arrancando granados de la variedad mollar durante los últimos meses, para reemplazaros por otras variedades, como la wonderful o ACCO, después de dos temporadas en las que una parte de la mollar se ha quedado en el suelo. Además, estas variedades de granada, apuntan los productores, a diferencia de la valenciana, se pueden conservar varios meses en cámaras hasta que se distribuye toda la producción en el mercado, como sucede con la granada mollar.

De esta forma, todo apunta a que la producción de granada mollar de Elche, que el año pasado llegó a las 50.000 toneladas, empezará a contenerse en próximas campañas, al ceder terreno a otras variedades. De momento, no obstante, los colectivos agrarios no tienen estimaciones de cuánta superficie de granada mollar se ha perdido en la zona en los últimos meses.