Después de más de veinte años desde que se comenzara a hablar de la peatonalización de la Corredora, y con el debate todavía en la calle, las obras ya tienen fecha. El tripartito ha fijado para nada más acabar las fiestas de agosto el inicio del proyecto estrella «vendido» para este mandato y para antes de las próximas Navidades su finalización. Una Plaça de Baix adoquinada con mármol al estilo portugués y con motivos que recuerdan a las cerámicas del arte íbero, junto a una Corredora, con pavimento reutilizado e iluminación led en el suelo. Así serán los ingredientes principales del eje del casco histórico de la ciudad antes de que acabe el año, según los plazos a los que se ha comprometido el equipo de gobierno.

Una supresión del tráfico en el centro que viene de muy lejos. De hecho, tal y como el propio alcalde, Carlos González, reconocía ayer, llega después de que ya en la redacción del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) se hablara de una actuación en la zona céntrica. A todo ese tiempo de espera, también hizo referencia la portavoz de Compromís, Mireia Mollà, en la puesta de largo organizada en el centro Cultural de las Clarisas, junto al Partido de Elche, técnicos municipales y de la firma Fuster Arquitectos, encargada de la redacción del estudio.

Sin duda, ahora el proyecto de urbanización ya está sobre la mesa, después de infinitos debates tanto políticos como sociales, que el alcalde trató ayer de dar por superados. Sin embargo, todavía hay rechazo por parte de sectores de comerciantes y del PP a que llegue la peatonalización antes del nuevo Mercado Central. Incluso temen el caos por si, al final, las obras de la Corredora y de la plaza de abastos acaban solapándose en el tiempo. De cualquier manera, el tripartito ya tiene todo atado para que pueda ser realidad una iniciativa con la que pretenden revitalizar un centro histórico en continuo punto de mira, por el cierre de los comercios y por el estancamiento del Mercado.

Sea como sea, después de Semana Santa empezará a gestarse el proyecto con la previa reordenación del tráfico desde el puente de Canalejas para dejarlo todo listo antes de comenzar con la Plaça de Baix. La calle Alfonso XII será la que más cambios vaya a soportar, con la supresión del aparcamiento y la creación de dos carriles de circulación, uno de ellos reservado para el autobús urbano. En este vial, habrá dos paradas para el transporte público y la rotonda de Cantó dejará de tener uso, y los carriles seguirán en línea recta hacia la calle Juan Ramón Jiménez, en sentido único. La calle Porta de Oriola cambiará de dirección y quedará en sentido oeste. En la calle Ángel también habrá ajustes por el aumento del tráfico y se creará una parada de autobús.

Eco-Corredora

Con el horizonte de hacer de Elche la Capital Verde Europea en el año 2030, el equipo de gobierno ha apostado por un proyecto sostenible para la Corredora. Loseta a loseta se sacará el pavimento de la Plaça de Baix para trasladarlo después a la calzada de la céntrica vía y nivelarla con las aceras actuales, de las que no se tocará ni una piedra. El futuro vial tendrá, además, luces led, distribuidas a lo largo de todo el recorrido.

De este modo, en la zona del Ayuntamiento se eliminarán todos los obstáculos, se mantendrán los árboles y se colocarán bancos de quita y pon, similares a los del MAHE, para convertir la Plaça de Baix en un lugar para celebrar acontecimientos. El acceso de vehículos estará vigilado con cámaras y sistemas de control para permitir el acceso exclusivo a residentes.

En total, el tripartito destinará alrededor de 700.000 euros del presupuesto de este ejercicio para la peatonalización y 200.000 euros para la reordenación del tráfico en el entorno.