Verdaderas obras de arte trenzadas a mano con una técnica casi ancestral para que la palma blanca de Elche luzca en todo su esplendor el próximo Domingo de Ramos. Los tradicionales ejemplares con los que el Consistorio ilicitano obsequia año a año a las principales autoridades eclesiásticas y políticas ya viajan camino de El Vaticano, La Zarzuela, La Moncloa y el Palau de la Generalitat, además de hacia el Ayuntamiento de Jaca, ciudad hermanada con Elche y cuyo alcalde, como el obispo de Menorca y el de la Diócesis de Orihuela-Alicante, también recibirá entre hoy y mañana una palma blanca de regalo.

Estas creaciones, tanto lisas como rizadas, fueron embaladas y enviadas ayer a sus ilustres destinatarios tras ser presentadas en sociedad en el Huerto de San Plácido por el alcalde de la ciudad, Carlos González, y los representantes de las familias Serrano Valero y Carbonell, talleres artesanales en los que año tras año se cincelan estas creaciones únicas. Ejemplares de 3,5 metros de altura con un valor que ronda entre los 500 y los 700 euros y que requieren de cinco días completos de trabajo.

La palma blanca confeccionada para el Papa Francisco, y que la exhibirá junto a él en la plaza de San Pedro durante la misa del Domingo de Ramos, dispone de una gran paloma de la paz y un cáliz en la cúspide. Por su parte, la que se ha enviado a la reina Letizia está rematada con una figura del Cristo Nazareno, mientras que en la elaborada para Mariano Rajoy destaca la cruz que la corona.

Durante la presentación de estas palmas, el longevo artesano Francisco Serrano Valero destacó la importancia de trabajar con palmas que tengan la hoja muy larga para poder confeccionar las figuras, lamentando los estragos que está causando el picudo rojo en la calidad de la palma y que, con el paso de los años, exista un menor número de especialistas dedicados a este oficio artesanal.

Una tradición que data de 1371

Carlos González destacó durante la presentación de las palmas que «el trabajo que los artesanos han realizado es magnífico», recordando que esta tradición «viene del año 1371», cuando se tienen las primeras referencias de su presencia en la procesión de Domingo de Ramos, declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional.