Elche empezó 2017 con menos desempleados que el año anterior, y dejando atrás un ejercicio en el que se superó el récord histórico de afiliados a la Seguridad Social. Sin embargo, las condiciones de las personas que están en el paro no han mejorado. En la actualidad, más de la mitad de los desempleados de Elche sobreviven sin ningún tipo de ayuda económica. Concretamente, 15.634 vecinos de Elche están en las listas del paro y no tienen derecho a recibir una prestación económica, por no haber cotizado lo suficiente por la corta duración de los contratos, o por ser parados de larga duración que ya han agotado todas las posibilidades del sistema. La ciudad cerró el 2016 con un total de 27.077 personas registradas como desempleadas, y, de ellas, solo 11.443 reciben alguna prestación económica para subsistir. El resto, 15.634, que representa el 57,74%, no tiene ningún tipo de ayuda pública y, según los sindicatos, se ven abocados a buscar una salida en la economía sumergida.

Del total de desempleados de la ciudad solo el 13,72%, unas 3.715 personas, obtienen una prestación contributiva, mientras que el 21,2% (5.763 personas) sobrevive con algún tipo de subsidio, que son las ayudas económicas para los desempleados que han agotado la prestación contributiva o no cumplen todas las condiciones para poder recibirla.

Por otro lado, están las ayudas extraordinarias para cuando se han agotado los subsidios. En Elche 1.769 personas cobran del programa de la Renta Activa de Inserción (RAI), para colectivos con especiales dificultades de inserción laboral, y 196, solo el 0,72% de los parados, reciben ingresos con el Programa de Activación para el Empleo dirigido a parados de larga duración que, teniendo cónyuge o hijos a cargo, han agotado la posibilidad de recibir alguna de las ayudas anteriores.

La secretaria general de Comisiones Obreras (CC OO) Vinalopó-Vega Baja, Carmen Palomar, denunció que «la gente que no tiene ingresos está abocada a la economía sumergida, algo que en Elche ya no afecta solo al sector del calzado, también llega a la hostelería, el sector doméstico, el comercio y al terreno de la agricultura».

Además, apuntó Palomar, la alta temporalidad de la contratación es un factor clave a la hora de entender por qué tantas personas desempleadas no tienen prestación. En España en 2016 se firmaron casi 20 millones de contratos de trabajo (19.982.372), de los que la inmensa mayoría (91,5%) eran temporales (18.269.110) y una minoría indefinidos (1.713.262, apenas el 8,5% del total). Esto lleva a que las personas que acceden a un contrato temporal no generen los requisitos para acceder a una prestación cuando finaliza su contrato.

Los sindicatos insisten en la necesidad de abordar la creación de empleo con un plan de choque, pero, según dijo Carmen Palomar, «las políticas del Gobierno van en otras direcciones». Además, recalcan la necesidad de ofrecer una renta garantizada a todos los desempleados para ayudarles a afrontar los gastos mínimos de supervivencia. «No se trata de que los desempleados se acomoden, sino de que las personas que no tienen ingresos puedan pagar lo básico», dijo Carmen Palomar, que indicó que «también habría que ayudar a los trabajadores que tienen contratos por horas, y que no ganan los suficiente como para llegar a fin de mes».

La situación en el resto de localidades del Baix Vinalopó tampoco es muy positiva si se tiene en cuenta el alcance de las prestaciones. En Crevillent el 62,8% de los parados (2.368 personas) vive sin coberturas oficiales, mientras que en Santa Pola es el 48,7% de los desempleados (1.400) los que no tiene ningún tipo de prestación.