Un año más, los centros de salud de la comarca adscritos al Hospital General y al Hospital del Vinalopó volverán a cerrar sus puertas por las tardes cerrar sus puertas por las tardes durante los meses de julio y agosto con el objetivo de ahorrar costes (caso de agua, luz o limpieza).
Fuentes de la Conselleria de Sanidad aseguran que la medida se justifica por un supuesto descenso de la demanda asistencial durante el periodo de vacaciones estivales. Sin embargo, la experiencia de años anteriores dice que se volverán a repetir las habituales colas en los centros de salud ilicitanos durante los meses de julio y agosto y las consiguientes quejas por parte de los usuarios.
A partir del próximo 1 de julio y hasta el 31 de agosto, los centros abrirán de ocho de la mañana a tres de la tarde, cuando el horario durante el resto de meses es de ocho de la mañana a nueve de la noche. Es decir las horas de atención son casi la mitad en verano que en el resto del año. Esto, además de generar colas y quejas entre los usuarios, deriva en la saturación de los servicios de urgencias, tanto de los dos hospitales como del Punto de Atención Sanitaria de El Toscar, tal y como explican algunos profesionales sanitarios consultados por este diario.
«Hay que tener en cuenta que hay mucha gente que no puede pedir permiso en el trabajo para poder ir al centro de salud por la mañana, y por ello no le queda más remedio que acudir a los servicios de urgencia», explicaba un facultativo que añadía que «además, hay que tener en cuenta que en los meses estivales a esta zona llega un importante número de turistas. Es decir, hay una concentración de personas mucho mayor y, por tanto, muchos más pacientes potenciales».
A ello hay que sumar que generalmente los centros hospitalarios no refuerzan sus plantillas durante estos meses de vacaciones, mientras que en PAS el equipo está formado por tres médicos, dos enfermeros, dos conductores, un celador y un agente de seguridad privada.
Los médicos explican que no sólo los pacientes se ven perjudicados por la reducción de horario, ya que ellos mismos ven cómo se incrementa su carga de trabajo, más aún teniendo en cuenta que en los meses de julio y agosto hay muchos facultativos de vacaciones.
«El trabajo lo sacamos adelante, pero lo hacemos con mucho esfuerzo. Cuando hay médicos de vacaciones sus pacientes se reparten entre otros facultativos», señalaba uno de los médicos consultados.
Hay que tener en cuenta que cada médico de los centros de salud atiende cada día una media de 50 pacientes, lo que supone una media de unos cuatro minutos por paciente.
