Un terremoto de 5,2 de intensidad en la escala Richter y con epicentro en Ossa de Montiel (Albacete)n terremoto produjo ayer el mayor temblor de tierra desde 2012 en la península ibérica -desde que otro de 5,6 grados se registrara en la costa atlántica frente a Lalin (Pontevedra)- y se dejó sentir, a las 17.16 horas, en todas las comunidades de Madrid, Castilla-La Mancha o Murcia y en todas provincias de la Comunidad Valenciana, donde el teléfono de emergencias 112 recibió unas 120 llamadas relacionadas con el seísmo. Según los datos oficiales del Instituto Geográfico Nacional, se percibió en Novelda, Alcoy, Algorfa, Almoradí, Guardamar del Segura, Ibi, Orihuela, Torrevieja, Alicante y Elche, si bien no produjo daños.

Tanto los Bomberos como la Policía Local de Alicante notaron ayer el temblor y recibieron varias llamadas de ciudadanos alertados por lo sucedido, pero no se registraron daños materiales ni personales, según informaron fuentes de la Concejalía de Seguridad Ciudadana. En el cuartel de la Policía Local los agentes detectaron un ligero movimiento en las pantallas de ordenador. Las llamadas se recibieron de vecinos de la Playa de San Juan, San Gabriel y Benalúa. En este último barrio una vecina aseguró que se le movió el sofá a causa del temblor. Por otro lado, en la zona de Vistahermosa y la Playa de San Juan el seísmo, que duró unos 20 segundos, movió lámparas y dio más de un susto, según reconocieron a este diario varios afectados.

En Elche, los Bomberos no tuvieron que atender ninguna llamada de este tipo, pese a que muchos ciudadanos sí relataron haber sentido el terremoto.

Un vecino de La Vila Joiosa, que reside en la calle Maestro Pons, aseguró a este diario que notó como vibró la silla donde estaba sentado durante unos 20 segundos. «En un principio creí que podía tener que ver con el ascensor, pero me daba la sensación de que se trataba de una vibración diferente», afirmó. Algo que constató cuando, al poco, escuchó por la radio que se había producido un terremoto y que había otros vecinos vileros que también habían sentido el temblor. No obstante, precisó que fue una vibración muy leve.

Profundidad

El seísmo se ha registrado en la latitud 39,04, con una longitud de 2,65 y una profundidad de 10 kilómetros, con epicentro en la localidad situada a 87 kilómetros de Albacete. El terremoto registrado en Lorca (Murcia) en 2011 tuvo una magnitud de 5,1. La página web del Instituto Geológico Nacional estuvo ayer por la tarde sin servicio, posiblemente según el Ministerio de Fomento por la sobrecarga de visitas. Por su parte, mientras que el sismólogo de la entidad Juan Cantavella explicó que el terremoto de Ossa de Montiel habría causado menos daños que el sucedido en el año 2011 en Lorca pese a ser de intensidad similar, por su «profundidad».

Desalojados

Una veintena de pacientes del Hospital Recoletas de Cuenca fueron desalojados durante media hora como medida preventiva. También la sede del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en Madrid, fue desalojada durante unos minutos a causa del terremoto cuando en su interior se encontraban unas cincuenta personas, aunque en la Comunidad de Madrid no se registraron daños personales y sólo algún daño estructural aislado (en concreto, vecinos de cuatro edificios de Torrejón de Ardoz salieron de sus casas al detectar daños en algunas fachadas). Tampoco en la Región de Murcia había ayer constancia de que se hubieran producido daños materiales.

La alcaldesa de Ossa de Montiel, María Luisa Clemot, confirmó que no había habido daños materiales ni personales como consecuencia del terremoto : «Es verdad que los vecinos me han dicho que han pasado miedo, yo también lo he pasado, pero al comprobar que no ha pasado nada, nos hemos tranquilizado», manifestó a Europa Press.

En Alicante, algunos lectores de INFORMACIÓN dejaban constancia en las redes sociales de haber notado el temblor en San Juan, en Elche, en Monforte del Cid o en Villena, Benidorm, Elda o Petrer aunque algunos lo atribuyeron inicialmente a un mareo o describieron que se movieron algunos muebles o lámparas, sobre todo en edificios altos pero también en las calles, sin más que un susto.