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El proyecto Víbora se destiñe

El desbordamiento causado por la lluvia del lunes ha provocado que parte de la pintura se desconche

El proyecto Víbora se destiñe

Una tromba de agua ha bastado para que el Proyecto Víbora II Proyecto Víbora II se destiña. Los cerca de 18 litros por metro cuadrado que cayeron el lunes por la noche en la ciudad,18 litros por metro cuadrado causaron el desbordamiento del río Vinalopó que arrastró consigo parte de la pintura que decora el cauce del río desde agosto y con ello que se vayan por el sumidero los más de 30.000 euros que costó la iniciativa.

Ayer por la mañana, este diario pudo comprobar como el proyecto Víbora en su paso por el Puente del Ferrocarril presentaba un aspecto descuidado a causa de la lluvia, lleno de barro y en múltiples puntos con parte de la pintura desconchada.

Uno de los artistas que participó en el proyecto señaló que lo ocurrido puede deberse a que «la pintura no contenga metales por lo que no se ha adherido muy bien al suelo», aunque añadió que no lo ve mal ya que gracias a la utilización de este tipo de material se ha reducido de manera considerable el nivel de contaminación por pintura.

Otro de los pintores que también colaboró en el proyecto Víbora explicó que «muchos de los artistas, por su poca experiencia, no supieron aplicar la pintura de la mejor forma. Por ejemplo, para pintar de blanco aplicaban dos y hasta tres capas de pintura y por otro lado para pintar de azul sólo aplicaban una capa».

El coordinador del Proyecto Víbora II, Juan Llorens, explicó que «la culpa del desconchamiento no la ha tenido del todo la lluvia, ya que la superficie del cauce no es lisa y muchos de los artistas han pintado sobre una arenilla que ha sido arrastrada por el paso del viento y, en este caso, el agua».

Durante la jornada de hoy Juan Llorens se acercará al cauce del río acompañado de un químico para apreciar de cerca los desperfectos que presenta el proyecto Víbora.

«Una de las soluciones que vamos a plantear va a ser la de ponernos en contacto con los artistas de los murales que estén más descuidados y sugerirles que los reformen», señaló Llorens, quien además añadió que «hay que tener en cuenta que en la parte en la que la pintura se ha adherido de forma correcta la lluvia ha ayudado a que se limpiara la arena que arrastra el viento, por lo que los colores vuelven a brillar con el mismo esplendor que al principio».

Por otro lado, Juan Llorens matizó que «es inevitable que con el paso del tiempo el proyecto Víbora pierda su color, aunque en parte también es bonito, ya que metaforiza que nada es para siempre».

Durante la jornada de ayer también se pudo ver a efectivos del Ayuntamiento quitando los restos de barro que la lluvia depositó sobre el cauce del río.

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