Los taxistas de Elche están esperando como agua de mayo a que la limitación de taxis procedentes de otras localidades que acuden a recoger a pasajeros en el aeropuerto de El Altet, una medida que se les prometió desde la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, entre en vigor de manera inmediata. De hecho, confían en que incluso pueda ser una realidad a lo largo de estos días de vacaciones de Semana Santa.
Fuentes del sector expresaron ayer que así se les avanzó hace pocos días, así como el hecho de que en este mes se podría llegar a poner en marcha incluso el lector óptico para controlar el acceso de taxis, un dispositivo electrónico que actuaría como chivato de cara a aquellos vehículos con licencia de fuera de Elche pero que, sin embargo, recogen a pasajeros pese a que esa potestad corresponde prácticamente en su totalidad a los profesionales ilicitanos.
Tras las 24 horas de huelga que los taxistas de Elche protagonizaron el pasado 13 de marzo, para protestar por el masivo intrusismo por parte no sólo de taxis de otras poblaciones, sino también de vehículos «pirata», la administración local y autonómica acordaron con los profesionales del sector ilicitano al menos tres medidas.
Una, la que esperan que sea inminente: la limitación a los taxistas procedentes de otras poblaciones a realizar un máximo de 6 servicios al mes y 72 al año en el aeropuerto.
Otra es intensificar los controles para que se cumplan estos cupos, tarea asignada a los inspectores de la mencionada conselleria y a la Policía Local.
La tercera medida pasa por la colocación del lector de matrículas, que avisaría de posibles incumplimientos y se procedería por parte de la Generalitat a actuar con algún tipo de sanción.
Precisamente, el director general de Transportes y Logística de la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, Carlos Eleno, se reunió ayer en Elche con la alcaldesa, Mercedes Alonso, para abordar éstas y otras cuestiones en una cita a la que no estuvieron invitados los taxistas, a pesar de que la convocatoria, según fuentes de la Generalitat, era «para analizar el acceso de los taxistas al aeropuerto de El Altet».
Desde el Ayuntamiento se informó ayer que se trataba de una «reunión interna», mientras que el concejal de Transportes, Justino Delgado, no pudo pronunciarse sobre si el lector de matrículas podría ponerse en marcha en estas vacaciones, tal y como creen los taxistas de Elche.
Lo último que había trascendido al respecto es que este control digital de vehículos era, primero, responsabilidad y decisión de Aena; y, segundo, que posiblemente no llegaría hasta septiembre u octubre, es decir, una vez pasada la temporada alta de las vacaciones de verano.
Otras fuentes apuntan que el problema del intrusismo tiene una difícil solución puesto que la Policía Local no puede multar, no hay apenas inspectores de la Generalitat Valenciana en el aeropuerto, y éste cuenta con varias plantas de acceso que hacen casi imposible controlar, si no hay suficientes recursos, una práctica habitual desde hace años que está haciendo mucho daño económicamente a los taxistas ilicitanos.
