La situación de jugar a puerta cerrada, como parece que le va a ocurrir al Elche en los dos próximos partidos frente a Extremadura y Ponferradina, es más que anómala en el fútbol español. En el caso de los franjiverdes sí han llegado a disputar algunos partidos en La Condomina, el Rico Pérez o Los Arcos tras haber sido clausurado el Martínez Valero, pero el caso de jugar sin público es rara avis. Pero lo hay.

En la temporada 1982/1983, con el conjunto ilicitano dirigido por Cayetano Ré buscando el regreso a Primera División, el Elche viaja a Oviedo para enfrentarse a los carbayones en la jornada 34. A cinco partidos para el final del campeonato, los franjiverdes eran séptimos y tenían a cuatro puntos al tercero (Deportivo), último equipo que subía. Teniendo en cuenta que las victorias entonces se premiaban con dos puntos, los ilicitanos necesitaban ganar en Asturias.

El encuentro fue bronco y se caldeó en la segunda parte, a raíz de la expulsión del local Joaquín en el minuto 55. El marcador registraba un empate a uno y, a partir de ese momento, cada decisión del colegiado Jiménez Muñoz, con mala fama entre el franjiverdismo de aquella época, desató las iras del público ovetense, que se dedicó a lanzar al césped todo tipo de objetos: botes, almohadillas, zapatos, trozos de asiento...

Dichas acciones conllevaron la suspensión del encuentro y fue necesaria la actuación de las fuerzas de seguridad para garantizar la salida del Carlos Tartiere tanto del equipo arbitral como de los representantes del Elche, que se vieron envueltos en la mitad de la trifulca. Días después, el Comité de Competición acordó el cierre del estadio carbayón y la disputa de los 25 minutos restantes del encuentro... a puerta cerrada y en Murcia.

El 4 de mayo se completó aquel encuentro y se disputó a puerta cerrada, con la única presencia de medio millar de personas en La Condomina. Era la última opción del Elche para poder engancharse a la pelea por el ascenso, pero los franjiverdes no fueron capaces de deshacer el empate a uno, pese a jugar cerca de casa y ejerciendo de visitantes ante un rival sin el apoyo de su afición y al que el punto le valía para asegurar la permanencia.

El Elche dispuso de una ocasión clara en las botas de Anquela para llevarse el triunfo, pero una excelente parada de Viti lo evitó. El resto de la media hora pasó con más pena que gloria, sin que los ilicitanos fueran capaces de decantar la balanza. En aquel choque a puerta cerrada, Ré alineó a Miguel, Valle, Quesada, Camacho, Pérez García, Carrazoni, Teixidó, Davó, Félix, Felipe Neri y Anquela. Este domingo, otros once franjiverdes volverán a sentir la misma sensación de pelear por el triunfo en un estadio sin espectadores.

Esta misma pretemporada, otro caso

Curiosamente, el Elche de Pacheta tiene muy reciente su último partido a puerta cerrada, aunque en este caso no fue de carácter oficial. En pretemporada y tras cancelarse un amistoso en Cartagena a última hora, el conjunto ilicitano y el Almería acordaron disputar su último compromiso antes de empezar la Liga en el estadio de los Juegos Mediterráneos, sin público ni prensa. Aquel choque acabó con victoria franjiverde por 0-2, con tantos de Yacine Qasmi y Pere Milla.