El Elche confirmó ayer en A Coruña que es un equipo fiable, especialmente a domicilio, y que, a poco que mejore en el estadio Martínez Valero, es capaz de conseguir grandes cosas esta temporada. El conjunto de Pacheta sumó tres puntos importantes frente al sorprendente colista Deportivo, que está en estado de desintegración y que tiene un futuro muy negro por delante. Además, los franjiverdes rompieron con el maleficio histórico que le perseguía en Riazor, donde no ganaban desde 1981.
Fue una victoria con muchas connotaciones positivas. Por primera vez en la temporada el Elche y ha dado un paso importante hacia su primer objetivo, dejando los puestos de descenso a ocho puntos tras sumar 22 en 15 partidos, lo que significa casi la mitad del camino cuando apenas se ha superado el primer tercio de competición. Además, el cuadro ilicitano invita a soñar, está a un punto de las plazas de «play-off» de ascenso y ha roto de un plumazo su peor racha de la temporada con seis puntos en los dos últimos encuentros.
El conjunto de Pacheta fue en tierras gallegas un equipo a imagen y semejanza de lo que debe ser un aspirante a estar arriba: serio en defensa y efectivo en ataque. Dos zarpazos en momentos claves del partido y una parada de Edgar Badia para evitar el empate a dos fueron fundamentales para salir victoriosos junto a la torre de Hércules. Además de la dosis de suerte necesaria que se requiere en estas situaciones y que de la misma forma que estuvo del lado de los franjiverdes y en contra del Deportivo. El fútbol muchas veces son dinámicas y en Riazor quedó muy patente que están en la negativa.
Los gallegos salieron dominando, pero sin llegar a inquietar la meta ilicitana. Sin embargo, en el minuto 13, en el primer disparo a puerta del Elche, Gonzalo Verdú lanzó de forma magistral un golpe franco que se coló en el fondo de la mallas de un desesperado Dani Giménez (0-1). El partido se puso en un escenario idílico para los intereses franjiverdes. Toda la presión recaía en los locales, encima con su afición de uñas. Pero los deportivistas aguantaron el tirón y en el minuto 26 Víctor Mollejo equilibró el marcador tras rematar en el corazón del área un centro desde la izquierda de Salva Ruiz (1-1).
Empate local y lesión de Yacine
Entonces las sensaciones apuntaban a un cambio radical. Los locales cogían moral, «enganchaban» a sus seguidores y los que podían pasarlo mal eran los hombres de Pacheta. Encima, Yacine, el delantero y hombre gol del Elche, se lesionaba y salió Claudio Medina, que apenas había jugado en la presente temporada.
Todas las cartas parecían estar en contra del Elche. En ese momento, el cuadro ilicitano demostró personalidad, no se vino abajo y trianguló con criterio el balón. Precisamente Claudio Medina remató al filo del descanso un balón que salió muy cerca del poste.
En un partido tan variable como el viento que azotaba ayer en Elche y la lluvia que caía en A Coruña, el principio del segundo tiempo pudo decantar el partido del lado gallego. Primero en un error de Dani Calvo, quien intentó una cesión de cabeza hacia su portero, dejándole el balón a Koné. Menos mal que Gonzalo Villar reaccionó bien y Edgar Badia estuvo atento. Y poco después, Gonzalo Verdú le dio al balón de forma involuntaria con la mano. El árbitro no vio objeto de penalti y el VAR ratificó su decisión. Algo que con los puntillosos que están esta temporada con esas jugadas pudo haberse decidido todo lo contrario y pitar penalti.
Pero en la fría mañana de noviembre, la Dama de Elche, ayudada de los astros de la fortuna, se iba a comer a los demonios de la torre de los coruñeses. En el minuto 55, en un disparo, sin aparentemente peligro, de Nino el balón se le escapó a Dani Giménez. Claudio Medina estuvo muy vivo, fue al rechace y en su frustración, el guardameta del Deportivo cometió un penalti tan claro como innecesario. Fidel no desaprovechó el regalo y alargó su idilio desde los once metros, marcando su tercera pena máxima en dos partidos y su cuarto gol en los dos últimos envites (1-2).
El golpe parecía definitivo para los de César Sampedro. Pero aún tuvieron arrestos y Víctor Mollejo pudo empatar en el minuto 73. Edgar Badia volvió a salvar, una vez más, al Elche.
Pere Milla se une a la fiesta
Ahí sí que el encuentro tocó a su fin. El Elche manejó bien el juego, los centros al área los dominaban siempre Dani Calvo y Gonzalo Verdú como auténticas torres. Manuel Sánchez y Gonzalo Villar movieron el balón con criterio en el centro del campo y Nino dio todo un recital desde la mediapunta. Con el Deportivo volcado, en una contra en el minuto 86, Claudio Medina cedió el balón a Nino, el capitán disparó con fuerza y el rechace de Dani Giménez le cayó a Pere Milla, quien se estrenó como goleador redondeando una gran mañana para un equipo que comienza a soñar.
Ficha técnica
Ficha técnicaDEPORTIVO DE LA CORUÑA: Dani Giménez, Mujaid (Borja Galán, m. 80), Lampropoulos, Montero, Salva Ruiz, Álex Bergantiños, Nolaskoain (Christian Santos, m. 70), Jovanovic (Borja Valle, m. 59), Aketxe, Mollejo y Koné.
ELCHE CF: Edgar Badia, Óscar Gil, Gonzalo Verdú, Dani Calvo, Juan Cruz, Manuel Sánchez, Gonzalo Villar, Josan (Iván Sánchez, m. 52), Fidel (Pere Milla, m. 69), Nino y Yacine Qasmi (Claudio Medina, m. 37).
GOLES: 0-1 m. 12, Gonzalo Verdú. 1-1 m. 26, Mollejo. 1-2 m. 57, Fidel, de penalti. 1-3 m. 86, Pere Milla.
ÁRBITRO: Isidro Díaz de Mera del colegio de Castilla La Mancha. Mostró tarjetas amarillas a Manuel Sánchez (m. 7), Álex Bergantiños (m. 14), Yacine (m. 15), Montero (m. 31), Mollejo (m. 51), Salva Ruiz (m. 78) y a Iván Sánchez (m. 82)
ESTADIO: Riazor, ante 9.500 espectadores.
