En el fútbol los estados de ánimo y las dinámicas son fundamentales y, a veces, influyen hasta más que el juego para conseguir buenos resultados. En muchos sitios, pero en Elche de manera especial, simplemente con un marcador favorable se empieza a soñar y con uno negativo se habla de dificultades. Después de perder un partido, independientemente de la imagen, el equipo ya va a descender y, tras ganarlo, va a ascender. Se pasa del blanco al negro o viceversa saltándose la grama de grises.
Por ello, en el entorno que rodea al conjunto ilicitano se ha pasado del pesimismo y la preocupación por la imagen de los dos primeros partidos, a pesar de la victoria en Alcorcón; al optimismo y a la ilusión de ver al conjunto de Pacheta a un solo punto de los puestos de «play-off» de ascenso después de la victoria del pasado domingo en Oviedo.
La Liga en Segunda División es muy larga, 42 partidos son una eternidad, estamos todavía en el mes de septiembre y hasta junio hay competición. Siendo importantes las sensaciones y los resultados, más allá de eso, el conjunto de Pacheta debe reforzar las claves que han llevado al cambio de ánimo y a la mejoría de los últimos encuentros:
Portería a cero
Pocas concesiones a nivel defensivo frente a Lugo y Oviedo
Una de las principales virtudes que ha mostrado el Elche ha sido en el aspecto defensivo. Frente al Zaragoza en La Romareda ya se mostró como un equipo compacto, ordenado y con muchas ayudas. Los aragoneses llevaron el dominio y jugaron en terreno franjiverde, pero Edgar Badia no tuvo que intervenir tanto como en Alcorcón y tampoco crearon tantas ocasiones claras. El penalti señalado a través del VAR fue la única forma de derrumbar la muralla ilicitana.
La semana siguiente frente al Lugo, se confirmó la buena labor defensiva y los gallegos empataron en una de las pocas veces que llegaron a las inmediaciones del área del Elche y tras aprovechar un balón suelto en un rebote tras no cerrar bien una incorporación rival por la línea de fondo.
La prueba de fuego llegaba el pasado domingo en Oviedo y los asturianos, en estado de extrema necesidad, no agobiaron a Edgar Badia y apenas dispararon a puerta.
Los buenos equipos y, especialmente en Segunda División en la que no hay grandes estrellas que marquen diferencias en ataque, se construyen desde la defensa y, en ese sentido, Pacheta está encontrando la fórmula que ha sido determinante en la mejoría.
Goles decisivos
Acierto en ataque
Otra de las claves en la victoria de Oviedo fue el acierto en ataque. En los tres primeros envites (Fuenlabrada, Alcorcón y Zaragoza), el Elche no creó ocasiones de gol y apenas disparó a puerta. En Santo Domingo, los dos goles de Gonzalo Verdú llegaron de jugada de estrategia. Frente al Lugo ya se vio otra cosa y lo que faltó fue acierto. Y eso llegó en Oviedo. La efectividad en tierras asturianas fue determinante en la victoria. Además, el «9» del equipo, Yacine Qasmi, que es el principal encargado de hacer los goles, anotó los dos y de muy bella factura, algo que le va a permitir al franco-marroquí ganar en confianza. Desde su llegada, el exjugador del Melilla había dejado muestras de su calidad en el juego colectivo, pero le faltaba perforar las porterías contrarias. En un partido ya ha marcado las mismas dianas que desde fichó que a principios del pasado mes de febrero.
Paso al frente
Varios jugadores han subido su nivel
El paso al frente se debía dar desde el colectivo, pero una buena actuación grupal es la suma de muchas individualidades. Algunos jugadores como Gonzalo Verdú o Edgar Badia y en menor medida Nino comenzaron bien la temporada. Pero otros como Dani Calvo o Juan Cruz lo hicieron por debajo de sus posibilidades y a un nivel más bajo del mostrado la temporada anterior. Los dos han aumentado mucho sus prestaciones en los dos últimos partidos y eso lo ha notado mucho el equipo, especialmente a nivel defensivo. Yacine también ha mejorado y Ramón Folch ya comienza a ser ese futbolista capaz de darle equilibrio al equipo desde la posición de 5 como había demostrado en el Reus y en Oviedo.
Si embargo, hay otros que todavía deben y pueden ampliar el camino recorrido. Fidel Chaves e Iván Sánchez están llamados a marcar diferencias en las bandas y, a pesar de que han dejado detalles de su enorme calidad, se han mostrado un tanto irregulares y todavía no han realizado un partido totalmente completo. Los mismo sucede con Gonzalo Villar, al que no le falta voluntad y sacrificio para intentar generar juego y ayudar en labores defensivas. Pero ha mejorado más en la segunda faceta que en la primera. El joven jugador murciano tiene margen y su evolución está yendo hacia arriba.
Alineación
Pacheta va encontrando poco a poco su «once» tipo
Los once iniciales que se recitan prácticamente de memoria son aquellos que suelen conseguir buenos resultados. Pacheta repitió, por primera vez, equipo titular el pasado domingo en Oviedo y se va acercando a su once tipo. Es cierto que las lesiones de Manuel Sánchez y de Nuke Mfulu le han dejado sin margen en el centro del campo, que era donde más dudas se generaban por el mal inicio de Liga de Folch y Villar. Pero el camino se recorre andando y cuando algunos se quedan a medias, aunque sea por circunstancias ajenas, luego es más difícil subir al tren. Edgar Badia es indiscutible en la portería, el canterano Óscar Gil se ha confirmado en el lateral derecho por delante de Tekio, mientras que Gonzalo Verdú, Dani Calvo y Juan Cruz, no generan ninguna duda para el resto de la defensa. Ramón Folch y Gonzalo Verdú se han quedado sin competencia y lo están aprovechando. Nino y Yacine son la pareja elegida para el ataque ante el mal arranque de Pere Milla, mientras que en las bandas Fidel e Iván Sánchez son los titulares en las bandas, aunque Josan está llamando a la puerta y si muestra el nivel de la segunda vuelta de la temporada pasada puede superar a los dos extremos hasta ahora titulares.
Prueba de fuego
Estrenar el casillero de triunfos ante la afición
Todas las buenas maneras que ha mostrado el Elche en los dos últimos encuentros deben ser ratificadas este próximo jueves (19 horas) frente al Tenerife, en el Martínez Valero. Los franjiverdes tienen su asignatura pendiente en casa, donde solo han sumado un punto de seis posibles tras perder con Fuenlabrada y empatar con el Lugo. Si el conjunto de Pacheta es capaz de vencer a los canarios, casi con toda seguridad se situará en puestos de promoción de ascenso, lo que, sin lugar a duda, elevará todavía más el grado de la ilusión. Pero, paso a paso, porque la Liga es muy larga y acaba de comenzar.
