El entrenador del Elche, José Rojo, Pacheta, hizo ayer una encendida defensa de la segunda unidad de su equipo -«los que no van» convocados y se entrenan «con fuerza»- como la clave del buen momento que atraviesan los franjiverdes, que mañana (20.30) visitan al histórico Zaragoza tras cuatro jornadas consecutivas sin perder y con un margen de nueve puntos sobre la zona de descenso. Pacheta no se fía del mal momento que atraviesan los maños (un punto de los últimos 12 disputados y a cuatro de la zona roja), asegura que ahora son un conjunto «más estable y más fiable» y, en el plano institucional, calificó de «acertado» el trabajo del director deportivo, Jorge Cordero, cuya continuidad en el club está en el aire.

En vísperas de la trigésima jornada en LaLiga 1/2/3 y a falta de 12 partidos para el final, el preparador franjiverde destacó que su equipo «sabe hacer más cosas, maneja los tiempos y sabe sufrir» en este tramo decisivo de la temporada, al tiempo que resaltó que la clave de la buena trayectoria del Elche, la mejor del curso, es la buena actitud y el compromiso de los jugadores que no van convocados, «pero que se entrenan como animales y con fuerza para que el que juega siga creciendo y no se relaje».

«La citación y la alineación [para Zaragoza] serán duras y es difícil dejar a gente sin convocar o que participen tan poco como Manu, Tekio, Planas, Olmo, Xavi [Torres], Nacho, Karim [Azamoun]... Demasiada gente buena... Los que no juegan y no van citados son la clave de que tengamos estos momentos ahora; no me cansaré de ponerlos en valor», explicó.

En este esprint final de la campaña, con casi todo aún por decidir por arriba y por abajo en la tabla, Pacheta, alertó del peligro del Zaragoza, «un equipo con cincuenta temporadas en Primera», sobre todo en su feudo de La Romareda, «un campo muy grande, de una gran entidad y que aprieta mucho».

«Será dificilísimo porque ellos están en una situación complicada, pero vamos preparados para competir, ser protagonistas y a ganar, como es nuestra obligación», añadió el técnico burgalés, que buscará en la capital maña la segunda victoria a domicilio de la campaña.

A pesar de que el conjunto ilicitano atraviesa la mejor racha de la temporada con cuatro partidos consecutivos sin perder (dos victorias en casa y dos empates fuera), Pacheta previene contra un posible exceso de confianza en el franjiverdismo: «No hay nada hecho, hay que seguir, que nadie crea lo contrario». En esta línea resaltó que un triunfo en La Romareda sería crucial para tener más cerca la permanencia «porque ahora cada victoria nos hace ver el objetivo mucho más accesible, dado que, aunque el margen sobre el descenso siga siendo el mismo, quedan menos partidos por delante y se reducen las posibilidades de que nos alcancen, además de que habrá enfrentamientos directos entre los equipos que nos persiguen».

Pacheta se felicitó de que ayer se completara un segundo autobús de aficionados franjiverdes para viajar a Zaragoza y no quiso desvelar cómo suplirá la baja por sanción de Juan Cruz en el flanco izquierdo de la defensa: con el central Neyder Lozano, que ya lo reemplazó en Mallorca, o con el lateral Manu.

En todo caso, el entrenador recordó que no suele tocar lo que funciona y tildó de «digno» el partido del colombiano en Son Moix. De hecho, ayer ensayó con Neyder en el lateral izquierdo.

El burgalés también expresó su alegría por la buena evolución de su único lesionado, Gonzalo Villar, que ayer participó en el entrenamiento con el grupo tras su grave lesión de rodilla y por la renovación del contrato del central cartagenero y capitán Gonzalo Verdú, «un hombre, persona excepcional, un jugador completo y muy buen personaje en el vestuario».

En el plano institucional, Pacheta calificó de «excepcional» su relación con el director deportivo Jorge Cordero, cuya continuidad pone en cuestión el máximo accionista y expresidente, José Sepulcre, que apuesta por que el secretario técnico, Sergio Mantecón, ocupe ese cargo de primer responsable de la parcela deportiva de la entidad.

«La mejor manera de calificar el trabajo de Cordero es que es acertado; y lo demás no son decisiones más», puntualizó el entrenador, que fue muy comedido en este asunto. «Y yo le guardo absoluta lealtad a todos mis jefes: al director deportivo, al presidente, al dueño y a la afición».