Es sólo un primer paso, pero importante, en la lucha por volver a Segunda. El Elche tenía dos objetivos en su duelo en la Nueva Condomina: El primero, marcar un gol , fundamental para la vuelta, y, el segundo, ganar el partido. La diana de Benja, en el 65, permitió que ambos deseos se cumplieran y los franjiverdes consiguieran ayer contra el Murcia una ventaja en la eliminatoria.
Además, este triunfo ayuda a despejar dudas, a demostrarse así mismo que la idea de Pacheta es la buena y que, con la afición ilicitana detrás, todo es más fácil. La carrera por regresar a Segunda va ser complicada, el 0-1 no te da derecho a pensar que lo tienes todo hecho, pero el equipo franjiverde es ambicioso, ayer terminó con Nino, Collantes, Sory Kaba y Benja en el campo y buscó el 0-2. Nunca se metió en la cueva. Tiene los argumentos futbolísticos para salir de este pozo, pero la guerra por conseguirlo acaba de empezar.
La primera parte fue típica de estos duelos en los que está en juego un ascenso. Tanto Elche como Murcia trataron de llevar el partido a su terreno, con estilos diferentes y miedos comunes. Los ilicitanos quisieron llevar el control del partido con Javi Flores en la dirección, tener el balón en propiedad y buscaron las bandas como vía de acceso al área de Biel Ribas. Mientras que a los pimentoneros sólo les preocupó forzar el error del rival. Un arte futbolístico que manejan a la perfección.
En su tarea de intentar derribar el muro de Salmerón, el Elche encontró más a Josan que a Collantes, pero tan sólo un par de remates de cabeza de Sory Kaba. Uno de ellos, se estrelló en el larguero de Biel Ribas. Poco más, en un primer tiempo áspero con muchas batallas en el centro del campo y poca claridad en la línea de tres cuartos.
Por su parte, Pedro Martín encontró hueco por la banda de Tekio, en dos ocasiones, pero le faltó rapidez para presentarse en el área de José Juan. En otra oportunidad, se plantó delante del meta gallego, pero lanzó de forma descarada al suelo y vio la cartulina amarilla.
Bien puede decirse que en los primeros 45 minutos se cumplió el guión previsto por sus entrenadores. Cada uno con su patrón de juego y las áreas olvidadas. Quizás, los locales se acercaron más de lo que se esperaba de ellos, porque el cuadro ilicitano tuvo un par de errores en la salida de balón que le pudieron costar muy caros y en defensa, en los primeros compases, no se estuvo lo fino de otras tardes. Al menos supo sufrir en los momentos de zozobra y el equipo se mostró solidario.
En la segunda mitad, el Elche pareció meter una marcha más al encuentro y la salida de Benja en el minuto 57, tirado a banda, descolocó al equipo murciano que nunca varió la idea que tenía del duelo, tan acostumbrado a él durante toda su trayectoria en la Liga regular.
Los encuentros ante Hércules y Olot le enseñaron a Pacheta que Benja también puede jugar escorado en el derecha, como lo hacía cuando militaba en el Barcelona B. Una información que ayer supo utilizar en un momento del partido en el que Josan ya no desbordaba por su carril.
El gol del catalán, en el 65, permitió poner el campo cuesta abajo para los franjiverdes, como le gusta decir a Pacheta. Benja le pegó fuerte al balón, lo desvió el central Charlie, espectacular durante toda la tarde, y el esférico se marchó para adentro sin que Biel Ribas pudiera evitar que entrara entre los tres palos. Un poco de suerte tuvo en esa jugada el Elche, pero también es cierto que la escuadra ilicitana supo llamar a la puerta de la diosa fortuna.
Sory Kaba tuvo el segundo en su cabeza, pero el balón se le fue arriba. Las salidas de Nino y Jony permitieron desconectar de forma definitiva a un Murcia que tuvo que rendirse a un Elche que fue mejor.
La eliminatoria está encarrilada, pero queda todavía la vuelta y el Real Murcia lejos de su estadio mejora. La idea de fútbol debe seguir siendo la misma y nunca pensar que se tiene un 0-1 a favor.
