«No lo veo claro. Aquí cada uno va por su lado y nadie se fija en el Elche. Por este camino no le veo futuro a la entidad». Así de categórico se mostraba ayer Francisco Barceló, presidente de la peña franjiverde «Els Patiors», durante la concentración que hubo en la Puerta 0 del Martínez Valero pidiendo justicia al Elche ante la Liga de Fútbol Profesional después de que haya descendido al equipo ilicitano a Segunda División.

Unas declaraciones que reflejan perfectamente la situación que vive el Elche desde que el Juez Único dictó sentencia. La división en el entorno del club ilicitano es total, incluso se podría definir como de auténtica guerra civil, que tiene al club al borde del precipicio.

Juan Anguix, presidente del Elche, asegura que esta semana contará con el certificado positivo de la Agencia Tributaria después de que, a su juicio, haya abonado los 3,6 millones de la deuda inaplazable que el club tiene con Hacienda y le falta por concretar la aplazable. Es el paso previo antes de presentar el recurso ante el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD).

Paralelamente, a esta versión oficial, los movimientos han aflorado alrededor del club este fin de semana y destaca, por encima de todos, el que han puesto en marcha el Grupo Eiffage-Los Serranos, que comanda el director general de dicha constructora César Nohales. Alrededor de ellas figuran exconsejeros como Ramón Segarra, Jaime Oliver e incluso el expresidente José Sepulcre.

Ramón Segarra habló ayer con Juan Anguix por teléfono y le pidió la dimisión como paso previo a poner en marcha una gestora que tome las riendas del club. Incluso, están dispuestos a pedir al nuevo alcalde de Elche, Carlos González, la reunión de la Fundación del club que ponga en marcha el cambio, con Diego Quiles como presidente, dado su carisma y amor al club.

Segarra encontró ayer la negativa de Anguix. El valenciano le pidió que, al igual que han hecho otros empresarios de la ciudad, pusiera el dinero en el club. Además, se le recordó que no veía lógico que los mismos que han llevado al Elche a la situación actual, ahora llegaran como salvadores.

Junto a este grupo también se ha movido el que lidera el notario Francisco Tornel y en el que también figura Pablo Martínez. Han intentado recoger dinero, pero también ponen por delante la salida de Anguix. Entienden que así sería más fácil que los empresarios pusieran dinero.

En el capítulo de la afición, la división también es importante. La Federación de Peñas tiene unas ideas, muy alejadas de Anguix, mientras que la Plataforma «Salvemos al Elche» va a esperar a que se confirme lo dicho por el empresario valenciano antes de tomar otras decisiones, pero volver a la opción de los exdirectivos no entra en sus planes. En la concentración de ayer la división entre ambas posturas se pudo comprobar.

En los últimos días se creó un Comité Social que uniera a ambos bandos, pero tampoco se ha conseguido que exista la concordia necesaria. Uno de los integrantes de dicho comité, Santiago Gambín Candel, que siempre ha sido ecuánime en sus actuaciones y ha demostrado su amor al club, reflejaba ayer de forma muy correcta en su cuenta de Twitter la situación: «Mentiras, traiciones, intereses, dinero... Qué hedor insoportable desprende eso en lo que hemos convertido al Elche CF cuando te acercas». Además, no tenía reparos en escribir lo siguiente: «El Elche lo hemos convertido en una puta a la que todos los que la rodean chulean, en vez de una madre a la que respetan y sirven». Más razón que un santo.