La nota que sacó el viernes Juan Anguix, presidente del Elche CF, en la que aseguraba que «se han realizado los trámites necesarios para solventar su situación con Hacienda» ha dejado a todo el entorno franjiverde en una situación de incertidumbre. Insiste el valenciano que la cantidad inaplazable, 3,6 millones, está ya solucionada en la AEAT, pero falta un acuerdo para cerrar el calendario de pagos de la deuda aplazable que roza los tres millones.

La presión es máxima alrededor del máximo dirigente y mientras no logre el certificado positivo de Hacienda nadie va a poder respirar de forma satisfactoria. Anguix confiesa que entre el martes y el miércoles lo tendrá en la mano, pero no quiere fijarse un día exacto para no ponerse encima una presión que a su juicio no conduce a ninguna parte.

En dicha espera, el vicepresidente segundo, Daniel Rubio, prefirió dimitir en la madrugada del viernes a sábado, mientras que el consejero Josema San-Matías, se ha quedado al margen. El único hombre de Anguix de Elche que sigue trabajando en la sombra, tratando de conseguir el apoyo de empresarios de la ciudad, es Francisco Román.

Con el ansiado certificado de la Agencia Tributaria, el Elche tendrá de plazo hasta el día 23 de junio para presentar su recurso ante el TAD y la justicia ordinaria. Se espera revertir la situación actual y que el Elche compita la próxima campaña en Primera División, junto a los mejores equipos de España.

Van a ser unos días muy complicados para el futuro del equipo franjiverde.