El Elche perdió 2-3 un partido que tenía ganado, en el minuto 80, con dos dianas a su favor, ante un Athletic Club que se mostró muy inferior sobre el rectángulo de juego durante gran parte del encuentro, pero que al final sumó los tres puntos. Los ilicitanos, que llegaron al descanso con 2-0, estuvieron más cerca del 3-0, con una defensa adelantada del conjunto vasco, que jugó el límite. No se supo cerrar el partido, el rival, muy necesitado con puntuar, tuvo la suerte de su lado y, al final, se llevó el premio de la victoria.

Empujó la escuadra de Valverde hasta lograr la remontada. Jonathas adelantó a los franjiverdes, mientras que Aketxe, San José y Willians voltearon el marcador.

El fútbol es así de caprichoso y lo que pudo terminar con un triunfo de prestigio ante un rival histórico, finalizó con una pequeña decepción a nivel profesional en los futbolistas, pero con una afición agradecida que supo valorar no solo el buen partido realizado ayer, sino también a lo largo de toda la temporada.

Dos goles de Jonathas, uno en una buena contra y, el 0tro, de pillería, al ejecutar de forma rápida una falta Adrián, permitieron que el Elche se fuera al descanso con un 2-0 a su favor y entre el aplauso de una afición entregada por el buen juego de los suyos.

A partir de una sólida defensa, el Elche dejó claro desde el principio que no le iba a regalar nada a un Athletic Club que llegaba al Martínez Valero con la intención de ganarse el billete para Europa.

Mosquera asumió galones en la medular y, a partir del gallego, la escuadra franjiverde fue creciendo hasta anular a los pupilos de Ernesto Valverde del rectángulo de juego. La presión franjiverde fue total hasta asfixiar a un equipo físico como el vasco. En el plano individual, tanto Jonathas como Aarón, rompieron una y otra vez a la defensa rojiblanca. Lo de Aarón y el Athletic es una relación de amor futbolística. Cada vez que el ilicitano se mide a los propietarios de San Mamés saca lo mejor de sí mismo.

Mosquera tuvo a su lado a un Adrián con mucha llegada al que le faltó puntería en un par de ocasiones para batir a Herrerín.

En una jugada a la contra, en el minuto 31, la sociedad Víctor-Jonathas volvió a funcionar. El carioca hizo la pared con el catalán, el pequeño mediapunta le devolvió la pelota y Jonathas remató delante del meta vasco y colocó el balón dentro. Herrerín llegó a tocar el esférico, pero no pudo cortar su trayectoria.

El Elche, con ventaja en el marcador, siguió a lo suyo y a dos minutos del descanso, de nuevo, Jonathas hizo el segundo. Adrián sacó una falta de forma rápida, ante la pasividad de los defensas rivales, y el brasileño no perdonó. De tiro cruzado batió a Herrerín.

Tras el asueto, el Athletic Club adelantó líneas y trató de meter al Elche su campo. Los franjiverdes supieron domar este ímpetu de los leones de San Mamés y llevar el duelo a su terreno.

El partido transcurrió por los derroteros que deseaba el Elche, aunque en alguna contra pudo matar el partido el equipo ilicitano. Perdonó en sus contragolpes, sobre todo en una de Víctor y luego, lo pagó caro cuando el rival encontró puerta. La fiesta franjiverde fue grande, se hizo la ola, se cantó el «Aromas Ilicitanos» en el minuto 60 y, en medio de ese ambiente de satisfacción y felicidad, Aketxe acortó distancias en el minuto 80, tras un pase de Aduriz. En el 86, de potente chut, San José empató el duelo. Al propio central rojiblanco le anularon un gol legal, que hubiera significado el 2-3, pero la diana de la victoria vasca llegó en el tiempo añadido con un zambombazo de Willians. Los partidos se definen en pequeños detalles. Es fácil hablar del sabor del melón cuando está abierto. Lo lógico es que el encuentro de ayer hubiera caído de lado franjiverde. El fútbol lo puso durante muchos minutos el Elche, pero la relajación y un Athletic Club que no tenía más opción que la de intentar remar sin parar para llegar a la otra orilla le permitió arribar a buen puerto en plan victorioso.

Esta derrota no empaña el fútbol mostrado sobre el campo por los franjiverde y solo deja bien a las claras que en el fútbol los detalles marcan. Si el Elche logra hacer el 3-0 en las ocasiones que dispuso Víctor o Jonathas no se hablaría de la fe del rival, ni tampoco si el melón tiene ese sabor.