Babcock, antigua Inaer, con sede en el aeródromo de Mutxamel, acaba de adjudicarse un proyecto sacado a concurso público por la Xunta de Galicia para ofrecer en el Camino de Santiago un servicio de cardioprotección por medio de UAV (vehículos aéreos no tripulados, más conocidos como drones) para asistir a posibles infartados que esté realizando el Camino de Santiago. La adjudicación por 922.155,52 euros a la empresa alicantina, controlada por el grupo británico Babcock, se publicó el 13 de febrero en el Registro Mercantil. Y el Gobierno que preside Alberto Núñez Feijóo quiere que el proyecto esté desarrollado en 2020 con el fin de ponerlo en marcha en 2021, que coincide con el Año Xacobeo.
La licitación del servicio, a través de la novedosa fórmula de la compra pública de tecnología innovadora, fue anunciado por la Xunta de Galicia en septiembre del pasado año. Con esta iniciativa, cofinanciada con fondos Feder, pretende ir ampliando la cobertura sanitaria de este histórico y emblemático itinerario que, por distintas rutas, concluye en Santiago de Compostela. En este caso quiere convertir el Camino en un espacio cardioprotegido.
Drones con desfibriladores
Así, la empresa alicantina tendrá que desarrollar este año el proyecto para que un potencial peregrino que sienta los síntomas de una parada cardiorrespiratoria o su acompañante puedan avisar a la Central de Coordinación, atendida por personal sanitario. El dron entrará en acción en el mismo momento en que se establece la comunicación con el servicio médico y en el menor tiempo posible, en la ubicación donde se encuentre el peregrino llegará el dispositivo, equipado con un electrocardiógrafo, un desfibrilador semiautomático y material médico, así como con instrucciones y los pasos a seguir por el acompañante, que deberá seguirá las directrices de los médicos de la Central de Coordinación. Este novedoso sistema se completará con la intervención protocolizada habitual en este tipo de patología.
El servicio pretende dar una respuesta rápida y eficaz a los miles de peregrinos que recorren cada año el Camino de Santiago. Además, se enmarca dentro del plan estratégico de la Xunta que cuenta con otro programa para incorporar desfibriladores semiautomáticos externos en los 70 albergues públicos de la comunidad gallega. E, igualmente, incluye la formación del personal de estos establecimientos para dar cobertura sanitaria y respuesta rápida en los distintos itinerarios oficiales, según contaron en septiembre representantes de la Xunta, que quiere hacer del Camino de Santiago en un espacio saludable y cardioprotegido.
Lucha contra incendios
Al margen de este servicio, Babcock mantiene con la Xunta una colaboración público-privada, en la que está también la empresa Indra, para la realización de otros proyectos desde hace unos años. Así, se trabaja con drones para uso civil, como en la lucha contra incendios. Uno de estos drones, denominado «Lua» (luna en gallego), ya está operativo y realiza un servicio de recogida de datos, control y vigilancia del fuego durante 24 horas. Su función es relevante durante la noche, ya que a primera hora de la mañana ofrece al grupo de extinción todos los datos sobre la evolución del incendio.
