Con el nuevo Gobierno central ya constituido, la expectativa de reformas económicas a la vista y la exigencia de promesas por cumplir, el presidente de la patronal autonómica CEV, Salvador Navarro, marcó ayer terreno en una larga comparecencia ante los medios de comunicación en la que ofreció el diálogo social en la Comunidad Valenciana -no el engranaje del Consell del Botànic II- como ejemplo a seguir por el nuevo Ejecutivo central, y en la que amenazó también con una masiva manifestación si no se resuelve el problema de la infrafinanciación autonómica.
Navarro afirmó que no le da «miedo» el Gobierno de coalición que se ha conformado en el Estado y que no le «preocupa» que haya ministros de Unidas Podemos (UP). En este sentido, recordó que ya hubo inquietud entre los empresarios valencianos cuando se conformó el Consell entre PSPV y Compromís en 2015, una preocupación que se diluyó con el paso de los meses. De hecho, aseguró que la Comunidad Valenciana es un «espejo» en el que debe mirarse el Ejecutivo de Pedro Sánchez de cara al diálogo social, aunque precisó que el Botànic II conformado tras las elecciones autonómicas de 2019 no es una referencia: «Tras cuatro años de noviazgo vemos ahora que hay ocasiones en que el Consell se hace más oposición que la propia oposición». Una clara referencia a los «roces» que se producen en varias consellerias por la práctica del mestizaje de dirigentes de ambos partidos, algo que PSOE y UP han eludido en Madrid. Navarro, además, precisó que las tensiones en el nuevo pacto de gobierno valenciano no han venido por la incorporación de un tercer socio, es decir Unides Podem.
En su opinión, Compromís «no ha olvidado» el adelanto electoral decidido por Ximo Puig para hacer coincidir esos comicios con los generales de abril, y eso le ha pasado «factura» al presidente de la Generalitat, pero añadió que «Compromís debe hacer análisis» y recordar que en las elecciones de noviembre -y «ojalá no hubiera sido así» porque habría tenido más peso, alegó- ha revalidado los votos y, por tanto, no ha mejorado su representación.
El presidente de la CEV aseguró que no cree que el Gobierno central vaya a derogar la reforma laboral, aunque sí considera que habrá modificaciones en la vigente; señaló que la subida del Salario Mínimo Interprofesional ha provocado un aumento de la economía sumergida y la pérdida de unos 40.000 empleos, sobre todo en el campo y entre los empleados del hogar, y se mostró partidario de revisar al alza la edad de jubilación para garantizar las pensiones. También amenazó con una gran movilización de la sociedad civil -superior y con más medios económicos que la convocada hace ahora casi tres años- si la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, no cumple sus compromisos con la Comunidad Valenciana en materia de financiación autonómica. A este respecto, aseguró que el conflicto territorial con Cataluña y la necesidad de llegar a un entendimiento con los independentistas «va a favorecer nuestra posición, pero hay que ser proactivos» y estar vigilantes para que la solución no beneficie exclusivamente a esa autonomía.
Cuotas
Ya más para consumo interno, Navarro anunció que la patronal había obtenido en 2019 unos ingresos de 2,3 millones en 2019, el 60% de los cuales provenía del sector privado, es decir, sobre todo cuotas. Por la Ley de Participación Institucional solo recibió 400.000 euros, cuando su antecesora, la extinta Cierval, obtenía 2,5 millones. En 2020, cuando el presupuesto será de 2,7 millones, la patronal prevé tener su oficina en Bruselas y la contratación de una persona en Madrid. Navarro desveló que piensa aprovechar su cargo de vicepresidente de la CEOE, que «da rango», para acudir entre un día y dos a la semana a la capital, y ejercer una labor de lobby.
Reivindicación en Alicante con Andalucía, Baleares y Murcia
La firma de paneles de composite de aluminio Redbond ingresa como asociado en la organización
De momento, y más allá de lo que haga la ministra Montero con la reforma del sistema de financiación autonómica, la patronal CEV va a organizar en la provincia de Alicante, a más tardar antes de que acabe febrero, un gran acto reivindicativo con patronales y sindicatos no sólo de esta autonomía, sino también de Murcia, Andalucía y Baleares. El objetivo es presionar para lograr un cambio en el sistema de financiación autonómica y pedir más infraestructuras, y, además, en el caso concreto de la Comunidad y de Murcia, sumar también la reivindicación de recursos hídricos, sobre todo tras el cierre del trasvase para el campo. Así lo anunció ayer el presidente de la patronal autonómica, Salvador Navarro, que dejó claro que el encuentro se celebrará en la provincia, aunque está por determinar el municipio concreto.
En paralelo, también se comprometió a forzar una reunión con la nueva vicepresidenta de Transición Ecológica, Teresa Ribera, en la que tomen parte regantes, agricultores así como otros sectores implicados en las cuestiones que tienen que ver con los recursos hídricos. «De lo que se trata es de que se entienda que, por una cuestión de seguridad jurídica, no se puede cerrar el trasvase», alegó el mandatario de la patronal CEV.
La organización, en cualquier caso, reúne hoy a su cúpula en Alicante. Una reunión en la que, entre otras cuestiones, pasará el ingreso de una nueva compañía con base en Alicante: Redbond Composites, propiedad del presidente de Ifema y de Alibérico, Clemente González, y que se dedica a la fabricación de paneles de composite de aluminio. Continúa, pues, el goteo de altas de empresas alicantinas en la patronal que preside Navarro.
