Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un «matrimonio» que pasa por su peor bache

El idilio que comenzó hace cuatro años está ahora en un momento de agitación que zarandea el gobierno valenciano

El president de la Generalitat, Ximo Puig, y la vicepresidenta, Mónica Oltra, bromean durante la sesión de control del pleno de Les Corts efe

El «vivieron felices para siempre» de los cuentos es, en la mayoría de los casos, una entelequia en la vida real. Aunque existen historias de amor con finales de película, la mayoría de las parejas experimentan cambios a lo largo del tiempo que les hacen vivir baches, deslealtades e inseguridades. Las mariposas en el estómago y el deseo desenfrenado da paso a la rutina, la falta de entendimiento e incluso los celos. Si todos estos ingredientes son trasladados a la política, el claro ejemplo de un matrimonio en crisis es el de Ximo Puig y Mónica Oltra. El idilio que comenzó hace cuatro años está ahora en un momento de agitación que zarandea el gobierno valenciano. Con los socialistas y Podemos conjurados para compartir gobierno en España y con el acuerdo de Compromís, las decisiones que se adopten pueden comprometer a sus socios en el Consell.

El presidente y la vicepresidenta primera están pasando, curiosamente, por las fases de una relación que el psicoterapeuta Jed Diamond ha establecido después de 40 años como consejero de pareja y familia.

1- Enamoramiento

Las parejas proyectan sus esperanzas y sueños en la otra persona. Dice Diamond que es justo esa fase en la que «estamos seguros de que estaremos enamorados para siempre». Antes de firmar el acuerdo del primer Botànic en junio de 2015, Puig y Oltra mostraban una gran afinidad personal y efusivas muestras de cariño al coincidir en sus políticas para rescatar al ciudadano con medidas como el derecho a la vivienda, la regeneración y lucha contra la corrupción, la prioridad por el gasto del gobierno en el sistema público de Sanidad, su apuesta por la reindustrialización de la economía o la exigencia al Estado de acciones políticas para una financiación adecuada de la Comunidad.

La relación entre los socialistas y Compromís antes de firmar el «Acord del Botànic» no era fácil por los recelos de ambas fuerzas, pero superaron los problemas con la comprensión y el entendimiento entre Puig y Oltra.

2- Convivencia

La convivencia y la proyección de una vida en común suelen ser momentos de unión y alegría. El acuerdo del Botànic firmado el 11 de junio de 2015 establecía las bases para acabar con la situación de emergencia social y poner los cimientos de un nuevo País Valenciano que priorizara el gasto en el sistema público de Sanidad, Educación y Servicios Sociales por encima de cualquier otra partida. Sin embargo, en esta etapa los dos dirigentes comenzaron a dejar de lado esa voluntad por idealizar a la pareja. Como pasa en la vida real, el amor hay que mimarlo. Y en este caso, las responsabilidades y las presiones comenzaron a restar afecto y ganas de consensuar proyectos. Pese a que compartían el mismo camino, los conflictos comenzaron a protagonizar las relaciones del Consell. La falta de entendimiento entre Mónica Oltra y la consellera socialista Gabriela Bravo se hizo notar en cuestiones como el reparto de competencias o asuntos como la violencia de género. También hubo varios choques importantes en materia medioambiental y urbanística. Mientras Puig puso trapos calientes, Oltra siempre justificó las desavenencias en el mestizaje del gobierno valenciano. Los desencuentros internos también llegan al segundo y tercer escalón del Consell.

3- Decepción

¿Quién no ha sentido una deslealtad o insatisfacción por parte de su pareja? Excepto los más afortunados en el amor, quien más quien menos sufrido el dolor de un engaño o una mentira. Dice Jed Diamond que es el momento de cuestionar los sentimientos y el debilitamiento de la relación. ¿Dónde está la persona que una vez conocimos? Eso debió de preguntarse Oltra al conocer la decisión del presidente de adelantar las elecciones autonómicas al 28 de abril del pasado año para unirlas con las generales. Aquello certificó la fractura del Consell. Sus socios de Compromís consideraron que fue una traición y se sintieron decepcionados. Los socialistas consideraron que el adelanto elevaría las expectativas en las urnas de los socios del Botànic. En Compromís, y en la línea marcada por Oltra, llegaron incluso a mostrar sus dudas jurídicas de que esa convocatoria fuera legal. Los dos dirigentes cerraron así el mandato enfrentados por el adelanto electoral e inauguraron una durísima campaña como competidores. La universalización de la sanidad, los libros de texto gratuitos, la reversión de concesiones privadas sanitarias y el Pacto contra la Violencia Machista quedaron como grandes hitos del primer Botànic. Pero también las declaraciones altisonantes y los malos gestos. Y es que las relaciones de pareja evolucionan y se transforman...pero eso no siempre es positivo.

4- Crisis

La insatisfacción entre los miembros del Consell ha crecido de forma progresiva y en estos momentos pone en el punto de mira su estabilidad. Pese a que los números les volvieron a sonreír en las urnas, a los partidos de la izquierda no les ha sentado demasiado bien el nuevo mandato del Botànic II. Las diferencias en los presupuestos de la Generalitat fueron constantes y las fracturas existentes se evidenciaron, además, con la falta de apoyo de los socialistas a la carta de Alacant presentada por Compromís. Y como ocurre en el día a día, despertar los celos de tu pareja puede ser una llamada de atención o incluso de mejora de la propia autoestima. Sin duda, unos mimbres muy endebles. En las últimas semanas, la vicepresidenta ha entablado una excelente relación con el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón. Justo en el momento en el que la institución provincial y el jefe del Consell han roto sus conversaciones por no incluir el Fondo de Cooperación Municipal en sus presupuestos para 2020. La sintonía ha llegado a tal punto que el portavoz de Compromís, Gerard Fullana, ha alcanzado un acuerdo presupuestario con el PP y ha arrinconado a los socialistas en su oposición. Algo inimaginable hace tan solo unos días. Mientras los dirigentes del PP se dedican ahora a elogiar la figura de Mónica Oltra para presionar más a Ximo Puig, Compromís ha abandonado su relato de defensa del Fondo de Cooperación para alcanzar un diálogo con los populares. Además, entre los socios del gobierno valenciano también se han producido choques por la tasa turística: mientras Puig la rechaza Oltra asegura que quiere estudiarla. La actual es una etapa de conflictos no resueltos que deja constantes y sutiles toques de atención que, de momento, se quedan en la categoría de escalada verbal.

5- Futuro

Dice el psicoterapeuta Jed Diamond que la última fase de una pareja es aquella que da la posibilidad de usar el poder de los dos para dirigirse a un objetivo en común. Aunque Puig y Oltra respetan las formas de la cortesía parlamentaria y los dos han coincidido en cuestiones como la reforma de la financiación, tienen como reto superar las diferencias del pasado para evitar una catarsis colectiva que ponga en riesgo su futuro. En todas las relaciones personales siempre hay tiempo para sacudirse el polvo y curar las heridas latentes. Es su desafío más urgente si verdaderamente quieren reconquistarse.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats