La ralentización de la reducción del paro y, por tanto, de la creación de empleo se ha confirmado en el último año en la provincia, una tendencia que, igualmente, se está registrando a nivel nacional. Alicante cerró 2019 con 2.643 parados menos, pero esta buena noticia se ensombrece en la comparativa con años anteriores. El descenso no sólo es inferior al registrado en 2018, cuando el desempleo se recortó en más de 7.600 personas, sino que, además, es el más bajo de los últimos seis ejercicios. En 2013, el paro se redujo en 8.500 personas, tras los años de la crisis.
El pasado mes de diciembre, cuando se suele dinamizar el consumo por las campañas de Navidad y la siguiente de Reyes, los 46.096 nuevos contratos registrados en Alicante significaron una caída en 5.534 formalizaciones, aunque en el cómputo anual representaban una ligera subida en 1.671 contrataciones. Y en lo que se refiere a las afiliaciones a la Seguridad Social, el indicador que mejor refleja la creación de empleo neto, las inscripciones al sistema en diciembre bajaron en 2.820 con relación al mes anterior, frente al descenso en 1.093 en el mismo mes de 2018. Y, aunque en el cómputo anual las nuevas altas de cotizantes superaron las 15.000, esta cifra también es inferior a las 22.820 nuevas afiliaciones con que la Seguridad Social cerró el ejercicio precedente.
Cierto es que las cifras globales de parados y de inscritos al sistema han ido recuperándose tras la crisis. Ahora la provincia cuenta con 148.073 personas sin empleo y con 664.249 cotizantes.
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Suben industria y construcción
Durante diciembre, el sector que tuvo un mejor comportamiento fue el de servicios, que redujo su bolsa de parados en 1.502 personas, junto al colectivo de los demandantes de su primer empleo, que bajó en 270. El descenso en ambos casos es habitual en estas fechas en que se refuerza la contratación en el comercio y en las actividades relacionadas con el turismo. Igualmente, la agricultura rebajó sus cifras de desempleo en 65 personas, pero, sin embargo, dos sectores productivos tan importantes como la industria o la construcción presentaron sendas subidas de paro al final del año.
La industria registró en diciembre 384 parados más y la actividad inmobiliaria, 572. Desde la patronal autonómica CEV y los sindicatos preocupa, especialmente, el incremento del desempleo en la industria, al ser un sector «que confiere una mayor solidez a la economía en un país, en términos de generación de empleo», señalaba la CEV, que preside Salvador Navarro.
Por su parte, Perfecto Palacio, presidente de CEV Alicante, advertía de que, aunque por el momento, «el frenazo económico es compatible con la creación de empleo, sin embargo, la ralentización exige mayores grados de certidumbre, si queremos seguir creando puestos de trabajo a buen ritmo».
Los sindicatos incidían en que la precariedad y la temporalidad en el trabajo son fruto de la reforma laboral y piden su derogación. Además, Yaissel Sánchez, secretaria territorial de UGT en l'Alacantí-La Marina, señalaba que los datos «vienen a indicar un agotamiento del empleo que se estaba generando: de mucha rotación, con contratos 'burbujitas' de una semana». Igualmente, José María Ruiz Olmos, de CC OO en las mismas comarcas, apuntaba que la evolución del empleo «señala una actividad productiva estancada».
Comunidad Valenciana
Por su parte, el secretario autonómico de Empleo, Enric Nomdedéu, destacó que diciembre ha sido el de menor paro en la Comunidad en valores absolutos desde 2008. La autonomía cerró 2019 con 6.572 personas menos en el desempleo y una reducción por encima de la media española.
