La provincia ha acabado el año con 148.073 personas sin trabajo, lo que significa que Alicante tiene ahora 2.643 parados menos. Pese a este recorte, la cifra es muy inferior a la registrada en 2018 cuando el desempleo bajó en 7.600 personas, lo que vendría a indicar que se está produciendo una ralentización en el descenso del paro.

En el último mes de año, el desempleo también bajó en 881 personas, sin embargo esta disminución es la más baja en el ámbito de la Comunidad, ya que Castellón cerró diciembre con 900 parados menos con relación al mes anterior y Valencia, con un descenso del paro en 1.150 personas.

Por sectores, el pasado mes el desempleo bajó en agricultura (-65), en servicios (-1.502) y entre los demandantes de su primer empleo (-870). Unos descensos habituales en esta época, ya que es cuando se dinamiza la contratación en el comercio y en las actividades relacionadas con el turismo de cara a las campañas de Navidad y de Reyes.

Sin embargo, el paro aumentó en la industria, que registró 384 desempleados más en diciembre, y en la construcción, que sumó 572 desocupados.

Por su parte, la afiliación a la Seguridad Social arrojó un dispar comportamiento en el cómputo mensual y en el anual. En diciembre, el número de altas laborales bajó en 2.820, sin embargo en los últimos doce meses el sistema ha ganado 15.188 cotizantes.

Reacciones: Uepal

El presidente de la Unión Empresarial de la Provincia de Alicante (Uepal), Juan José Sellés, lamentó ayer la "perdida de peso de la provincia de Alicante en la creación de puestos de trabajo", tras conocer los datos de desempleo del mes de diciembre que registró un descenso del 0,59%, el peor dato de las provincias de la Comunidad Valenciana. A su juicio, y a pesar del potencial del sector servicios, "es necesario una apuesta clara por la industria alicantina y no incentivar la deslocalización de empresas hacia otras ubicaciones dentro de la Comunidad, vinculadas a los puertos de Valencia o Sagunto", subrayó el dirigente empresarial.

Además, considera que hay que seguir apostando por el sector agroalimentario, "que sigue teniendo fuerza y músculo, pero que requiere de todas las atenciones para que continúe su potencial exportador y generador de riqueza y empleo, especialmente cuando el mercado busca productos seguros, de calidad y de proximidad, como los que somos capaces de generar en los campos alicantinos".

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En diciembre, el sector de servicios fue el que más empleo generó, frente a la construcción y el sector industrial, que perdieron número de empleados en los últimos 30 días del año.

El presidente de Uepal apuntó en la necesidad de "fortalecer el sector industrial de la provincia de Alicante, porque el sector servicios no puede sostener solo la demanda de empleo. El monocultivo no puede ser la solución al progreso de la provincia de Alicante, debemos diversificar, generar puestos de trabajo de calidad, estables y seguros, que son buenos para el trabajador, pero también para la empresa".

Síntomas de contracción de la actividad

No obstante, para ello es necesario "una acertada política en materia laboral y de contratación, una racionalización en la carga tributaria de las empresas, con especial atención a las pymes y a las empresas de carácter familiar, y una apuesta de las autoridades públicas por fortalecer el tejido industrial de la provincia".

Sellés mostró su "recelo" ante la situación económica de los próximos meses, "puesto que hay síntomas evidentes de que va a haber una contracción de la actividad, por lo tanto, es necesario tomar medidas que eviten una nueva entrada en recesión de la economía española y, en especial, de la alicantina".