El plan de viabilidad para la marmolera noveldense Luis Sánchez Díez, que entró en concurso de acreedores hace dos meses, contempla la amortización de 45 puestos del trabajo de los más de 70 que tiene la compañía, según la información que manejan los representantes sindicales. La empresa, de carácter familiar y con una trayectoria de más de 70 años, sigue activa, pero está en manos de una administradora concursal desde que entró en este procedimiento a comienzos del mes de octubre para intentar superar la crisis económica. Una situación derivada del fuerte descenso de las ventas nacionales y las internacionales que viene sufriendo el sector de la piedra natural del Medio Vinalopó en los últimos años.
De los 45 trabajadores afectados por el ERE, 41 pertenecen a la factoría de Novelda, dos a la cantera que la marmolera tiene en Granada y otros dos en la de Lorca (Murcia). Desde la parte sindical, se muestran preocupados porque la figura del ERE concursal «es más compleja que una regulación de empleo tradicional en la que te despiden y la empresa te paga la indemnización. Pero, en este caso, hay que esperar a que se acabe todo el procedimiento y que resuelva el juzgado, en caso de no llegar a un acuerdo», explicaba Miguel Ángel Mira, del sindicato CC OO.
Negociación
Durante la negociación con la administradora concursal, los trabajadores han solicitado que se rebaje el número de afectados por la regulación laboral. Y también que se amplíe la indemnización por despido, dado que la cuantía que les correspondería a los empleados que tuvieran que extinguir su contrato si tuvieran que recurrir al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) sería de 20 días por año trabajado, como un despido objetivo. Pero los representantes sindicales han salido de las últimas reuniones «muy desanimados sobre el resultado de las solicitudes que hemos puesto sobre la mesa», aseguraba Mira.
El dirigente sindical admitía que la administradora «tiene poco margen de maniobra por la situación económica de la compañía. Ha propuesto este plan de viabilidad para poder sacar adelante a la marmolera y para alcanzar un acuerdo que pasa por reducir la plantilla», reiteraba. Hoy será la última reunión de la negociación y lo más probable es que el acta del ERE concursal se firme sin acuerdo, lo que significa que tendrá que haber un informe de la autoridad laboral y, al final, tendrá que resolver un juzgado, lo que supone alargar la situación para los trabajadores, que ya sufrieron impagos de nóminas antes del concurso de acreedores, aunque del periodo posterior al inicio del proceso concursal sólo se les adeuda un mes, según los sindicatos.
Fogasa
El representante de CC OO estima que si finalmente no hay un acuerdo, los empleados tendrán que esperar cuatro o cinco meses hasta que cobren la indemnización y parte de los salarios atrasados antes del concurso del Fondo de Garantía Salarial, «donde se sufre una importante rebaja de las cuantías al tener fijados topes», se lamentaba el sindicalista.
Este es el segundo ERE que presenta este año una empresa de mármol de la comarca por los efectos de la crisis. El primero fue en primavera, cuando Levantina, gigante del sector con sede en Novelda y controlado por el fondo británico Bybrook, aplicó un Expediente de Regulación de Empleo que supuso el despido de unos 230 trabajadores, entre sus diferentes plantas en la localidad y la cantera de Monte Coto, además del cierre de una de las factorías de Novelda.
Ante la grave situación que sufre el sector de la piedra natural de la comarca, los alcaldes del Medio Vinalopó y los propios sindicatos vienen exigiendo a la Conselleria de Economía e Industria un plan de reindustrialización para la comarca, entre otras medidas.
