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Otro golpe para el mármol: la empresa de Novelda Luis Sánchez Díez va a concurso

La firma, que sigue activa, adeuda a sus 70 trabajadores cinco meses y la paga de verano - Tras el ERE de Levantina, la crisis sacude ahora a una mercantil de larga trayectoria

Imagen tomada ayer en los exteriores de la fábrica noveldense. áxel álvarez

La fuerte crisis de ventas nacionales e internacionales que viene sufriendo el sector de la piedra natural de la comarca del Medio Vinalopó ha vuelto a poner en serias dificultades económicas a la marmolera de Novelda Luis Sánchez Díez, una empresa de carácter familiar y de una larga trayectoria: más de 70 años, según subraya en su página web. La compañía acaba de entrar en concurso de acreedores, aprobado el pasado 4 de octubre. Sigue activa, pero ha quedado en manos de un administrador concursal, con quien los trabajadores están pendientes de reunirse para conocer «si hay un plan de viabilidad, y cómo se gestionará el pago de la deuda contraída con los operarios, porque, si pasamos a cobrar del Fogasa, perderemos dinero y si habrá un ERE», indicaban fuentes sindicales.

En estos momentos, la plantilla la conforman 70 operarios que, mientras siguen trabajando, están preocupados por cómo van a cobrar las nóminas de los últimos cinco meses y la paga extraordinaria de verano que les deben y que conformaría una deuda media por trabajador de unos 7.000 euros, ya que hay operarios a los que se les adeudan unos 6.000 euros, pero, asimismo, los hay que tienen pendientes de cobrar más de 10.000 euros, según estimaban fuentes sindicales. «No obstante, también se tienen deudas con la Seguridad Social, por lo que no sabemos el montante global de la deuda», incidían.Esta es la segunda compañía del sector de Novelda y de la comarca que sufre los efectos de la crisis, después del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que aplicó en primavera el gigante del mármol Levantina, también con sede en Novelda, y que supuso el despido de 267 trabajadores, entre sus diferentes plantas en la localidad y la cantera de Monte Coto, además del cierre de una de las factorías.

Fuentes del comité de empresa de Luis Sánchez Díez-Natural Stone Company atribuían la actual situación por la que atraviesa la firma a «un descenso generalizado de las ventas en el sector». Pero también consideraban que, antes de haber presentado el concurso de acreedores, «se podían haber tomado medidas preventivas, como reajustes de horarios o un ERE temporal hasta que se remontase la situación», añadían fuentes del comité de empresa. Los problemas de retrasos del pago de las nóminas se arrastran desde hace varios años. De hecho, en abril, los trabajadores protagonizaron una jornada de huelga por el impago de cinco meses de salarios. En aquella movilización participaron 81 operarios, que representaban el 99% del conjunto de la plantilla.

Demandas de los trabajadores

Sin embargo, a día de hoy, el número de empleados ha bajado a 70. «Lo insostenible que se hizo entonces la situación para muchos trabajadores por los impagos, y porque no se acababa de cobrar todo lo que se debía, pese al acuerdo que había con la empresa, ha llevado a que más de 40 trabajadores hayan presentado demandas reclamando las nóminas adeudadas y otros solicitando, además, la extinción del contrato por incumplimiento empresarial», explicaron los representantes sindicales. De estos últimos casos, ya han salido siete sentencias favorables a los trabajadores. «Pero, pese a ello, aún no hemos cobrado un euro», apuntaba un operario al que el juez le ha reconocido un despido improcedente y la extinción del contrato.

Fuentes de la empresa solo confirmaron ayer que el concurso de acreedores se aprobó el 4 de octubre, sin entrar en mayores detalles. Los trabajadores dicen que «en la fábrica hay trabajo», por lo que no entienden cómo ha desembocado la situación en este punto. Además, se quejan de que «ha habido falta de información previa del concurso al comité de empresa y del estado económico», según fuentes de este órgano. Las últimas cuentas que presentó la compañía en el registro corresponden al ejercicio 2017. La cifra de negocios bajó de los 14,2 millones de 2016 a los 11,6 de la siguiente anualidad, mientras que los resultados del ejercicio pasaban de 106.151 euros en positivo a los 319.594 en negativo de 2017.

Desde la Asociación Mármol de Alicante, su presidente, David Beltrá, subrayaba ayer que este caso «viene a confirmar que el sector está en un momento muy complicado. La Administración tiene que pensar cómo ayuda a la reindustrialización de la comarca, que ya cuenta con un alto nivel de paro».

«La culpa la tiene la mala gestión empresarial porque hay mucho trabajo»

Ocho empleados han causado baja por ansiedad y la mayoría perderá entre 4.000 y 7.000 euros en salarios pendientes de pago

Los trabajadores de Mármoles Luis Sánchez contemplan su futuro laboral con mucha preocupación tras el concurso de acreedores aprobado, el ERE que se avecina y el posible cierre de la empresa si no prosperan las negociaciones de los gerentes con un grupo inversor de EE UU, que podría estar interesado en adquirir este negocio familiar de Novelda propietario de 17 canteras y 7 factorías.

«Hemos estado teniendo problemas en el cobro de nuestras nóminas durante diez años, pero en el último la situación ha sido catastrófica», indicaba ayer el extrabajador José María Chacón para quien «la culpa de la situación a la que se ha llegado la tiene la mala gestión empresarial porque trabajo hay mucho». Prueba de ello es que los 50 operarios de la línea productiva no solo no han parado en ningún momento, sino que han seguido trabajando a destajo y haciendo incluso horas extra hasta el mismo día de ayer. Una medida que responde a la necesidad de atender los compromisos contraídos con una constructora norteamericana que está realizando un edificio gubernamental. Y proyectos de futuro tampoco faltan.

Pero la plantilla está muy afectada. «Dos compañeros llegaron a perder sus viviendas al no poder hacer frente al pago de las hipotecas y en los últimos meses se han producido ocho bajas médicas por ansiedad. Algunos han pedido dinero a sus padres y otros han ido firmando préstamos personales en los bancos. Pero, al final, las deudas crecen y es angustioso no poder sacar a las familias adelante», lamentaba Iván Garoña, delegado de UGT en la empresa. Hay empleados que llevan seis meses de retraso en el cobro de sus salarios y son conscientes de que, una vez que se ha entrado en concurso de acreedores, pueden perder entre 4.000 y 7.000 euros de la deuda que la firma mantiene con ellos. Una situación que les «asfixia».

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