Los empleos de menos de siete días se extienden cada vez más en el mercado laboral de Alicante. Ya representan el 25,6% de los trabajos temporales y el 22,8% del total de los nuevos empleos creados hasta junio, mientras que la contratación, en general, sufre una ralentización y la de carácter indefinido, incluso, desciende. Los 75.721 contratos de menos de una semana realizados en el primer semestre en Alicante representan un aumento del 5,4% con relación al mismo periodo de 2018.
Esta categoría no es solo la que experimenta el mayor crecimiento entre los de carácter temporal, sino que, además, es la que ha registrado más contrataciones en este periodo, a excepción de la que engloba los de duración indeterminada, que cerró el semestre con 92.315 contratos. Una cifra, que, no obstante, también representa un retroceso del 3,9% respecto al primer semestre del año pasado, según el último balance del Servicio Público de Empleo (Sepe).
Estos datos vienen a evidenciar que el empleo de corta duración parece que ha venido para quedarse en el mercado laboral alicantino, porque las contrataciones de entre una semana y quince días también han crecido un 2,9% por los 9.218 puestos creados en este periodo. Sin embargo, los que llegan al mes (22.481) se han recortado un 2%. Otros en los que el tiempo de trabajo es superior, como los de entre tres y seis meses han crecido un 3,3%, pero de estos solo se han registrado entre enero y junio 33.331 contrataciones, una cifra muy lejana a la de más de 75.000 empleos de menos de una semana.
Menos de más duración
Y conforme va aumentado la duración, el número de contratos va bajando y, además, experimenta importantes caídas. Así, de los de entre 18 y 24 meses sólo se formalizaron 90 empleos hasta junio, frente a los 107 de un año antes; y de los de más de 24 meses se registraron 229 nuevos puestos de trabajo en el semestre, cuando en el mismo periodo de 2018 se superaron los 430. Para los sindicatos, esta foto fija de los seis primeros meses del año redunda en la precariedad laboral y evidencia «que se abusa de la temporalidad, la parcialidad y el encadenamiento de contratos», según denunciaba José María Ruiz Olmos, responsable de Empleo del sindicato CC OO en l'Alacantí-Les Marines. Su homóloga en UGT, Yolanda Díaz, incidía, además, en que este tipo de contratos de días e, incluso, de horas, «repercutirá, al final, en una pobre cotización a la hora de percibir una prestación contributiva o la pensión. Nos afecta al presente, pero también al futuro», advertía, insistiendo en que más del 47% de los contratos de menos de una semana fueron a tiempo parcial.
Y uno de los colectivos que más empleo encuentra a través de la contratación de corta duración es el de los jóvenes. Según los sindicatos, estos asumen estos trabajos, en un primer momento, porque pueden compatibilizarlo, en su caso, con los estudios. Y también para disponer de unos ingresos sin tener que depender de una asignación paterna. Sin embargo, si la situación se alarga en el tiempo, al final, va frenando las posibilidades de emancipación de los propios jóvenes y se convierte en un factor limitador para planificar sus proyectos de vida.
Además de la ocupación de poca duración, en esta evolución del empleo en los seis primeros meses del año, uno de los datos más preocupantes es el de la ralentización de la creación de puestos de trabajo, en general. De enero a junio se generaron 331.828 empleos, casi los mismos que en el primer semestre de 2018. De hecho, la comparativa arroja un mínimo crecimiento en 156 nuevos empleos más con relación a hace un año. «Se está estancando el mercado laboral de la provincia y viene derivado por el empeoramiento de la calidad del empleo, que está marcado por la precariedad y el abuso de la temporalidad», insiste Yolanda Díaz.
Baja el empleo fijo
De forma similar, Ruiz Olmos advertía de que si la creación de puestos de trabajo experimenta una ligera subida, «lo hace a base de aumentar el número de contratos temporales y de reducir el de indefinidos». UGT y CC OO alertaban de la necesidad de poner las bases para cambiar el modelo productivo de la provincia e impulsar, por ejemplo, el empleo industrial, «que es de mayor calidad y el que presenta más estabilidad», añadían. Entre los sectores, el de los servicios es uno donde más empleo de corta duración se registra, según inciden las organizaciones sindicales. Por otra parte, Ruiz Olmos hacía hincapié en que «uno de los males del mercado laboral de esta provincia es la estacionalidad productiva. Un hecho que justificaría un mayor recurso a los contratos fijos discontinuos. Sin embargo, se apuesta por los de muy corta duración», lamentaba. En los primeros seis meses, los contratos temporales han crecido un 0,36% en la provincia, mientras que los de carácter indefinido han bajado un 2,5%.
