La escuela de negocios Fundesem Business School (FBS) no ha atravesado por su mejor momento en los últimos tiempos. Por eso mismo todas las miradas estaban puestas en las últimas semanas en el pago de algo más de 95.000 euros que, en virtud del convenio suscrito con el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace), y homologado por el juez a través de un auto, debía hacer efectivo por el arrendamiento de su sede. Un abono, que, según ese mismo auto, debía efectuarse en el plazo máximo de 60 días a contar desde el 1 de junio, lo que para muchos suponía que vencía ayer mismo, y que, a la sazón, iba a ser complicado cumplir por la difícil situación de la tesorería de Fundesem. Sin embargo, tanto la escuela de negocios como el Ivace -como propietario de la sede de FBS- dan otra interpretación a esa decisión del juez: al no hacer mención expresa a que se trata de días naturales, consideran que son días hábiles lo que, a efectos prácticos, significa que se descontarían los días no laborables y que, por tanto, el plazo estaría fijado a finales de agosto. En cualquier caso, la institución académica tiene previsto abonar hoy mismo casi la mitad de esos 95.000 euros del alquiler y de aquí a finales de mes el resto. Así se acordó ayer tras la conversación mantenida entre las dos partes, que coincidían en que este primer pago es una muestra de «buena voluntad», y en que de lo que se trata es de que, en esta nueva etapa, se relance la escuela, tal y como indicaron tanto desde Fundesem como desde el Ivace.
La idea, en este sentido, no es solo que hoy se haga un primer ingreso por el arrendamiento del edificio, situado en Deportistas Hermanos Torres, sino incluso comunicar por escrito lo que ya se ha acordado verbalmente. En este sentido, la intención de Fundesem era hacer todo el pago de una vez, aunque no ha sido posible al tener que afrontar otros gastos corrientes. Eso no quita para que sostengan que, de aquí a que acabe agosto, se cumplirá con la obligación establecida en el acuerdo y que, a partir de ahí, se comenzará a normalizar la situación, de manera que no habrá mayores problemas para afrontar los siguientes pagos del acuerdo firmado con el Ivace: el abono anual de esos 95.125 euros más IVA por el arrendamiento de la sede, y los 60.000 euros en concepto de amortización de los 1,3 millones de euros de deuda que se arrastran con el instituto dependiente de la Conselleria de Economía, y que se deben ingresar el 1 de enero de cada año.
Ante el impago de uno o de otro compromiso, en cualquier caso, el Ivace tiene dos opciones: pedir la resolución del contrato, lo que se traduce en que Fundesem tendría que devolver el edificio al Consell y cumplir con todas las cantidades pendientes de pago, con el vencimiento anticipado de la deuda incluido; o exigir lo adeudado hasta ese momento, sin que en el auto se recoja consecuencia adicional alguna.
Por ahora, ni una ni otra parte se ponen en ese extremo. Se muestran confiados en que es cuestión de tiempo que la situación se enderece. Eso no quita para que tanto Fundesem como el Ivace se hayan emplazado a una reunión a la vuelta del verano para valorar la situación y para abordar las posibles vías de colaboración.
