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La mano de obra extranjera se recupera en la provincia y ya representa el 14% del total

Las personas procedentes de otros países que trabajan en Alicante superan las 93.900, una cifra muy cercana a las 94.589 del primer año de la crisis

La hostelería es uno de los sectores donde más empleo encuentran los trabajadores extranjeros. Rafa Arjones

Juan, un venezolano de 47 años que lleva nueve viviendo en Alicante, acaba de firmar un contrato indefinido en el sector de la construcción, tras haber sido antes eventual y haber pasado por distintos sectores: hostelería, empleo doméstico o agricultura y por épocas de paro durante los duros años de la crisis. El caso de Juan puede ser el de muchos extranjeros que en su día se trasladaron a la provincia desde sus países de origen buscando una salida profesional, al mismo tiempo que intentaban ayudar a mejorar la situación económica de sus familias que se quedaban en sus ciudades natales. Ahora, según cuenta Ana, su pareja, que es alicantina, «se nota que hay más ofertas de empleo y los contratan en mejores condiciones de cotización, aunque los salarios no son los de la época del boom inmobiliario», advierte.

Tanto Juan como Ana consideran que la recuperación de la mano de obra foránea obedece a que hay más ofertas de trabajo, lo que les está permitiendo salir de las listas del paro. «No creo que se deba a que estén volviendo aquellos que regresaron a sus países durante la crisis», comentaban.

Distinto es el caso de los compatriotas de Juan. «Sí parece que ahora están viniendo más venezolanos, pero por la difícil situación política y económica que está a travesando el país», relataban. Esta pareja respira con más alivio, tras tener él un empleo fijo, «porque ahora se pueden hacer frente a los pagos y puedo enviar dinero a mi familia de Venezuela», aseguraba Juan, quien recuerda los duros años de la crisis, las épocas que pasó por el paro y las crisis de ansiedad que esto le producía. Al menos Ana sí trabajaba, aunque no era a jornada completa, por lo que con la ayuda de familiares intentaban llegar a final de mes «ajustándonos mucho el cinturón», subrayaba la mujer.

Juan recuerda la época, por ejemplo, de 2013, uno de los años peores de la crisis. Entonces, el total de trabajadores asalariados en la provincia era de 69.546, lo que significaba que Alicante había perdido más de 25.000 cotizantes extranjeros con respecto a 2008, según la comparativa de las cifras de la Seguridad Social.

Durante sus etapas en el paro, Juan hizo cursos de informática y se sacó el carnet de conducir para ampliar su currículum, porque pensó que le permitirían acceder mejor a un empleo. Él era encofrador en su país y, aunque ahora trabaja en faenas de albañilería, «cuando hay algo de encofrado me incorporo a este equipo». Juan está contento «y agradecido, porque han apostado por mí», aseguraba.

Además, ahora ya son dos sueldos que llevar a casa -su pareja tiene hijos de un matrimonio anterior- ,«tenemos más desahogo porque tienes para comer y poder hacer frente poco a poco a los pagos. En vez de ahorrar, vamos pagando lo que nos prestaron antes», apostillaba su mujer. Ana conoce el caso de una compañera suya colombiana que lleva ocho años en Alicante y que también ha tenido distintos trabajos. En el último año ha pasado de tener un contrato parcial de cuatro horas a uno completo de ocho. Aunque no es fija, Ana cree que, poco a poco, con las bajas y sustituciones de vacaciones que se puedan ir produciendo en la empresa, encuadrada en el sector de servicios, podrá ir mejorando su situación profesional.

Negocios propios

De forma especial, los trabajadores extranjeros destacan por ser emprendedores, abriendo sus propios negocios, ya sean bares, cafeterías o comercios. De hecho, en la provincia los empleados por cuenta propia representan el 25% entre los procedentes de otro países inscritos al sistema. Suman más de 23.563. El emprendedurismo ha sido una salida laboral durante la crisis, al igual que para muchos trabajadores locales. Y, si se comparan las estadísticas, el impacto parece haber sido menor que en los adscritos al régimen general, ya que si en 2008 había 17.663 cotizantes autónomos extranjeros, ahora hay 5.900 más. Y entre 2008 y 2013, la pérdida solo fue de 2.700 extranjeros autónomos en el sistema.

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