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La exportación agrícola toma impulso

Las ventas internacionales de frutas y hortalizas alicantinas se recuperan hasta un 10% en el primer tramo del año, tras el descenso del ejercicio anterior, marcado por la sequía y una menor producción

Un agricultor, recolectando en una huerta de la Vega Baja, en imagen de archivo. Tony sevilla

El comercio exterior del sector hortofrutícola de la provincia ha tomado oxígeno en los dos primeros meses del año. Un periodo en el que ha podido remontar y recuperar ventas en sus mercados tradicionales, después de un año 2018 desastroso y poco habitual en su facturación internacional, ya que sus exportaciones llegaron a caer un 6%, en el caso de las legumbres y hortalizas, y un 4,1%, en el de los frutos y frutas sin conservar, fundamentalmente por los efectos de la sequía, que redujeron la producción. Su mejoría, ahora, entre un 1,5% y hasta un 10%, es, además, muy significativa, al ser el avance más destacado en el balance exterior de la provincia hasta febrero.

Un periodo en el que Alicante envió a los mercados internacionales productos por valor de 904,4 millones de euros, que representaron un crecimiento del 1,75%. De hecho, el calzado, que es el sector más internacionalizado, presentó unos resultados muy estabilizados con una mínima subida del 0,9%.

El arranque de la campaña agrícola del pasado año estuvo lastrado por la falta de agua y de riego, lo que redujo considerablemente las plantaciones y, a su vez, provocó que hubiera menos producto en el mercado, según explicaba Eladio Aniorte, presidente de Asaja en Alicante.

«Y la exportación, sin haber producto o muy poco de algunos cultivos, sólo podía decrecer», reiteraba el representante agrario, quien lamentaba la dura situación que vivieron los agricultores el pasado año, ya que la sequía y una menor superficie cultivada produjo que los efectos de la escasez de las cosechas se prolongara durante varios meses.

De ahí los resultados negativos de 2018. Sin embargo, en el comienzo de este año todo parece haber cambiado, sobre todo para las hortalizas. Brócolis, alcachofas o lechugas han vuelto a retomar el camino de la exportación, ya sea a destinos como Alemania, Francia o Reino Unido, o a otros mercados alternativos, como los países del norte de Europa, Estados Unidos e, incluso, Japón y China, «aunque con cantidades menores», matizaba Eladio Aniorte.

Recursos hídricos

Por su parte, desde la Unió de Llauradors se relacionaba más esta mejoría de las ventas internacionales de las frutas y hortalizas con el aumento de las producciones «porque hay más agua para regar, que por la conquista de nuevos mercados». Y dado que el déficit hídrico es uno de los males endémicos de la provincia, la organización agraria que capitanea Carles Peris apuesta por consolidar el trasvase Tajo-Segura, «pero también por avanzar en la reutilización del agua, en la puesta en marcha de las desaladoras, así como por crear aquellas infraestructuras necesarias para almacenar el agua en periodos de lluvia», incidían desde la Unió de Llauradors. Con este nuevo impulso comercializador, las exportaciones de frutas han aumentado un 1,5% con respecto al mismo periodo del año anterior y las de legumbres y hortalizas, incluso, han registrado mejores cotas, al crecer un 10,4%, según los últimos datos hechos públicos por el Instituto de Comercio Exterior (ICEX) en Alicante.

Cierto es que también en estas fechas suelen ser significativos los envíos de naranjas y limón fino, y, «aunque se ha exportado algo, se ha quedado mucho en el árbol» por la política de precios, añadía Eladio Aniorte.

Primavera más productiva

Si no se invierte la tendencia en los próximos meses, todo parece indicar que la nueva senda positiva que se ha iniciado a comienzos de año podría prolongarse en el resto del ejercicio. «Y más con las últimas lluvias registradas, que no han provocado grandes daños y que han beneficiado a la huerta, que está magnífica», destacaba el representante agrario de Asaja.

De hecho, las precipitaciones de los últimos días hacen prever «una primavera rica en producción», apostillaba Aniorte. Si el pasado año la sequía y los vientos mermaron la cosecha, en esta ocasión, la lluvia ha devuelto la vida y mayor producción al campo. Además, los exportadores se han encontrado con una demanda «más animada». Desde las organizaciones agrarias de la provincia también atribuyen la mejoría de la comercialización en el exterior a que los precios en el campo se habían visto muy contraídos y a que otros países han exportado menos, «lo que provoca un mayor dinamismo en nuestro mercado», señalaban distintos representantes agrarios.

No obstante, desde la Unió de Llauradors también se insistió en la necesidad de diversificar mercados y en «tratar de presionar para lograr, de nuevo, la entrada al mercado ruso que supuso un duro golpe para la agricultura alicantina tras el veto. Después de las elecciones europeas el nuevo Gobierno comunitario debe de ser capaz de reconducir la actual situación de bloqueo para nuestros productos allí», añadía la organización que lidera Carles Peris.

El sector hortofrutícola es el segundo sector exportador de la provincia y su facturación exterior en los dos primeros meses del año representó un 16,6% del total. No obstante, el primero es el calzado. Sus más de 252,3 millones de euros exportados en los dos primeros meses del año le convierten en la industria más internacionalizada y con más peso en el conjunto del comercio exterior provincial, ya que supone el 27,8% del total.

Moderación del calzado

Ahora, su evolución al comienzo de año no ha sido relevante, ya que se ha mantenido estable, con un mínimo avance del 0,9%. Ya hace unos meses empresarios del sector advertían de que los mercados tradicionales en la Unión Europea seguían contrayendo la demanda y que la situación de inestabilidad política no hacía prever una mejoría del escenario para la exportación.

Tampoco ha contribuido el aluminio a aumentar la cuota internacional. Este sector que venía anotándose importantes crecimientos en los últimos meses, cerró el balance entre enero y febrero con un repunte del 1%. Y las manufacturas de piedra natural también acusan un retroceso del 2,4% con respecto al mismo periodo del año anterior.

Aunque aún mayor es la caída del mármol en bruto, cuyas ventas al exterior disminuyeron un 16,5%. Esta industria, con una importante implantación en el Medio Vinalopó, viene arrastrando una importante crisis exportadora, aunque también en el mercado doméstico, dado que no ha podido reengancharse a la recuperación del sector del ladrillo, que en la nueva etapa de reactivación está reduciendo la demanda de estos materiales naturales.

La crisis del mármol

Fundamentalmente, la caída de las ventas a China y a los países árabes, clientes prioritarios para la industria del mármol, ha lastrado mucho las ventas del sector. De hecho, este fue uno de los argumentos alegados por Levantina, la multinacional del mármol que tiene su sede en Novelda, para presentar hace apenas un mes un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ha supuesto la salida de la compañía de 234 trabajadores, entre el personal de las cinco plantas de Novelda, una de las cuales se cerrará; la cantera de Monte Coto, situada entre Pinoso y Algueña; y la factoría gallega de Porriño.

Por otra parte, la industria provincial del juguete también cerró los dos primeros meses del año con un aumento de sus ventas del 18,7%, coincidiendo con uno de los periodos de mayor demanda de estos productos, ya que en el mes de enero se celebra tradicionalmente la festividad de los Reyes Magos.

Y al margen de otros sectores, en este balance también destaca un crecimiento del 26,6% de artículos de mobiliarios, como muebles, sillas o lámparas. Igualmente, en este periodo aparecen en el ránking de los diez principales productos exportados las materias plásticas, que experimentan un incremento del 24,4% con relación al acumulado de los dos primeros meses del pasado año.

Por otra parte, las importaciones a la provincia representaron un importe de 772,1 millones de euros en los dos primeros meses del año. Una cifra que representa un 2,6% más que en el mismo periodo del año anterior.

EE UU continúa fiel a Alicante y Reino Unido sigue cayendo

Los principales clientes en Europa de los productos alicantinos continúan mostrando grandes debilidades en su demanda. Francia, el primer mercado, registra una caída del 4,4% entre enero y febrero de este año con respecto al mismo periodo de 2018. Y Alemania, el segundo, retrocede un 1,8%. Sin embargo, Estados Unidos se mantiene fiel a la provincia y aumenta la compra de artículos con sello de Alicante en un 12,1%. Por contra, Reino Unido sigue manteniendo la tendencia negativa que inició cuando comenzó el proceso del Brexit hace ya casi tres años. El caso que sorprende, aunque no se encuentra entre los diez primeros clientes en este periodo, es China, cuyas compras a Alicante aumentan un 37,4%, después de varios meses con registros negativos.

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